ESTOCOLMO

La fiesta, pt2

Narra ayla...

No estoy segura de cuantos tragos llevo de lo que sea que me esté dando franssesco, de lo que si estoy segura es que esto no terminará bien, la única vez que tome así termine durmiendo en un puente con un grupo de amigas.

—¡arriba las manos!— grita franssesco con voz arrastrada, está peor que yo.

—¡y abajo los calzones!— le respondo riendo, no puedo evitarlo, me siento mejor con el alcohol en el cuerpo.

La gente nos mira extrañados, no somos los únicos ebrios pero si somos los que están peor.

No creo que estemos Tan mal, así que no tomo importancia y seguimos tomando, Octavio está tan distraído que no se da cuenta.

Franssesco me toca el hombro y veo que apunta en dirección al DJ distraído.

—¿y?.

—vamos a poner música.— dice en un susurro como si alguien nos pudiera escuchar, su aliento grita licor.

Comenzamos a gatear hasta él área del DJ y ignoramos cómo la gente nos ve, como si fuera extraño ver a dos personas en una fiesta, no sé qué le pasa a esta gente es tan extraña.

Llegamos a donde están las bocinas y franssesco comienza a mover el equipo y me voltea a ver.

—¿que canción ponemos?—apenas entiendo lo que quiere decir.

Pienso...

—¡ya se!— grito y pongo mi dedo en señal de que tuve una idea—pon la chona.

—¿lechona?—pregunta con el entrecejo fruncido.

Suelto una carcajada exagerada, juro que no puedo evitarlo todo me da risa en estos momentos.

De repente comienza a sonar la canción que pedí y me levanto junto con franssesco a bailar la chona, ignoramos la reacción de todos al cambio brusco de la música.

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Narra lio...

Mientras hablaba con algunos socios de mi padre, la música de piano cambia bruscamente a una canción que suena realmente extraña. volteo a la zona del DJ y veo a ayla y franssesco bailando mientras tratan de no caerse, estuve observando a ayla y seguramente tomo el doble que todos aquí.

Los ignoro lo más que puedo hasta que el sonido de los tacones comienza a oírse más marcado, volteo y no puedo creer lo que veo.

Ayla y franssesco están bailando, arriba de una mesa, Bueno, tratando de bailar, ninguno de los dos está en sus cinco sentidos, solo dan vueltas mientras franssesco la toma de la cintura, la misma cintura que yo tomé hace unas horas para besarla.

Miro a mi padre que observa divertido la situación, si lo vemos por el lado bueno, es que ayla está feliz, no lo recordará mañana pero por lo menos no está llorando o musitando cosas en español.

—¡put "diles" by badbunny!— grita ayla dirigiéndose al DJ que sin pensarlo la obedece.

Comienza a sonar una canción diferente a la que soñaba antes, esta también está en español.

Regreso la mirada a ayla y veo cómo está bailando mientras mueve su trasero de un lado para otro, no creo que la canción sea muy adecuada si ayla se puso a bailar de esa forma.

—¡eso mami báilala!— le grita franssesco tambaleándose aún arriba de la mesa.

Parece que a ayla no le agrado lo que dijo porque deja de bailar y le comienza a gritar en español a franssesco.