O6

232 33 20
                                    

Estaba recostado en mi cama, esto no podía estar pasando, no ahora.

Tenía que conquistar a Yolotl sea como sea. No podía simplemente saltarme aquel paso.

—¡Guido! —exclamo mi abuelo—

—¿Che succede, nonno? —cuestione sonriendo—

—Debemos ir al departamento de la madre de Daniela. —me aviso—

Asentí lentamente para después levantarme de mi cama.

—En un momento bajo. —susurre—

—No te demores mucho, Guido. —sin más salio—







—¡Hola familia! —exclamo mi abuelo entrando al departamento—

Al igual que el, me adentre, y me quedé quieto al ver al mismo castaño con aquel rizado.

Ambos adolescentes veían un celular, y reían divertidos.

—¡Carlota me está llamando! —exclamo el chico rizado—

—En un momento regresamos, familia. —aviso el castaño, todos asintieron con una sonrisa—

Ambos chicos salieron, el rizado paso sin saludar, sin embargo el castaño al verme se detuvo y me regalo una de aquellas sonrisas encantadoras, de las cuales caes de manera inmediata.

—Hola Guido. —saludó—

—Hola...—murmure—

—Temo. —me dice—

—¿Mande?

—Dime Temo...—respondió— Bueno, ahora vengo.

Y sin más se fue. ¿“Temo”? ¿Es un apodo?

—Disculpen a mi nieto y a su pareja. —se disculpo la señora Imelda—

¿Su pareja?

Disculpe la pregunta...pero, ¿El castaño es novio de su nieto? —pregunte, todos me miraron— No es de mala forma, solo es... curiosidad.

—Si, son novios desde hace 3 años. —me contesto con una sonrisa— El amor de esos dos chicos es el más bonito y puro que he visto en mi larga vida, pasaron todos los obstáculos y aún siguen aquí, sin importar que en el principio algunos no apoyamos esa relación.

Asentí, mi abuelo al notar mi reacción solo me miró con confusión, sin embargo después comenzó a platicar con la familia de Dani.

Me senté en el sofá, no fui conciente del tiempo que paso, hasta que cierto castaño y una rubia entraron. Ambos se miraban con enojo.

—¡Hola Guido! —exclamo la chica caminando hacia mi—

La mire para después regresar mi vista al castaño que tomo algo del sillón donde estaba sentado con su...novio. Se disculpo por quien sabe qué. Y salió del departamento.

Me levanté e ignore a Yolotl, salí detrás de aquel castaño.

—¡Hey! ragazzo. —llame, el chico se giró—

—Oh...hola. —saludo decaído—

—¿Sta succedendo qualcosa di brutto? —cuestione—

— Non succede niente di male, ho solo avuto una piccola discussione con il mio partner. —susurro—

—Oh, lamento tanto eso, pero pronto todo se va a solucionar. Solo es cuestión de... espera...¿Tu parlare italiano? —pregunte sorprendido—

—Lo aprendí hace cuatro años...tenía que ir a Italia por un negocio, así que bueno...—murmuro— Debo irme, mi padre debe estar esperándome.

—¡Espera! —exclame, Temo me miró confundido, saque mi celular y se lo entregue— ¿Puedes pasarme tú número? —pregunté nervioso—

—Depende...¿Es para rastrearme y secuestrarme? —bromee—

—Dios, me has descubierto. —fingí miedo—

El castaño nego divertido, tomo mi celular y anoto el número.

—Bueno, en ese caso esperaré mi secuestro con ansias. —murmuro— Nos vemos después, Guido. —y sin más se fue—

Mire mi celular; Cuauhtémoc.

Ese es su nombre...













NO enamorarse de absolutamente nadie. |x|


Mich.🍒

𝐋𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐨𝐥𝐞𝐳𝐳𝐚 𝐝𝐢 𝐆𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐌𝐮𝐬𝐬𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora