Capítulo Uno

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Estaba llorando y aterrado por lo que estaba sucediendo, no podía ver a dónde lo llevaban, el camión estaba cubierto por todos lados, hace unas horas estaba sonriendo y festejando la boda de su hermano, ahora todo lo que recordaba era a su clan siendo masacrado por unos crueles contrabandistas, si bien su pueblo era muy pequeño, eran los únicos panteras cambia formas, al ser únicos, eran una tentación para esos buitres, que los vendían para exhibición, para prostitución o para trofeos en una pared.

Seguía llorando al recordar cómo mataron a sus padres, su hermano intento esconderlo pero también lo mataron, en su mente aún estaba el recuerdo de su hermano y como sus ojos mostraban la perdida de su vida.

Solo se quedaron con los Omegas, eso quería decir que serían llevados a un burdel, la sola idea de imaginarse en aquel lugar le daba asco y su cuerpo se puso rígido, no era el único, los demás rehenes también estaban a punto de perder la cordura, ninguno se imagino estar en esa situación, sentían su vida perderse en la desesperación, de pronto uno de los Omegas empezó a gritar, estaba alterado, comenzó a golpear la cabeza con la puerta de madera de aquella rústica camioneta, sus golpes eran tan fuertes que empezó a sangrar, la madera era vieja por lo que empezó a ceder a los golpes, un último movimiento y la puerta se abrió, aquel Omega cayó al suelo, entrego su vida para que su manada escapara, el resto de Omegas saltaron de la camioneta en movimiento, como eran panteras, caían de pie, nuestro pequeño azabache miro por última vez a ese Omega caído, le dio una pequeña reverencia y salto junto a los demás, antes de tocar el suelo se transformó en una pantera negra con reflejos azules, como era grande rompió su ropa al transformarse y comenzó a correr, se escuchaban los disparos que hacían los malditos secuestradores, siguió corriendo hasta no sentir sus patas, su garganta estaba ardiendo por el repentino ingreso de aire por sus fosas nasales, estuvo corriendo por horas y cuando estuvo seguro de que ya no lo seguían decidió disminuir la velocidad, llego a una pradera y comenzó a caminar aún transformado, todo su cuerpo se contrajo y cayó desmayado.

Los rayos del sol empezaron a tocar sus ojos peludos, empezó a despertar y su cuerpo aún le dolía por el gran ejercicio que hizo en la madrugada, por suerte en aquel lugar había un pequeño lago, decidió acercarse para beber al estar muy sediento, poco a poco su cuerpo regresaba a su forma humana, estaba desnudo y necesitaba ropa, con un poco de suerte encontró una manta enganchado en un árbol, lo tomo y se envolvió por la cintura, por ahora no podía ser quisquilloso.

Camino por un rato, estaba hambriento, pero él no era un buen cazador aún estaba aprendiendo por lo que optó por buscar fruta, al encontrar su objetivo comió hasta saciarse y se apresuro a buscar ramas secas ya que pronto anochecería y no quería pasar frío.

Al llegar la noche logro hacer una gran fogata, estaba pensando que haría a partir de ahora, estaba solo, era Omega, uno muy codiciado por gente ruin, sus pensamientos terminaron cuando su llanto se hizo presente, quería desahogarse, su padre siempre le decía que no podía ser débil, pero en estos momentos solo quería desahogarse.

De pronto sus oídos gatunos escucharon pisadas, se puso en alerta

X: ¡¡grrrrr!! (Gruñó a los recién llegados).

Z: pero mira nada más, que buena suerte, encontrar a uno de esos Omegas que escaparon y encima uno muy lindo

G: ¡¡oye!! date prisa, los demás nos esperan

Z: dime una cosa, se llevan a estos Omegas para el burdel de la ciudad no es así.

G: si, porque

Z: si me divierto con él no habría problemas verdad

G: ¡¡técnicamente no!!, Así que hazlo rápido

De pronto aquel alfa tomo de los brazos al pequeño Omega, el cual gruñía, pateaba y arañaba, el alfa lo tiró al suelo bruscamente, arrancando la tela que lo cubría, ahora estaba desnudo y vulnerable.

Z: tranquilo gatito, vas a disfrutar esto (mientras se relamía los labios).

El pequeño Omega empezó a lanzar chillidos, esperando que alguien lo escuchará, los chillidos se hicieron más profundos, el alfa no se compadecía del miedo que tenía el Omega, lo jalo hacia él y separó sus piernas, mientras se bajaba el cierre del pantalón, cuando estuvo por penetrarlo algo se lanzo contra él, rodando lejos del pequeño omega

Z: ¡¡pero que mierda!!  ¡¡¿Quién carajos eres?!!

El recién llegado no contesto, solo se lanzo contra aquel sujeto, su compañero también se metió en la pelea, eran dos contra uno, pero el recién llegado no se rendía.

G: vas a pagar por esto maldito metiche

Los dos alfas se transformaron en hienas, el recién llegado se transformó en un gigantesco zorro, todo paso rápido para la pantera, veía como se daban mordidas, escuchaba los gruñidos y los forcejeo, el zorro logro acabar con las dos hienas para después regresar a su forma humana, era un joven rubio de ojos azules, se dirigió a unos árboles y saco una bolsa con su ropa, se limpio un poco la sangre y comenzó a cambiarse sin mirar al pequeño Omega.

Cuando terminó de cambiarse, colocó su bolsa en la espalda y empezó a caminar. En ese momento el pequeño felino reacciono.

X: ¡¡es, espera!!!

El rubio paro su andar sin girar a ver al pequeño.

X: yo, yo quiero darte las gracias (el joven rubio no decía nada). Por favor, yo, yo estoy solo, ellos acabaron con mi manada.

Esta vez el rubio giro a ver al Omega, el pequeño se ruborizó, aquel rubio tenía una mirada dominante, sus ojos azules y las tres marquitas que tenía en cada mejilla lo hacían ver muy salvaje, cuando el Omega reparó en que estaba desnudo, cubrió con sus manos su entrepierna, el rubio volvió a tomar su bolsa y le lanzó un pantalón y un polo grande, el pequeño se los puso lo más rápido que sus manos se lo permitieron y cuando ya estaba vestido se acercó con prudencia hacia el rubio, el cuál solo seguía sus movimientos con la mirada.

X: gracias

Z: Naruto, mi nombre es Naruto

Continuará ......

El zorro y la Pantera (Omegaverso) /narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora