Con ayla...
Ayla se adentra en la mansión molesta y llena de vergüenza en su intento fracasado por escapar.
Sube las escaleras encontrándose con dos pasillos llenos de puertas.
¿Cual era?...
Se mete a uno de los pasillos tratando de encontrar la habitación que le dieron sin embargo no la encuentra, se regresa al otro pasillo chocando con Humberto.
—princesa—se inclina Humberto haciendo una reverencia.
—deja de llamarme así.
—oh vamos—se queja—pongámonos apodos.
—no somos amigos—responde ayla.
—pero podemos serlo—dice Humberto emocionado.
—okay—contesta con una sonrisa maliciosa—te dire el buki.
Contiene la risa tratando de no parecer obvia con el apodo que acaba de darle.
—perfecto princesa, ahora te guiaré a tu habitación.
La lleva a su habitación y le indica lo que tendrán que hacer en la noche.
—princesa—llama su atención—por la noche el príncipe lio y tú tendrán que conocerse así no lo quieran.
Ayla solo baja la vista sin decir nada.
—lo tomaré como un si.
Se va dejándole en la cama la ropa que tendrá que ponerse.
Ayla se levanta a tomar una ducha y al salir vuelve a hacer su rutina de maquillaje un poco más marcada por el morete que le dejo el golpe de Octavio esa madrugada.
Al terminar se viste y se hace una cola alta que hace que resalte la cadena que le dio su padre antes de discutir.
Se sienta esperando a que Humberto entre para llevarla con el supuesto príncipe.
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Los Ángeles.
Ese mismo día 10:30am.
—ayla—la busca su madre—ya llegue hija.
Sube entrando a su habitación esperando encontrar a su hija aún dormida sin embargo solo encuentra cosas tiradas y una nota...
"La cuidaremos bien, no correrá peligro a menos que ella lo provoque, no la busquen si quieren vivir, tampoco la volverán a ver, la princesa tendrá una mejor vida."
"Posdata... no tomen el agua de la jarra."
Att: H.
Martha siente un escalofrío recorrerla al mismo tiempo que deja caer la nota con sus ojos inundados de lágrimas.
No podía hacer nada hasta estar segura que no era una broma de su hija, se dirigió a la cocina en busca de el aparato que le daba vista a la cámara de la calle pública, era algo que las personas de el vecindario sugirieron por seguridad.
Puso las grabaciones, su hija llegando a casa, en cuanto su hija entra a casa dos camionetas negras se estacionan frente de la casa.
Aproximadamente dos horas después su hija es sacada por la fuerza con un vestido, ella trata de escapar pero mira como un tipo la toma por el cuello robándole el aire.
Llora, es lo único que puede hacer.
Tratando de contener el llanto, llama a la única persona que puede contactar, Rodolfo...
Llama 1 ves y no contesta, llama dos y es la misma respuesta, a la tercera vez alguien contesta molesto al otro lado de la línea...
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ESTOCOLMO
RomanceEl quería que ella fuera feliz, ella quería serlo con el, ambas decisiones hacían infeliz al otro... Créditos de la imagen a quien corresponda.