2

23 4 0
                                    


Con lío...

12:00pm y escucha como su padre apenas va llegando a su casa, seguramente ebrio.

Baja las largas escaleras de caracol sigilosamente para escuchar con quien habla su padre...

—la e estado observando, me parece buena para el—habla Octavio en su lengua madre <<italiano>>— hoy me vio observarla pero no me tomo la importancia que debería, así que será fácil atraparla.

Lió no se asombraba con la platica de su padre, era el "trabajo familiar", la trata de blancas no era algo que le agradara pero tampoco algo que pudiera evitar.

—necesitamos seguirla un poco más de tiempo, quiero asegurarme de que sea sumisa con el.

¿Con el?

Sube a su habitación cuando escucha a su padre levantarse de la silla de su oficina. Se acuesta en su cama fingiendo usar su celular cuando su padre entra.

—creí que estarías dormido— dice Octavio rompiendo el silencio.

—yo creí que estarías ebrio, Octavio.

Su padre se va sin decir nada, no era nueva la actitud de su hijo, desde que su madre murio lio limitó sus palabras y dejó de mostrar emociones al mismo nivel que antes.

—buenas noches a ti también Octavio— dice sarcásticamente.

Lio era un chico serio al que su padre le preocupaba que su hijo no haya presentado ni siquiera una amiga cuando ya tenía 17 años.

===========================

Con Octavio...

Era obvio cuando a Octavio le molestaba algo, nunca se guardaba nada y al ser el jefe de la organización de trata de blancas no era necesario callar, todos lo respetaban y le temían, así que para él era fácil expresarse.

Sin embargo, había solo una persona con la que se limitaba sus palabras, su hijo Lio, entendía su actitud y su seriedad desde que su madre murio, lo entendía porque él pasó por lo mismo a su edad, pero no es las mismas circunstancias.

Tomo una ducha y se recostó a descansar, hasta que...

—papá, quiero presentarte a alguien— dice Elio escondiendo a alguien tras la puerta.

<<por fin>> pensó Octavio.

— él es Mario papá, mi no...

No dejo terminar la frase cuando Octavio ya estaba sentado en su cama sudando frío. Definitivamente ese era su miedo.

Tomo su celular de la mesa de noche para marcar a uno de sus socios.

Al tercer sonido este le contesta...

—tenemos que adelantarlo— dice Octavio sin dejar hablar a la persona del otra lado de la línea.

—oh si Humberto, ¿cómo estás?—dice sarcástico al notar que Octavio fue directo al grano con un tema que ni siquiera entendía.

—no estoy para bromitas Humberto, Lio no me a presentado a ninguna muchacha y no quiero que me salga maricon—dice aun agitado por el sueño que acaba de tener.

—Mmm, entiendo, pero que tanto quieres adelantarlo, necesito saber para checar los horarios de la mamá de la muchacha que quieres—dice esperando a que Octavio termine de tomarse las pastillas para la presión.

—que no pase de esta semana— dice Octavio cortando la llamada sin dejar hablar a Humberto.

No logra volver a conciliar el sueño así que solo se limita a fumar un puro y ver el amanecer desde una de sus Terrazas.

Pasan las horas hasta que dan las 5:00 de la mañana y comienza a escuchar ruidos por la casa.

Toma su arma dirigiéndose al tercer piso a checar que su hijo esté bien pero se sorprende al encontrar a su hijo preparando su uniforme...

—¿que estás haciendo?— pregunta a lió bajando su arma.

—que parece que hago, tomaré una ducha para ir al colegio.

—pero son vacaciones, que piensas hacer en el colegio en vacaciones, ¿iras con algún amigo hombre?—pregunta esperando una respuesta que no lo decepcione.

—es 26 de agosto, papá— dice lió provocando que su papá se sorprenda al escuchar como lo llamo después de tiempo—las clases comienzan hoy.

—si, claro que ya lo sabía, pero mejor despídete de tus compañeros— dice sin poder evitar la sonrisa que se forma al recordar la sorpresa que tiene para su hijo.

— nos mudaremos de nuevo, enserio Octavio?— dice provocando que su padre borre la sonrisa que había formado.

—Lió, por favor es un hermoso día, no hay que arruinarlo con peleas— dice rodeando los hombros de su hijo con un brazo.

Su hijo se safa y sin mencionar palabra se mete a la ducha.

Dan las 6:20am y lio baja a tomar el desayuno ignorando a su padre sentado en la silla frente a él.

La señora de servicio le acerca su desayuno y él sigue sin mirar a su padre.

Octavio siente una punzada de dolor causada al notar que su hijo no le toma importancia.

—Lio— dice Octavio tratando de sonar emocionado por la noticia que le dará.

Lió solo se limita a mirarlo...

— tengo una sorpresa para ti, está relacionada con la mudanza— dice con una sonrisa en la cara.

—¿y ya tienes esa sorpresa aquí?— pregunta volteando a ver a todos lados sarcásticamente buscando dicha sorpresa.

—la tendrás en menos de una semana, hijo mío.

—Alors donne-le-moi jusqu'à ce que tu l'aies entre tes mains, père— le dice lió en francés, a lió le gusta el italiano, sin embargo solo Octavio lo es, mientras su hijo es francés al igual que lo era su difunta esposa.

<<dámelo hasta que lo tengas en tus manos, padre>>

Octavio solo tuerce los ojos tratando de controlase al escuchar a su hijo hablando francés sabiendo que Octavio solo conoce unas palabras.

sabes que me molesta el francés— dice empuñando el tenedor en sus manos.

te molesta porque no lo entiendes padre, sin embargo solo te limitas a criticarlo en lugar de aprenderlo.— dice Lió tomando su mochila seguido de el chofer que lo guiará a la escuela.

Octavio suspira recibiendo las pastillas para la presión que le da la señora de servicio.

Esta se va mientras Octavio no deja de mirarle el culo imaginándose dentro de él.

ESTOCOLMO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora