SOMETIMES DIVINATION IS USEFUL

Capítulo 1: Vision

La serpiente golpeó sin piedad. Se arrodilló y miró el rostro, que cada vez estaba más pálido, lo que sólo aumentaba el contraste con la sangre de color rojo intenso que rezumaba de su garganta. Rápidamente se llevó las manos a la garganta en un intento inútil de detener la hemorragia. Oyó la súplica impotente "Mírame", y al momento siguiente levantó la vista hacia los ojos negros de los que la fuerza de la vida se estaba agotando lenta pero inexorablemente. Harry sintió la desesperación de la injusticia y la pérdida hasta el último poro y gritó con fuerza...

-¡NOOOOO!-.

-Ohooo, señor Potter ¿qué ha visto?- La profesora Trelawny lo miraba ansiosamente con sus enormes ojos y Harry se esforzaba por entender dónde estaba. -Usted vio la muerte, ¿no es así?-.

Harry no pudo contestarle. Estaba mareado por los vapores y, mientras miraba la chirriante alfombra roja, no pudo evitar volver a pensar en toda esa sangre. Sólo consiguió girarse hacia un lado antes de vomitar.

-¡Eeewww!- hizo Ron, agitando su varita para hacer desaparecer rápidamente el vómito de Harry.  -Creo que se me ha revuelto el estómago-. Murmuró Harry.
La profesora Trelawny le dirigió una mirada de decepción. -Qué pena señor Potter, tenía muchas esperanzas. Pero entonces será mejor que vaya al ala del hospital para que lo revisen-.

Harry no necesitaba que se lo dijeran dos veces. Agradecido por la oportunidad de escapar de esta habitación mal ventilada, recogió rápidamente sus cosas y le dirigió a Ron otra mirada confiada que debía mostrarle que todo estaba bien, pero probablemente parecía más dolido si interpretaba correctamente la mirada de Ron.

Afuera, en la escalera de caracol, pudo volver a respirar correctamente por primera vez. Dio unos pasos y pensó en lo que había visto. Sabía que no era sólo un sueño, la sensación era demasiado real para eso, pero tampoco podía ser una visión real de Voldemort. ¿Era una premonición, una visión del futuro? Resopló al pensar en lo emocionada que se habría puesto Trelawny si se lo hubiera contado. La sola idea de repetir la visión con algún detalle seguía siendo nauseabunda.

Además, de alguna manera sentía que esa visión era algo privado. Algo que no debía contar a nadie. Ya había llevado a alguien a la muerte con sus visiones y no quería que eso volviera a suceder. Su corazón se apretó como siempre al pensar en Sirius, y se sintió ligeramente horrorizado al darse cuenta de que este doloroso sentimiento de pérdida irreparable era el mismo que había sentido en su visión cuando había visto morir a Snape.

No, ahora no necesitaba un ala de hospital, lo que necesitaba era la seguridad de que no era real, de que Snape estaba en ese momento, como siempre, haciéndole la vida imposible a los alumnos, odioso pero completamente vivo. Cuando por fin volvió a prestar atención a su entorno, descubrió que sus pies no le habían llevado por sí solos al ala del hospital, sino que casi había llegado al aula de Snape.

Pensó en escuchar en la puerta, pero cuando se acercó, comprobó que la puerta estaba abierta y los escritorios vacíos. Se tragó su creciente pánico y trató de calmarse, diciéndose a sí mismo que no podía ser real, ya que había estado allí todo el tiempo y, sin embargo, también se había visto a sí mismo en la visión. Se acercó al aula y se asomó con cautela a la esquina, esperando encontrar alguna pista de por qué Snape no estaba dando clase como de costumbre.

-¿Hay alguna razón por la que estés espiando mi aula, Potter?-, preguntó una voz aceitosa detrás de él.

Harry se sobresaltó y se giró de forma que se encontró directamente con los ojos negros de su visión. Completamente vivo, señaló su voz interior con entusiasmo, y Harry se esforzó por ocultar su evidente alivio. Snape enarcó una ceja con suspicacia, esperando aún la respuesta de Harry.