Focus On Me || Kachako

parte 10: Bakugo y Uraka. "Flotar"

Bakugo logró dar un paso.

Uno solo, antes de que sus piernas vencieran.

Como era de esperarse, al final cayó.

La determinación del rubio podría ser una de sus más fuertes virtudes, pero ni siquiera toda la voluntad del mundo podrían vencer algo tan acertado como un diagnóstico médico.

Katsuki ciertamente no era por lo mínimo un doctor.

Uraraka, no supo cómo reaccionar cuando Bakugo comenzó a levantarse de su cama. Sabía que no estaba bien, sabía que podría hacerse daño.

¿Debería detenerlo? ¿Cómo rayos voy a detenerlo? Va a sacarme volando por la ventana.

El rubio hablaba enserio, y se estaba moviendo, Uraraka empezaba a desesperar.

¿Debería pedir ayuda? voy a llamar a una enfermera.

Quiso hacerlo, pero al final se arrepintió y no se movió un centímetro de su lugar, para ser honesta, la castaña estaba bastante impresionada de que tan solo Bakugo hubiera logrado levantarse, por un segundo, el brillo ardiente de sus ojos, la hicieron creer que de verdad lo lograría.
Había tanto en el de sí mismo que incluso ella lo creyó, habían pasado muchos días desde que vio a Bakugo Katsuki ser de nuevo Bakugo Katsuki.

Al dar un paso hacia adelante el reflejo de dolor punzante hizo que diera otro por mero reflejo, pero se tambaleo hasta caer hacia adelante.

Uraraka corrió hacia a el para tratar de detenerlo pero digamos que su reacción no fue la más inteligente al hallarse anteriormente embobada por la situación, lo único que hizo fue atravesarse entre el camino de Katsuki y el suelo, por el peso que por mucho rebasaba al de su compañera, Uraraka se vio arrastrada por el cuerpo de Katsuki en dirección hacia el suelo como si de peso muerto se tratase.

Casi como un reflejo o tal vez de manera involuntaria, Uraraka activo su quirk en ambos, dejándolos suspendidos en el aire justo antes de azotar con los mosaicos claros, salvando a Katsuki de lesionarse aún más de lo que ya estaba en caso de haber recibido el golpe concreto contra el suelo.

Todo pasó muy rápido, pero en el momento en que ambos quedaron suspendidos en gravedad cero, el tiempo se volvió lento.

Bakugo, al no estás acostumbrado al estado de ingravidez sacudió los brazos en busca de un poco de balance, encontrando su único punto de apoyo en Uraraka.
La tomó con sus brazos por los hombros, pero al no ser suficiente equilibrio, la sensación imparable de sentir que estaba cayendo sin caer, hicieron que Katsuki estrujara en un abrazo de oso a la castaña.

El vértigo por sus oídos malos los estaban haciendo marear, la sensación de remolino en su cabeza era peor por cada segundo que pasaba en el aire.

Desesperado, solamente pudo cerrar sus ojos y apoyar su cabeza con fuera de algún lado con tal de sentir un poco de estabilidad como alivio al horrible mareo.

Eso, en este caso, fue el espacio entre el cuello y hombro derecho de Ochako.

Por alguna razón, aún no paraban de dar vueltas por el ambiente de la esterilizada habitación, Katsuki estaba demasiado ocupado tratando de no caer al falso vacio para darse cuenta de la razón.

Ochako Uraraka estaba muerta de vergüenza.

Su cara, sus mejillas, su cuerpo, todo en ella estaba hirviendo.

Pareciese que su piel de repente se hubiera tornado de un rosa mexicano permanente.

Era mucho que procesar en tan poco tiempo pero lo único en lo que la mente de la castaña tenía enfoque en el momento era en el enorme (a comparación de ella) hombre fornido que la rodeaba, en cómo se sentían sus brazos, que a pesar de llevar fuera de servicio de héroe por unos meses, aún eran muy grandes, fuertes.. firmes..