Buenas e infernales noches mis almas lectoras... Una vez mas aquí me tienen presa de esta sublime y tortuosa inspiración... A la cual solo me queda hacerle caso y escribir... Sin duda este es uno de mis solitarios placeres que me acompañan en la oscuridad y soledad... Pero en fin dejando esa melancólica prosa con la que empiezo hoy, les traigo la 5ta entrega de este fanfic... Esperó les guste...
Cap 5: Sentimientos Encontrados.
William seguía aun en brazos de Grell... Si bien el azabache ya no lloraba por dolor e impotencia se sentía mal... Muy mal... Las palabras de Grell lo habían herido a sobre manera... El mayor sabia que el tenía la culpa... Sus estúpidos miedos, prejuicios y orgullo le ha han quitado la oportunidad de amar y ser amado... Ahora ya no le importaba nada, su carácter, su orgullo, todo lo que tenía se había doblegado ante Grell en ese instante en el que se le confesó... Sabía perfectamente que el pelirrojo nunca le perdonaría. Pero aun así seguía suplicando más el perdón de éste. William nunca había sido tan honesto y mucho menos había llorado frente a alguien.
-Grell... Dime algo por favor... No puedo soportar que estés callado, insúltame, búrlate de mi, incluso golpéame pero reacciona dime algo te lo suplico, si no me das a entender que no te importo, que mis disculpas son en vano... Y no te culpo por no poder o no querer responderme... No importa, sé que me lo tengo ganado... Me tengo ganado tu odio, tu resentimiento... Sé que quizá soy la peor persona de éste mundo, que perdí tu amor...-
Hablaba William como nunca... Completamente triste... Ido y perdido su corazón sólo lo había abierto para confesarse y ahogarse en dolor... Se convencía a si mismo que era todo su culpa... Como buen caballero tomaría el peso de sus acciones.
Grell por su parte se comenzaba a sorprender viendo como su frío jefe se le había confesado, como se doblegaba y pedía perdón... Y ahora como se estaba quebrando en dolor aceptando ese sentir tan cruel... Pero justo antes de que pudiera decir algo Grell... William ya se había puesto de pie, su semblante era total y comenpletamente melancólico... Esto seguía dejando sin saber que decir o reaccionar al pelirrojo.
William se inclino de forma delicada hacia el carmesí, le dio un sutil beso en la frente para así separarse de Grell ya por completo. -Grell... Sera mejor que yo me retire... Seguramente lo último que esperas oír hoy, es a un idiota confesándote su amor demasiado tarde... Seguramente te soy una molestia, yo entiendo por tu silencio que nunca me vas a perdonar y sabes... Eso está bien, ni yo mismo me perdono, Grell tú vales mucho, eres alguien único y maravilloso... Solo te has encontrado con muchos idiotas... Y quizá para mi pesar, yo soy el mayor de ellos... Sabes... No te preocupes ni por mi, ni por tu trabajo... Ve descansa una semana... Yo arreglo todo...-
William hablaba calmado... Pero con un dolor tan visible, ya no podia ocultar mas que todo esto le dolia... Cosa que seguía dejando sin habla alguna al menor del cabellera carmesí. Jamás... Jamás en su vida pensó ver tan vulnerable a William... No sabía que decir... No sabía qué hacer, Grell también se sentía basura... Y quería hablar más con William... Pero cuando se estiro un poco para alcanzarlo, y estirarle del traje, este abrio un portal esmeralda, el mayor ya dándole la espalda, entro a este y se fue susurrando algo, y esas palabras dejó llorando a ambos... Ya cada uno por su lado: "Grell la única molestia aquí... Así como única peste despreciable en esta eternidad soy yo...No te preocupes ya no te agobiare más… Por favor ódiame, harías bien en odiarme… Más de lo que ya lo haces, y eso esta bien...".
Grell ya no entendía nada... ¿Qué era lo qué acababa de pasar? William había ido hacía él, se había preocupado por él, se le había confesado, pero sobretodo vio algo que jamás creyó posible... William llorando y aceptando qué todo era su culpa... Sin duda esto provocó dos sentimientos encontrados... Una gran tristeza al no poder decirle a William que ya no importaba nada más que lo perdonaría y el otro fue el retorcido orgullo y placer al ver sufrir a William al fin como él lo había hecho por un siglo... Pero esto solo le provoco un fuerte dolor en el pecho al menor, ¿Acaso era tan malo para dejar ahora a Will sufriendo?... En verdad, no es que fuera malo... Pero todo esto le impedía reaccionar, tenía que asimilar todo.
Por otra parte teníamos a un William como nunca... Herido... Tanto que sin pensarlo dos veces suspiro no para calmarse y hacerse alguna falsa esperanza. Si no que suspiro lleno de melancolía para dejar escapar todo sentimiento y esperanza. Los minutos pasaron y se veía a William en su estudio en un sillón con un par de botellas whisky cerradas así como otra a punto de ser vaciada en su totalidad de un trago. Las noches de ambos shinigamis uno azabache y otro platinado eran similares un ir y venir en el alcohol. Ambos habían perdido lo mismo... El amor de Grell.
Un par de días después en Estados Unidos en una mansión se podía ver la figura del platinado vestido de negro... Solo pantalón y camisa... En un acto de furia había arrojado al fuego su túnica así como su sombrero. Adrián Crevan llevaba una semana sin dormir, sin comer... Sólo tomando... Mientras tanto el panorama en Inglaterra era igual en el departamento de William T. Spears.
El azabache no había dormido y mucho menos comido algo en dos días sólo tomaba y tomaba incluso había faltado a la oficina ese día. Claro no sin antes poner un permiso para Grell. Y él en el día anterior fue a trabajar en ese deplorable estado valiéndose de los portales solo para hacer presencia. Todo esto claramente fue notado por Eric, Alan y Ronald. Quienes pues aunque quisieron intervenir y ayudar solo se vieron rechazados... Sus temidos superiores se habían roto.
Grell ya había podido asimilar todo... Bueno en su mayoría... Ya que le dolía aun todo lo vivido... Era tanto su dolor que solo se encerró en si mismo en volver ese dolor una frialdad pura, para poder soportar todo eso.
El tiempo siguió pasando... Así se cumplió un mes después del cumpleaños del pelirrojo. Grell ya había regresado a trabajar con una actitud aun más fría que la de antes. Seguía siendo extraño ver a ese pelirrojo con su traje perfectamente negro, su cabellera corta aunque ya llevaba un par de años con esa apariencia pero ahora era aun más temido... Como entrenador daba más que miedo, exigía más allá de la perfección... Y William ni se diga era peor que antes... Frío, Intolerante, Completamente amargado. Se había vuelto un completo tirano. Claro la oficina en cuestión de días fue excelencia pura. Pero entre Grell y William no existía comunicación no porque no quisieran hablar entre ellos... Lo deseaban pero tomaron la misma decisión... Sufrir completamente solos.
Las cosas no podían seguir así... No más... Tenían que hablar. Pero William no daría el primer paso y tampoco Grell... Así que Ronald fue el que decidió intervenir. El rubio-moreno fue a la oficina de su sempai y toco... -Puede pasar...- Fue lo único que se oyó de la voz del pelirrojo quien hacia unos informes sobre sus estudiantes. Ronald entró y se paro enfrente de Grell. -Sempai... He venido a hablar con usted...-
-¡Ah Ronald! Vamos toma asiento. Dime que sucede, No me digas que las Shinigamis de asuntos internos te rechazaron de nuevo… uhnm… ya se de seguro te están usando de nuevo las de recursos shinigamis como su cartero... Les he dicho a esas mujeres que no me interesan. También me gustan las mujeres no lo niego... Soy un hombre también con sus debilidades de poseer eróticamente a una mujer, cosa que ahorita no me importa y ni tengo tiempo para esas ridículas cosas... Bueno creo que te interrumpí... ¿Dime que necesitas Ronald?-
-Sempai... No es nada de lo que ya mencionó... Solo quisiera preguntarle algo, ¿Porque se volvió tan frío?... No tiene que sufrir aun más por su cuenta... Yo entiendo todo eso y se que es difícil, pero nos damos cuenta de cuanto sufren usted y Spears-Sempai... Usted le amaba y yo se que muy en el fondo usted lo sigue haciendo justo como ahora William... Lo ama... Pero no es la mejor opción que los dos estén fríamente sufriendo en silencio. Si yo fuera ustedes, a pesar de tanto error cruel... Yo seguiría luchando. Sin duda las palabras del shinigami menor habían dado en un punto vulnerable de Grell, el cual suspiró y con una mueca de tristeza le dio la razón a Ronald...
Bueno mis hermosas ladies... Encantadoras almas... esto es todo por el momento... Esperó que lo disfruten. Tengan dulces pesadillas.
HimeDiamont, 2015 ©
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Entre El Amor Y La Locura
Fanfic[Advertencia: Yaoi, Lemon, OoC] Grell había ya sufrido bastante, tanto que hace tiempo opto por un cambio radical... Volvio a ser ese shinigami estricto que solia ser en sus tiempos de la academia, pero cuando creia que al fin podia ser feliz, algo...