VII

2 0 0
                                    

La vida es un cementerio de esperanzas sepultadas, donde en cada semilla se marchitan realidades, esbozan tiempos , donde se revive una y otra vez en nuestra mente.

No se han percatado que hay momentos donde crees que ya lo han vivido, o simplemente el hecho de pensar en haber reencarnado, la esperanza de haber tenido una vida que desconoces, una que tal vez sea diferente a la de ahora, pero ¡¡¡pum!!! abres los ojos y te encuentras sentado en un mueble viejo, viendo la televisión, con un pequeño licor al lado, el control en la mano, cambiando una y otra vez los canales, hasta esperar algo interesante y al cabo de poco tiempo por el cansancio de la edad, desvanecerse en un sueño profundo, y recuerdas: Que no pudiste obtener el trabajo que querías, la familia que deseabas, el dinero que en algún momento querías, la estabilidad que anhelaste y que la vida que solías tener poco a poco ya no se encontraba, la felicidad que ya no recordabas.

Lo atribuyó a la persona senil en que cada uno de nosotros avanzaremos, y la memoria de un pequeño que aún está aprendiendo.

Sin importar el qué , el cementerio ya se formó con pasar de los años, desde las primeras etapas de crecimiento de un ser humano, afrontando situaciones de sentimientos y emociones, altibajos y reconocimiento de esfuerzo y sin tomar expectativas, despiertas de ese estado de coma temporal, miras el ventilador en el techo y sonríes diciendo: No importa si mis esperanzas de volver quedan sepultadas, aun tendré la mejor compañía "TIEMPO" y un pequeño licor al lado.

La velocidad del tiempo no importa, al final el tiempo es relativo un día eres niño y al otro no estas, no importa si es un día a la vez o un año a la vez, para adelante es para adelante.

ESENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora