O9

158 27 11
                                    

Llegué al edificio Córcega.

Todo estaba en una completa oscuridad.

—¿Que está pasando? —pregunté con duda—

Sabemos lo que hiciste, ¡Y lo pagarás caro! —una voz hablaba—

Sabemos lo que hiciste.

¿A qué se referían?

¿A la lista?

¿Al cambio de ADN?

¡De qué diablos hablaban!

LO PAGARÁS EN ESTE MOMENTO.

Una vez dicho eso, globos de pintura comenzaron a explotar.

Con lo que me gusta el sonido de cosas explotar.

Caí al piso, cubriendome los oídos.

Paren por favor, esto me está asustando.

—¿Que está pasa....¡Guido! —una voz masculina se oyó— Oh, no, no, no. —murmuro para después abrazarme— Hey, está bien, todo está bien, tranquilo, estoy aquí contigo. —murmuro apenas se separó, tomo mi rostro con sus manos— Solo enfócate en mi, todo estará bien.

Cuahutémoc...

Su ropa estaba llenandose de pintura.

—¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡ESO TE PASA POR... —las voces de los niños se silenciaron al verme en el piso—

En estos momentos debo verme patético.

—¿Que pasa? ¿Por qué no siguen grabando y burlándose? —la chica Rey llegó y al mirarme también se quedó en silencio—

—Ven, levántate. —murmuro el castaño—

—¡Que está pasando aquí! —exclamo la señora Imelda y la familia de Dani— Que barbaridad, ¿Que hicieron? ¡El que sean de mi familia no significa que permitire esto!

—¿En qué estabas pensando al hacer esto, Yolotl? —preguntó Cuauhtémoc poniéndose enfrente de mí—

—Perdón Guido, esto no era para ti. ¡Esto era para Cuauhtémoc! —exclamo mirándolo—

—¿Y tu cabecita no pensó que alguien más podía subir y caer en esto? —preguntó enojado— Claro que no. No eres lo suficientemente inteligente para pensar las consecuencias de tus actos. —murmuro para después ayudarme a caminar—

—¡Eso fue por quitarme el amor de Aristóteles! —exclamo enojada—

—¿Cómo puedo quitarte algo que ya era mío desde hace tres años atrás? —preguntó con diversión— Aparte que debes entender...Ari es tu tío, y adivina qué. Soy el novio de tu tío, por lo que me convierte en tu tío también, así que ten un poquito de respeto al hablarme.

—Lleva a Guido a casa, Temito. Yo me encargo de estos niños.

—Si señora Imelda. —murmuro para después tomarme de la mano— Vamos, te dejare en el departamento Córcega mientras voy por algo de ropa que espero de quedé.

Mire detrás por última vez.

Esos niños me la van a pagar muy caro.









Eliminar a la tropa “Unidos” junto a los gemelos Rey. (Añadido recientemente) [Pronto se llevará a cabo]

𝐋𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐨𝐥𝐞𝐳𝐳𝐚 𝐝𝐢 𝐆𝐮𝐢𝐝𝐨 𝐌𝐮𝐬𝐬𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora