Capítulo 30

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Capítulo 30: ¿Más mentiras? Parte 1.



La diferencia de este partido a los otros, es que no habría celebración por la victoria por dos razones; una, porque Luke sería llevado al hospital para que le pusieran una venda a su rodilla y la mayoría del equipo quiso acompañarlo. Y dos, que los chicos tenían prohibido la adquisición de alcohol o algún otro químico tóxico para que su cuerpo esté sano en toda la semana del campeonato.

Al terminar mi conversación con Michael, él se fue con los demás directo al hospital con Luke. Le pedí que me contara cualquier cosa que pasara y si ocurría algo malo, que fuera la primera en que llamaría. Lo único que me tranquilizó fue que él me lo prometió por el dedito.

Salí del campo con la cabeza algo agachada y mis manos adentro de mis bolsillos. Estaba muy preocupada por la rodilla de Luke, ya que lo que más necesitaba él era su velocidad para jugar, además de que las oportunidades con la universidad estaban jugadas en el campeonato.

Mi conciencia me incriminaba todo el tiempo por pensar en Luke en cada momento, porque lo que debería de hacer es olvidarme de Luke por siempre, y a veces me pregunto... ¿En verdad algún día podré hacerlo?

Jeremy y Daniela me encontraron caminando en los pasillos y no dudaron en venir hacia mí corriendo algo exaltados por la adrenalina y con sonrisas de orgullo por el equipo. Creo que su felicidad se me contagió un poco porque solté una risita cuando los tuve al frente mío.

—Parecen dos chiquillos que acaban de comer cinco tarros de azúcar—les dije, empezando a caminar nuevamente.

—Prefiero tarros de galletas—intervino Daniela, y a Jeremy le pareció demasiado tierno aquel comentario. Lo supe porque no dejó de mirarla luego de un rato y sonreía como si acabara de ver a dos gatitos bebés recién nacidos.

—¡El partido estuvo fantástico!—Exclamó Jeremy, mientras caminábamos por las calles iluminadas de Sídney.

—Yo creo que el próximo será mejor, ya que Luke no pudo jugar en este—opinó mi amiga, y luego de haber dicho el nombre del susodicho se tapó la boca con sus dos manos arrepintiéndose rápidamente.

—Tranquila, debo empezar a aceptar que Luke no va a desaparecer de pronto de la faz de la tierra y en algún momento tendremos que nombrarlo—me encogí de hombros tratando de ocultar las ganas de llorar—. Pero de igual manera, Luke no jugará en el próximo juego, más bien, creo que no jugará en toda la temporada.

Jeremy amenazó con dejar caer su mandíbula al suelo.

—¡¿Por qué?!—Gritaron mis dos acompañantes poniéndose al frente mío, obstruyendo mi paso.

—Tiene un esguince en la rodilla y el doctor le mandó reposo por una o dos.

—¿Días?

—¿Semanas?

—¡¿Meses?!

—Tal vez tres—dije recordando lo que había dicho el doctor.

—¡¿Tres, qué?!—Daniela me sacudió fuertemente.

—No lo sé, les estoy diciendo lo mismo que el doctor dijo—me defendí, con los brazos extendidos para evitar que Daniela tuviera un ataque de locura.

Jeremy calmó a mi amiga, atrayéndola hacia su pecho y encerrándola entre sus brazos mientras dejaba caer su mentón encima de su cabeza. Ya que, quedaba claro decir que Jeremy le llevaba casi una cabeza de altura.

Me quedé algo hipnotizada por aquel gesto de mi amigo y la reacción de Daniela al contacto de su piel con la suya. Fue cómo si a una llama de fuego lo apagaran con gotas de agua o cómo si a alguien que lloró toda la noche la calmaran con un abrazo eterno.

REJECTS [SIN EDITAR]Where stories live. Discover now