Capítulo XI

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Deseos Ocultos

En los días siguientes empezaron los entrenamientos. La primera vez que nos reunimos, Zeylan, Dreis y Sharin llegaron a nuestra mesa. Acordamos esa madrugada en el ágora de Belencia que mis amigas y yo entrenaríamos junto a los demás guardianes de los sueños. Recuerdo la conversación que tuve con mis amigas minutos antes de dormir, lo preocupada que estaban sobre lo que iba a hacer, por un momento me sentí abrumada por el peso que tenía en mis hombros, pero si esto era la forma en que toda esta locura pararía, sin temor iré a afrontar la prueba de los Vigilares.

—Entonces es hoy —. Le dije al capitán Levi.

—Es mejor no perder tiempo, la próxima caza de nothofagus será en el distrito 15 —Respondió el Zeylan.

Asentí tomando mis cosas, Anetta y Remina hacían lo mismo.

—De acuerdo y ¿Por qué será en ese sitio? Esa es la vieja cementera abandonada.

El escuchar el sitio me hizo sentir curiosa, hacía no más de 5 meses fuimos allí a tomar fotos para nuestra clase de producción audiovisual.

—Estuve allí y todo apunta a que es el lugar donde Arach'nogurat frecuenta —. Intervino Dreis.

—Las chicas y yo fuimos allí hace unos meses, ¿porque escogería un sitio así? —Pregunté intrigada.

—Posiblemente para no despertar sospechas sobre las desapariciones de personas en ese distrito —Intervino Sharin.

—Será mejor comprobarlo cuanto antes —. Comentó Zeylan.

—Entonces no perdamos tiempo, ¿A dónde iremos? —Preguntó curiosa Mina.

—La Mansión Bryce, la casa de los ancestros de Erick —. Respondió la Encantris.

—Eso está cerca de la parte histórica, recuerdo que fue reconstruida en 1880 por Marcus Jonas, quien también construyó la biblioteca Elizabeth Bryce —. Añadió Anetta en tono casi enciclopédico.

—Veo que esas horas leyendo los registros históricos de la ciudad han dado fruto, ya suenas como toda una antropóloga Netta.

Halague a mi aplicada amiga.

Dejamos la cafetería saliendo por el entechado rojo con columnas blancas, que llevaba al parqueadero. Sharin se acercó a su pareja dándole un tierno beso como saludo para después chocar los puños con Zeylan y Dreis; dedicándole una cálida sonrisa a Anetta y Remina, las chicas le respondieron de igual manera. Después de verificar que nadie nos estaba siguiendo, nos dividimos en dos grupos por cada vehiculos en los que iremos a la mansión, como siempre el trío de amigas en el spark de Remina, acompañados de Dreis quien parecía estar encantado con la idea ir con Anetta, no me habia percatado pero mi amiga daba la impresión de que se sentía a gusto conversando con él, Mina y yo nos dimos esa mirada de "Parece que algo está pasando aquí". El atardecer anaranjado se podía apreciar la cimas de los edificios del centro de la ciudad, empezando a reducir sus tamaños tan pronto llegábamos a la zona histórica, viejos edificios de tres plantas con fachadas antiguas, dominaban el paisaje urbano.

Cuando cruzamos el puente del rio Aspiro, viendo que sus aguas eran similares al color amarillo dorado similares al atardecer de este día, posiblemente las muchas flores de azafrán que crecían en sus orillas, seguimos la ruta guiada por el auto deportivo de Erick. Llegamos a la propiedad familiar del guardián cruzando la antigua verja que se abrió por algún dispositivo electrónico, al llegar a la fuente con la estatua de una dama vestida con un traje antiguo, posiblemente del siglo XVIII, un grupo de personas empezaba a salir desde el pórtico de la mansión entre ellas Kyara, seguido de un par de chicas, y tres personas mas, nos saludaban a lo lejos.

Mera y El Poder del AtrapasueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora