7- Un sueño

1.7K 226 43
                                    

┏━━━━━━━━┉┉┉━━━━━━━━┓

La primera persona en comentar cinco veces el emoji del lobo (🐺) le dedicaré el próximo capitulo...

┗━━━━━━━━┉┉┉━━━━━━━━┛

A la mañana siguiente todos se estaban comportando extraños, y cuando digo extraños no es de la forma en la que creen. Ellos habían levantado a sus prisioneros más temprano qué nunca, entre ellos estaba Zoe y su madre. Las cuáles se abrazaban una a la otra para transmitirse un poco de color en el frío de la habitación.

—Arriba las dos. — les ordenó Steven desde el umbral de la puerta. Ahí afuera las esperaba con una jeringa con ese líquido verde que las hacía perder su parte animal por horas. Impidiendo que puedan convertirse en su forma animal.

Wendy fue la primera en pararse, lista para enfrentar el destino que le esperaba detrás de esa puerta de hierro oxidado. Y Zoe, la cual seguía metida en sus pensamientos, discutía internamente en sí pararse o no.

—Coneja, si no mueves tu trasero hasta aquí ahora mismo, ten por seguro que iré a buscarte, y te doy mi palabra cuando te digo que no te gustará lo que te haré — le advirtió el lobo con una sonrisa malévola en su rostro, esa sonrisa que Zoe tanto odiaba y que le daba asco con sólo verla.

Ella se quedó quieta, y él, sin esperar más, se encaminó hacia su dirección. Su madre, al percatarse de eso, se entrometió en su camino y llamó a su hija para que se levantara.

—¡Zoe! Ven... querida. — ella temía de lo que él pudiera hacerle a su única hija.

—Mamá, deja de seguir órdenes por un momento ¿no estás cansada del trato de esta gente? — le soltó ella con obviedad.

—Zoe. Silencio. — su madre le ordenó, pero fue muy tarde cuando Stiven la tomó del cuello. Dejándo a la pobre chica sin aire que respirar.

—¡Déjala, por favor!. ¡Sueltala, la vas a matar! — la mujer gritaba con desespero. Y en un intento fallido de apartar al hombre de su hija, resultó siendo lanzada por los aires, chocando con una de las paredes a su espalda.

Adolorida y sin tener tantas fuerzas, volvió a levantarse tomando lo primero que vio a su disposición; aquella jeringa con el líquido verde.

Sin temer a las consecuencias, clavó la filosa aguja en el cuello del hombre, quién soltó un alarido al sentir el objeto punzante siendo violentamente hundido en su cuello.

—¡Maldita! — exclamó con enojo mientras caía al suelo de rodillas. Sacó la jeringa de su cuello de un solo jalón, y con su mano tapó la herida lo mejor que podía. –¡Me las vas a pagar!, ¡Las dos me las van a pagar!

Ignorando aquello, Wendy se encaminó hacia su hija, ayudándola a ponerse de pie. —Por la Diosa, ¿Te encuentras bien? — ella estaba preocupada. Zoe asintió sin más.

—Mamá, no tenemos tiempo para esto. Nos esperan.

—¿Qué?

—Vamos, rápido. — ahora fue Zoe quien ayudó a su madre a correr. Saliendo de la celda y dejando allí al lobo herido.

Mientras corrían por los pasillos que parecían interminables, Wendy buscaba alguna explicación. —¿Quién nos espera?

—Madre, saldremos de aquí pronto. Sólo necesitábamos que no nos inyecten esa cosa y ya. — los ojos de la mujer se iluminaron —López nos ayudará. Él me propuso un plan.

—¿Un plan?. ¿Tu "plan" era que ese hombre te ahorcara hasta matarte? — a ella no le había gustado para nada la idea, había sido muy riesgoso.

—No madre, ese no era mi plan, simplemente salió mal. Pero no te preocupes, estaremos bien.

—¿Qué no me preocupe?, Imagina que yo no hubiese podido defenderte, ¿Qué hubiese pasado entonces? — Wendy aún seguía preocupada.

—Mamá, por favor. Sólo...

Zoe se vio sin completar la frase cuando vio a dos hombres más que se encontraban ubicando a las prisioneras en sus filas. Ambas tuvieron que comportarse como si nada hubiese ocurrido mientras se ubicaron en una de las filas.

Esperando para ser subidas a un camión que parecía ser de carga.
Algunos murmullos se escuchaban en la fila, algunas decían que serían ejecutadas, mientras otras aseguraban que tan solo serían llevadas a otro sitio.

Zoe y Wendy no sabían cuál de las dos hipótesis era cierta, tan solo querían salir de allí en cuanto antes. Ambas con la esperanza de volver a ver a sus familiares, y Zoe, se mantenía hundida en sus pensamientos imaginándose al Alaric que su madre tanto le había descrito.

Cabello negro

Ojos celestes y nariz perfilada

Cejas gruesas y pestañas largas

Respetuoso, inteligente, amable... Entre otras cualidades que lo definían.

Ella aún seguía con la esperanza de que tal vez, él aún la esté buscando. Aunque las probabilidades eran demasiado bajas en cierto punto.

.
.
.
.
.

Espero que les haya gustado mucho este capítulo. No olviden dejar su voto y sus comentarios por para saber qué les pareció.

 No olviden dejar su voto y sus comentarios por para saber qué les pareció

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 14, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Luna PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora