Cediendo Terreno (NaruHina ❤️)

✨El Plan✨

Capitulo 16

✨El Plan✨

Hinata no levantó la mirada de su mano llena de sangre que aún mantenía del macho que acabada de matar cuando escuchó que entraban los demás.

Matsuri se sentó a su lado, apoyando su mano en su brazo y dándole un pequeño apretón. Tamaki se sentó del otro lado, pasando su delgado brazo por los hombros de Hinata y pegándole a su costado.

Hinata no sabía lo que sentía en ese momento, no estaba mal por haber matado al macho Naky, no era la primera vez, ni sería la última. Pero estaba demasiado preocupada por Naruto para pensar con claridad.

—Debemos hacer algo—, susurró Matsuri.

Hinata sólo asintió, ahora sintiendo que una piedra caía en su estómago. ¿De verdad el comandante había follado con Shion?

—¿Debemos adelantar los planes?— preguntó Tamaki al grupo en general.

Hinata volvió a asentir, sin mirar a nadie, sus ojos aún clavado en esas manchas rojas.

Ahora ella sentía que algo le apretaba el pecho. ¿Qué le estaba pasando? Las imágenes que había tenido en el pasillo volvieron con más fuerza. Los ojos dorados de Naruto clavados en Shion, las manos delgadas de la hembra bajando por su pecho musculoso y marcado de cicatrices. ¿Ella lo había rodeado con sus piernas? ¿O lo habría montando?

Hinata se levantó de golpe, Tamaki y Matsuri se asustaron por su movimiento precipitado.

—Debo...— murmuró mirando a los demás. Sus hermanas mirándola preocupada y los machos algo confundidos—. Yo— tartamudeo.

Tamaki se levantó de un salto de la cama.

—Vamos a limpiarte eso—, dijo agarrándola del brazo y arrastrando a Hinata al baño.

Hinata se dejó guiar, ni ella sabía para qué se había parado. Tamaki la metió en el grande baño y la volteó con violencia y haciendo que su huesuda mano golpeara su mejilla. Hinata retrocedió en estado de shock, su rostro picaba mientras lo tenía ladeado. De repente, el frío que había sentido desapareció y la llenó una furia arrebatadora.

—¿Que. Mierda?— gruñó, volteando lentamente el rostro a su hermana.

Tamaki tenía las manos sobre las caderas, sus ojos miel enojados.

— Reacciona mierda—. La pequeña del grupo la tomó de los hombros y la agitó un poco—. Eres Hinata, la capitana de los Ángeles Caídos. Que un macho no afecte tu visión, ni la misión.

Hinata hizo una mueca, la mejilla le ardía un poco aún, pero sabía que su hermana tenía razón. Ella era Hinata, la hermana mayor, la capitana, la guía de un grupo de hembras fuertes e independientes.

— Escucha—, le pidió su hermana con la voz más suave—¿Sientes cosas por ese macho?— Hinata frunció el ceño y Tamaki sonrió—. Esa es toda la respuesta que necesito. Naruto es un Quin....

—¿Cómo una reina?— preguntó Hinata confundida.

Tamaki la miró extrañada, pero rió.

—No, tonta. Su raza. O la de su padre mejor dicho. Los Quin se emparejan de por vida con una sola mujer. Se bloquean. Él Comandante tiene los rasgos de un Quin y debe tener los mismos instintos. Por lo tanto, no te preocupes. Si tuvo que follarse a esa oxigenada, no lo hizo queriendo... Creo.

Hinata hizo una mueca.

—No es eso...

—Si claro. Te conozco, todas lo hacemos. Te amamos y sabemos que sientes cosas por el comandante—, Tamaki levantó y bajó las cejas en forma sugerente—. No es malo, ni asqueroso. Yo diría que Naruto es caliente.