☘︎Cᴀᴍᴘᴀᴍᴇɴᴛᴏ KNY☘︎ [𝚃𝚊𝚗𝚣𝚎𝚗]

19# Enrrollate

Pov's Omnisciente

Los tres chicos se encontraban en las cafetería para el almuerzo.
Detrás del mostrador de la comida estaba Rengoku con un megáfono comentando la comida.

- ¡De primero tenemos un potaje de saber que es eso, es verde, parece césped. De segundo un arroz aguado con trozos que no tengo ni idea, creo que es carne, y si no quieren eso tienen...gusanos, parecen gusanos, tampoco tengo idea, pero no creo que esté bueno! - la cocinera le dió un espátulazo.

- ¡Son espaguetis, gritón! - se escuchó por el megáfono.

- Ese tiene cara de gusano, ¿no le ve los ojitos? - la cocinera le tiró un pegote de espaguetis en la cara.

- ¡Toma tus gusanos y deja de gritar!.

En la penúltima mesa se encontraban la pandilla, aunque, el rubio estaba demasiado separado del burdeos.
Zenitsu no podía olvidar la obra de teatro. Cada vez que lo veía esa imagen mental de ellos dos llegaba a su mente, causándole nerviosismo y un gran sonrojo.

- Ya no te quiere. ¿Quieres que te busque otro novio? - bromeó Inosuke.

- Deja de decir tonterías, jaja...- Tanjiro no dejaba de pensar en eso, sin embargo se quería disculparse con él; aquello fue muy mal educado de su parte, se le olvidó preguntarle antes de besarlo.

Si recordamos lo que pasó después del beso...
Zenitsu y Tanjiro se quedaron quietos. De pronto Zenitsu saltó alterado, nervioso, sonrojado, con un montón de emociones al mismo tiempo. Fueron muchas que se desmayó en el escenario. Zenitsu no había sentido tanta vergüenza en su vida...pobre.
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Nezuko deleitaba sus ojos con el beso de su hermano y el chico rubio aparentemente vestido de chica. Había grabado cada minuto de la obra sin que su hermano se diera cuenta. A su lado Kanao veía atenta la parte de sus ojos; podía ver a kilómetros el amor mutuo de ambos chicos.

- ¡Qué hermoso!, Estoy tan contenta por mi hermano...- miró la imagen pausada del beso.

- Puede que acaben juntos. Si es que se atreven a decir lo - Kanao analizaba en su cabeza.

- Si no lo hacen...¡Los obligaremos!.

- No se puede obligar el amor...eso es lo que más he comprendido en este campamento..- Nezuko la abrazó.

- Me daría rabia que se callaran sus sentimientos, pero tampoco quiero obligarlos a decir algo que no quieren...
.

Los instructores estaban reunidos (menos Rengoku) en la cabaña principal.

- Ese muchacho tiene huevos...- miraba Uzui la cámara de Mitsuri, pues ella también lo había grabado todo.

- Huevos y valor. Yo nisiquiera pudiera haber interpretado el papel con la persona que me gusta. - concluyó Sanemi.

- Pero... Zenitsu-kun se desmayó después de eso, que pena, me abría gustado ver su reacción
..- Mitsuri entristeció.

- Vaya, vaya, ¿No dices nada, Tomioka? - la chica azabache lo miró.

- ¿No creéis que hay mejores cosas que ver un beso de unos adolescentes en una obra de teatro?, Solo estaban actuando - Tomioka volvió a su puesto.

- No es nuestra culpa que tu no hayas tenido un beso adolescente, Tomioka, jeje - se rio burlonamente Shinobu.

- Es verdad, todos hemos tenido uno...bueno..- Obanai miró a Tomioka.

- ¿Eso es verdad, Tomioka? - se acercó Mitsuri curiosa.

- Esas cosas son personales - desvió la
mirada.

- No importa si tienes vergüenza de decir que nunca has tenido un beso adolescente - Sanemi lo miró desafiante - o que sigues siendo vi- - La puerta se abrió dejando ver a Muichiro y Rengoku que regresaban. Rengoku con la cara manchada.

- ¡JAJAJAJAJAJA! - Obanai, Uzui y Sanemi se rieron.

- Tienes algo en...- le dijo Tomioka señalando la cara.

- La cocinera me lanzó los espaguetis a la cara, nada más - Mitsuri le dió una toalla - Gracias.

- Bueno, y, Rengoku...¿Tu has dado un beso adolescente? - Sanemi le preguntó.

- ...¡No me acuerdo! - afirmó Rengoku.

- Lo más seguro es que sí. Solo míralo. Demasiado bueno para que lo dejen ir - Comentó Muichiro introduciéndose en la conversación.

- ¿Y?, ¿Ya perdis- - Tomioka se levantó del puesto de golpe.

- Yo me retiro. Deberían a ser lo mismo, Sanemi y Obanai - salió de la cabaña entre cerrando la puerta.

- ¡Verdad!, Ya nos veremos luego - Sanemi se dirigió a la puerta.

Saliendo de la cabaña se encontró a Tomioka  detrás de un árbol. No le dió importancia y siguió su camino .
Tomioka solo en pensar todo lo que dijeron sus compañeros su corazón se puso a palpitar de manera incontrolable.
Kamado y Rengoku estaban a un solo paso de ser iguales. Tomioka resaba para que el universo tuviera piedad con el rubio.
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Zenitsu pasaba por las cabañas intentando quitar esa imagen mental de su cabeza. Muy tranquilo hasta que el cabeza jabalí lo sorprendió.

- ¡Hey, Monitzu, enrrollate un poco!, Pareces nervioso y a la vez como si escaparas de algo. En otra palabra, un cara culo como el ojos azules ese - Zenitsu se dió cuenta que tenía razón. Debía pasar página y escribir otra nueva distinta a la anterior.

- Gracias, supongo. ¿El instructor Tomioka tiene cara de qué? - Zenitsu no había escuchado buen esa parte.

- De cara culo. Creo que se la pasa pensando y ordenando las cosas, por eso tiene esa cara.

- ¿Me has dicho cara culo? - Tomioka había escuchado toda la conversación.

- ¡JAJAJAJAJA!, ¡HASTA LOS CAMPISTAS PIENSAN IGUAL! - se reía Sanemi.

- Estás castigado...- le señalo el tronco de la fogata, indicando que se sentara ahí.

- Típico de un cara culo... - susurro Inosuke.

- Inosuke, no creo que quieras una semana de castigos. Mejor callate el hocico - susurro Zenitsu para advertirle.
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Zenitsu paseaba por el campamento, ya era casi de noche, y pronto se iría a dormir. Sine embargo, su cabeza lo sumergía en sus pensamientos. Ya no solo en aquel beso, si no que...el campamento no duraría mucho. Este es su último año en el campamento; pues ya no le permiten entrar por tener mayoría de edad.
Recordó cuando comenzó el campamento, cuando tuvo miedo, cuando estuvo en soledad, cuando se hizo amigo de Inosuke...cuando conoció a los hermanos Kamado..

- ¿En qué piensas? - Nezuko lo sorprendió, haciendo que saltara del lugar.

- ¡Ah!, ¿Nezuko?, Que susto...en nada, tonterías - Nezuko miró con desconfianza a Zenitsu.

- ¿Qué pasará con vosotros dos?...con mí hermano - Zenitsu y Nezuko se dirigieron la mirada. Ambos sabían que no era eterno lo suyo, pero, por lo menos tenía que decirle sus sentimientos al burdeos, antes de wud fuera muy tarde...

- Lo nuestro es solo...amor de campamentos, supongo, no creo que llegue a más. Los dos tendremos distintos caminos que seguir, además...yo no sería la mejor persona que él debería pasar el resto de su vida - Zenitsu sonrió desde el corazón, dejando a Nezuko con un dolor en el pecho, que seguiría el resto de su vida, claro, si el destino no los juntaba.

- ¡Has sufrido mucho, Zen!, ¡Es hora que la vida te dé algo bueno!, ¡Te juro que la vida os juntará! - Nezuko abrazó a Zenitsu con todas sus fuerzas.

- Nezuko..- las lágrimas se hallaban apunto de salir. Aquel  acto lo recordaría siempre...
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Tanjiro observaba su maleta. Por alguna razón no se atrevía a abrirla, porque apenas verla le daba un sentimiento de tristeza...el no quería que ese campamento se terminara.
Aún tenía tantas cosas por hacer...

- Ahora...¿Qué voy ha hacer después?..- se acostó encima de su maleta.