Tras el acuerdo de matrimonio con el discapacitado

Capítulo 35. El cuerpo también es demasiado delicado

"Ah... Está bien". Shen Ci no dijo más y le ayudó a volver a la silla de ruedas: "Come tú primero, yo serviré la sopa".

Qin Yi se sentó a la mesa y miró la comida con todo sus colores y sabores, realmente no tenía apetito, pero aun así levantó los palillos y se obligó a comer.

Aunque no quería admitirlo, Qin Qian tenía razón.

Si ni siquiera puede proteger a Shen Ci, entonces es realmente un desperdicio.

Pronto, Shen Ci volvió de la cocina con la sopa, y le dio un cuenco a Qin Yi y se sentó frente a el: "Hermano, ¿no has intentado contactar con tu madre por otros medios?"

Qin Yi se detuvo con la punta de los palillos, tomó un sorbo de la sopa para suavizar la comida que tenía en la boca: "No es que no podamos ponernos en contacto, es que no podemos vernos, podemos hablar por teléfono, enviar mensajes o hacer un videochat. Pero el sanatorio limita su contacto con el mundo exterior, por lo que puede hacerlo a intervalos regulares. He estado en contacto con ella varias veces en los últimos dos años y no me ha dicho que quiera irse".

Dijo y suspiró suavemente: "También he intentado muchos métodos, coacciones, incentivos e incluso la policía, pero todo fue en vano, y la policía no puede controlar este asunto, porque no hay pruebas que demuestren que haya sido maltratada en el sanatorio, incluso la cuidaban muy bien, y no le permitían visitarla por miedo a afectar a su estado de ánimo e interferir en su tratamiento."

"Todo el mundo piensa que es bueno quedarse en un sanatorio, que es donde debe ir un enfermo mental. Yo quiero que venga porque quiero darle una oportunidad para liberarla, y eso le permitirá vivir bien, aunque nunca se recupere, no dejaría su tratamiento. Elegiré entre "dejarla vivir" y "dejarla morir", y aunque viva una vida dolorosa, no habrá bando para mí".

Shen Ci no dijo nada.

De hecho, si fuera él, no sería capaz de dejarla morir. Siempre se haría ilusiones, pensando que, si viviera, aún habría esperanza, y cuando muriera, no quedaría nada.

"La última vez que me puse en contacto con ella fue antes del accidente de coche", Qin Yi puso las verduras en su cuenco, "incluso le pregunté explícitamente si todavía quería salir del sanatorio, y me dijo que no, que estaba bien allí, que deje de hacer esta pregunta".

Sonrió con desprecio: "No la entiendo, igual que cuando no entendía por qué destrozaba el piano que me había comprado, y ahora no entiendo por qué no quiere irse, si lo piensa, o si le han lavado el cerebro, o si está completamente desesperada. "

Shen Ci pudo oír el agotamiento en su tono, y de repente no pudo tragar.

Un par de padres así, creciendo en un entorno familiar así, ¿cuántas cosas increíbles ha experimentado Qin Yi desde que era un niño?

Qin Yi no continuó hablando, y terminó el tema a la fuerza: "Vamos a comer".

Shen Ci frunció los labios: "De acuerdo".

Se arrepintió un poco de haber hablado de este tema durante la cena, lo que hizo que la comida que tenía en la boca le supiera mal. Cuando levantó la vista, vio que Qin Yi fruncía el ceño y se llevaba el arroz del cuenco a la boca, con cara de estar comiendo bien. Era insoportablemente doloroso.

Una vez le preocupó que Qin Yi se resistiera tanto a comer y que fuera anoréxico, pero Lu Heng dijo que no era hasta ese punto, sino que no tenía apetito, pero seguía comiendo, sólo que no mucho.

Durante los dos últimos meses, ha comido con Qin Yi todos los días, y con el tiempo, la situación se ha suavizado, pero hoy, bajo la influencia de Qin Qian, sus esfuerzos parecen haber sido en vano.