Bakugo se ve seriamente afectado por los oscuros días de la Guerra, mientras se enfrenta a las consecuencias de un gran accidente su vida se volverá turbulenta al tener que rehabilitar no solo su cuerpo si no también su mente. Durante este proceso e...
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nota: en este capítulo los tres puntos suspendidos por párrafos significan cambio de perspectiva.
Abrió los ojos con pesar, sentía que le dolía incluso parpadear, a su vista muchas luces pasaban encima de su cabeza de manera intermitente, personas con ropa azul pasaban sus brazos por encima de él, alguien que le resultó imposible distinguir le acercó una mascarilla y le dijo algunas palabras que le fueron aún más difícil entender.
Poco a poco todo era borroso de nuevo y sus ojos por su cuenta se empezaban a cerrar.
———
Estaba en un cuarto oscuro.
Despertó tumbado en el suelo Se puso de pie tratando de buscar algo, ¿una puerta? ¿una ventana?
¿En donde diablos estaba?
Caminó por varios minutos sin parecer avanzar ya que el panorama no dejaba de ser el mismo.
No estaba seguro de cómo lograba ver.
Sus pasos siguieron hasta que empezó a pisar agua, siguió avanzando.
El agua empezaba a llegarle a las pantorrillas y subía conforme avanzaba, no distinguía nada, solamente sentía la humedad del liquido que se transparentaba de color negro a su al rededor.
De repente, sintió que algo tiro de él.
Y otra vez, una vez más, otra vez más fuerte.
Hasta un último tirón lo hizo caer al suelo.
De repente el agua le cubría la altura completa, no podía nadar y trataba de salir a respirar pero algo seguía tirando de sus pies.
El agua se tornó de un asqueroso color verde oscuro que empezó a subir por sus extremidades
no no no no mierda no
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—SUÉLTAME MALDITO BASTARDO
El líquido acuoso empezó a cubrir su cara, por más que trataba desesperadamente de quitárselo de encima no podía.
Llegó hasta su boca, sintió que se ahogaba.
———
Despertó.
Pero el ardor en su garganta no desapareció, sintió que realmente no podía respirar, tenía necesidad de toser pero no podía hacerlo, empezaba a desesperarse cuando de repente una mujer apareció enfrente a su vista y empezó a poner sus manos sobre él. La sensación de ahogo desapareció cuando sacaron el tubo de su garganta.
La claridad le lastimaba la vista, le hacía doler la cabeza, un montón de maquinas y tubos lo rodeaban, habían monitores a su al rededor que parpadeaban luces constantes.
