Capitulo 76. Elección.

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"Lo siento ..." Qin Yi lo abrazó con firmeza, apoyó la barbilla en su hombro y repitió estas tres palabras una y otra vez, como si temiera que si lo soltaba, la otra parte se iría. 

Shen Ci lo abrazó suavemente, sintiendo que tenía mucho frío, todo su cuerpo temblaba levemente y la respiración rápida continuaba cayendo en sus oídos, que no pudo aliviarse durante mucho tiempo. 

Wen Yao se quedó al margen y no pudo evitar enviar un mensaje a Lu Heng con su teléfono móvil: ¿Puedes darte prisa? 】 

Lu Heng voz: "No te apresures, ya pasé tres semáforos en rojo". 

Wen Yao bajó el volumen del teléfono al mínimo, asegurándose de que solo él pudiera escucharlo antes de hacer clic en la voz. 

Nadie habló durante un rato, y los tres permanecieron en silencio al mismo tiempo, solo se escuchaba el jadeo continuo de Qin Yi. 

Diez minutos después, Lu Heng se apresuró a llegar a la villa. Cuando irrumpió en el dormitorio, todo su cuerpo exudaba un aura de desesperación. Miró la puerta destrozada, respiró hondo y se obligó a mantener la calma: "¿Quién de  ustedes me puede explicar qué pasó?" 

"No sé." Wen Yao finalmente encontró a una persona que no sabía nada sobre él, e inmediatamente unió el frente con él y se paró a su lado. "Los dos se separaron de repente". 

"¿Separase?" Lu Heng escuchó estas dos palabras, como si viera el sol saliendo por el oeste, "¿Quién lo mencionó primero?" 

Wen Yao levantó la barbilla hacia Qin Yi. 

Lu Heng estaba aún más sorprendido y su expresión estaba distorsionada. Sintió que podría haber estado en servicio durante demasiado tiempo y tenía alucinaciones. Se quedó en silencio durante mucho tiempo: "¿Entonces qué? ¿Romper y después intentar suicidarse de nuevo?" 

Los dos al lado de la cama no hablaron. Lu Heng tuvo que inclinarse hacia adelante para preguntar. Escuchó la respiración pesada de Qin Yi. Este hombre estaba rígido y sus ojos eran difíciles de enfocar. Lu Heng probó su pulso, pero se sentía terriblemente rápido. La temperatura de las yemas de los dedos es fría. 

No pudo evitar fruncir el ceño, tocó a Shen Ci con la mano y le indicó que se rindiera. Tan pronto como Shen Ci estaba a punto de levantarse, Qin Yi lo abrazó con más fuerza, quien dijo con voz ronca: "No lo hagas, de acuerdo" 

"... Yo, yo", Lu Heng sintió un dolor de cabeza por los pacientes tan poco cooperativos. "Solo sueltalo, te daré  una infusión". 

Qin Yi lo miró. Después de ver quién era, finalmente regresó a su alma lentamente. Soltó a Shen Ci y con rigidez tomó unos sorbos del agua caliente de Lu Heng. El calor finalmente lo puso tenso. Sus nervios se relajaron un poco, y sus manos y pies fríos se calentaron un poco. 

"¿Has vuelto?" De pie junto a la ventana, Lu Heng miró el vidrio roto en el suelo, los químicos blancos en los fragmentos de vidrio y el vial marrón al lado de la cama. Aproximadamente había adivinado que estaba aquí antes de venir. ¿Qué pasó? Me pellizqué las cejas con dolor de cabeza, "¿Por qué, no estás tomando medicamentos ya? ¿Por qué no puedes pensar en eso? ¿Qué irritación es?" 

Qin Yi probablemente disminuyó la velocidad. Dejó el vaso de agua y susurró: "Cierra la puerta". 

La puerta había sido rota por Wen Yao, y no se podía cerrar con llave por el momento, así que primero tuve que ocultarla. 

No había nadie más en la habitación, y Qin Yi no parecía querer luchar más. Puso su brazo en el borde de la cama y exhaló lentamente, "He perdido mi sentido absoluto del sonido". 

Tras el acuerdo de matrimonio con el discapacitadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora