Tras el acuerdo de matrimonio con el discapacitado

Capítulo 9 No toques en todas partes

El papel de caramelo transparente era brillaba por el sol, y mostraba diferentes colores según el ángulo. Shen Ci lo miró una y otra vez, pero no se dio cuenta de lo que tenía de especial el papel de caramelo. Lo llevó a su nariz para olerlo, pero no había ningún olor. Debió haber sido limpiado. Viendo este nivel de planitud, puede que haya estado pegado en el libro durante mucho tiempo.

¿Por qué Qin Yi lavó un papel de caramelo tan ordinario y lo puso en el libro? ¿Lo marcó como favorito?

Aunque Shen Ci no creía que el papel del caramelo fuera adecuado para separar páginas, pensó en las diversas y extrañas aficiones de Qin Yi. Aun así, lo atribuyó a una preferencia personal, y volvió a pegar el papel de azúcar caído, sin saber de qué página procedía, lo puso en una de las páginas al azar.

Puso el libro en la cabecera de la cama y fue atraído por una caja transparente al mismo tiempo. Una caja de caramelos.
Hay media caja de caramelos, y el papel de caramelo utilizado es exactamente el mismo que el "marcador".
Shen Ci comprendió al instante el origen del marcador, y se sorprendió un poco: ¿a Quin Yi le gustaba realmente comer este tipo de caramelos?
Era... el tipo de caramelo de fruta que es muy común y muy barato en el mercado. Cuando de vez en cuando alguien quiere comer caramelos, va a la pequeña tienda del barrio a comprar un poco a granel, y puede coger un montón por unos pocos yuanes.
Pensó que ese tipo de caramelos, que es tan corriente que no se puede nombrar, no debería aparecer en una familia rica como la familia Qin.

Sin embargo, dado que a Qin Yi le gusta comer dulces, también deben gustarle otros. Tal vez pueda decirle a la tía de la cocina que, añada algunos postres, tal vez Qin Yi pueda comer más.

Inesperadamente, Shen Ci se alegró un poco al saber que Qin Yi algo favorito. No le importaba si era azúcar. Se dirigió a la ventana y corrió las cortinas para crear una luz adecuada para dormir en la habitación.
Después, con las instrucciones de dos páginas escritas a mano por Qin Yi, regresó alegremente a la sala del piano para repasar los deberes.

                                                                                  ***

Qin Yi rara vez dormía tranquilo.

Cuando se despertó, descubrió que el papel en blanco en el que estaban escritas las palabras no estaba a su lado, por lo que supuso que se lo había llevado Shen Ci. Al principio quiso entregárselo en persona, pero como estaba demasiado cansado, se quedó dormido antes de que la otra parte pudiera acercarse. Cogió el teléfono junto a la almohada y miró la hora, las cinco y media de la tarde.
En realidad, había dormido tres horas completas.

Qin Yi tenía la extraña costumbre de dormirse con el sonido del piano, y la calidad de su sueño era directamente proporcional a la calidad del piano que le acompaña a dormir. Cuando la neuralgia no era tan grave, el sonido del piano podía hacerle dormir más profundamente.

Se incorporó y se dispuso a salir de la cama, sólo para ver la silla de ruedas aparcada fuera de su alcance.
— Shen Ci— No pudo evitar fruncir el ceño al llamarlo.

Nadie respondió.
— Shen Ci—Tuvo que subir el volumen.

— ¿Qué pasa?— Shen Ci volvió corriendo de la sala del piano, vio que el otro fruncía el ceño y rápidamente empujó la silla de ruedas hacia él, avergonzado— Lo siento, la aparté cuando abrí la cortina y me olvidé.

Qin Yi levantó los ojos para mirarlo y no dijo nada. Sintió que fue deliberado, pero no tenía ninguna prueba.

— ¿Por qué no te cambias al otro lado para dormir?—  Shen Ci sugirió amablemente: — Es fácil que te dé el viento si estás demasiado cerca de la ventana.