— ¿Cómodos? —Preguntó el dueño de la casa mientras acomodaba uno que otro cojín que casualmente sus desordenados compañeros echaron al suelo.
—Sí, bro, ya no te estreses tanto, y siéntate a disfrutar de la noche. —Comentó Hanta abriendo una lata de refresco mientras montaba lentamente los pies encima de la meseta frente a él. Kirishima estaba más que seguro que aquél acto lo dejó con un tic en el ojo derecho.
A ver, retomemos la situación unas horas antes, para saber porqué Kirishima contaba con la presencia de sus tres caóticos amigos que poco a poco desaparecían su no tan eterna paciencia.
Todo empezó esa mañana, y casualmente todo marchaba de maravilla, realmente se había despertado con su ánimo característico, desayunó unos huevos bien temprano y reviso su celular para ponerse al día.
Allí fue cuando se dio cuenta que su grupo de chat "Los bests bros" habían bombardeado su teléfono con casi ochenta mensajes. -Mensajes que obviamente no tomaría el tiempo de leer porque... mierda, tiempo era lo que traía contado- Así que tras leer el último mensaje que fue enviado por Kaminari -Anunciando que planeaba hacer algo esa tarde-noche- Dejó su teléfono de lado y se comenzó a preparar para irse a la competencia de crossfit que compartía junto a su buena amiga Kendo.
Finalmente terminó de alistarse al colocarse un conjunto deportivo -Que mandó a hacer justo para esa ocasión- El cual consistía en una sudadera sin mangas roja, con una pieza de engranaje del mismo color -Pero más oscuro- Que decoraba su pecho; unas bermudas grises, unos zapatos de trote negros y obviamente la tan característica bandana azabache que solía usar en el empezar de su cuero cabelludo que obviamente mantenía intacto su estilo punk, con el apodo que él mismo escogió de un costado; red riot.
Realmente ese día había sido desmesuradamente agotador, pues tras celebrar todo el día su victoria con sus dos compañeros, Tetsutetsu y Kendo. Regresó a casa tan exhausto, que realmente sólo deseaba tomar un largo baño y dormir hasta mañana, después de todo empezaría nuevamente el inicio de semana.
Pero no, con suerte sólo pudo darse un baño, porque a los cinco minutos el timbre de su casa sonaba insistentemente con sus tres revoltosos amigos de fondo; ni siquiera le dieron chance de gelatinar su largo y alisado cabello. -Que, recordando mejor, ya debía de darle una cortadita, la parte del frente comenzaba a llegar un poco por debajo de la barbilla- En fin, digamos que no le quedó de otra más que abrirles.
"Bro, ¿No leíste los mensajes...?"
"Sí, se acordó que sería en tu apartamento"
"Ya no puedes negarte, ya estamos aquí."
Esas fueron algunas de las vagas excusas que recordaba.
Así que... ¡Sip!, así fue cómo pasó todo; rezaba para que la noche diera su fin rápido, de lo contrario, no creería soportarlos mucho más tiempo, o no por lo menos con el cansancio que tenía.
—A ver, ¿Qué película veremos? —Esta vez el turno de hablar, fue de la pelirosa. —Hay varias películas en página, ¡podríamos ver una comedia romántica! —Esbozó con felicidad.
Kirishima sabía no era precisamente muy fan de las comedias románticas, y es que realmente no las entendía, no se reía del todo, pero tampoco se empalagaba como usualmente hacía con una normal. Tal vez... ¿Ese era su punto.?
—Nah, qué va. —Desintereso el rubio eléctrico a su lado. — ¡Prefiero una de adrenalina pura! ¿No es así, Kiribro?
volteó a verlos, y se encogió de hombros, más era el hecho de que quedaría dormido que cualquier otra cosa, por lo que no. No tenía interés alguno en optar por una película. —Como quieran, chicos, realmente estoy bastante cansado como para decidirme de alguna. —Esbozó con tranquilidad.
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El chico del mercado veinticuatro siete.
Fanfiction¿Qué tan seguido te enamoras verdaderamente a primera vista? ¿Confiarías plenamente en una persona que realmente no conoces? Pues, el rojizo experimentó aquello que llaman flechazo por un desconocido. Por lo que no le queda más que confiar en lo qu...