9

14.3K 439 14
                                    

Salimos de las instalaciones, Pablo va con una sonrisa deslumbrante. Me encanta verle sonreír.
Llegamos a su coche y conduce sin rumbo alguno.

- Pablito a donde vamos?

- Ahora sabrás Olayita.

- Ese mote no queda bien, prefiero el de chica torpe. O búscame tu otro mejor.

- En ello estoy- dice girando mi mirada un microsegundo y devolviéndola a la carretera.

Aparca en un restaurante bastante bonito la verdad, bajamos y nos vamos a una mesa.

- Qué bonito es todo esto Pablo. Gracias- le lanzo mi mejor sonrisa.

- No las des. A mí también me gusta tu sonrisa enana, bueno me gusta todo de ti- y me pongo roja, pero roja roja.

- Con cada cosa que me dices, me vuelvo un tomate.

- Me encanta cuando te sonrojas.

Pedimos la comida después de un buen rato discutiendo sobre qué pedirnos para ambos. En 15 minutos, llega la comida y la sirven en platos demasiados pijos la verdad.

- Haberme dicho que me llevabas aquí y me cambio a otra ropa Pablo- le hago una mueca y él solo niega.

- Estás guapa con todo, tranquila. Mira como voy yo- señala su "outfit" y yo me fijo en que hasta con esa camiseta se le notan los abdominales.- Ya sé que disfrutas las vistas.

- Qué tonto eres.

- Pero este tonto te gusta.

- Puede que sí y puede que no Pablito.

Acabamos de comer y a mí se me antoja ir a comprar ropa. Pobre Gavi que tiene que aguantarme. Ahora está conduciendo hacia el centro comercial porque son las tres de la tarde y mucha gente no debe de haber.
Entramos en la primera tienda y me enamoro de unos vaqueros con efecto cuero, en casa tengo unos leggins pero nunca viene mal tener uno de repuesto. Pablo ha mirado unas cuantas prendas y vamos hasta arriba hacia los probadores.

- Tú a ese- señalo un probador- y yo al lado tuya.

- Ojalá estar dentro contigo.

- Sigue soñando Pablito- paso dentro del probador y me pruebo primero los vaqueros. En verdad me hacen unas curvas y un culo que ni yo me lo creo.

- Olaya puedo pasar?- me pregunta a través de la cortina.

- Pasa anda- abre la cortina y en cuanto me ve con esos vaqueros sus ojos se desvían hacia mi culo. Me mira con unos ojos que nunca los había visto.

- Te quedan tremendísimos- dice mientras me coge de la cintura por detrás.

- Gracias muchachito. Y tú, te llevas todo o qué?

- Claaaro, me ha gustao todo y me lo llevo. Tú ya has acabado?

- Solo me he puesto estos- me encojo de hombros.

- Me están entrando unas ganas de quitártelos tremendas- me susurra al oído. Mi piel se eriza y mi tez se torna al rojo de siempre.

- Bueno Pablo, déjame ponerme lo demás.

- De aquí no me muevo- movía su dedo índice de lado a lado indicando que no. Es imposible llevarle la contraria así que le dejo quedarse, aunque es un peligro.

- De acuerdo, pero cuando te diga que te gires te giras- asiente con la cabeza como un ñajo y echo la cortina. Él se sienta en una banqueta, al lado de la ropa.- Gírate- gira la cabeza mirando hacia la cortina y aprovecho para quitarme el vaquero.

Está mirando de reojo porque le veo yo y puedo ver las ganas que tiene de darse la vuelta. Me pongo un vestido satinado blanco.

- Ya puedes mirar- antes de que acabase de hablar se gira y se levanta.

- Solo puedo decir que tengo delante mía un monumento que me lo llevaría a mi casa- dice haciendo una reverencia.- Te queda genial Olaya.

- Muchas gracias majo- me giro un poco para ver cómo quedaba lateralmente y le pillo mirando a mi culo.- Qué miras tú? Te he cazao.

- Es que tienes un culo que dios bendito. No me aguanto.

[...]

Después de aquella tensión sexual en los probadores de la tienda, vamos caminando hacia el coche. Al final ya me he gastado 100€ solo en ropa, Pablo lleva unas cuantas cosas también.

- Dejamos el coche y las bolsas y te llevo andando por Barcelona?

- Sii, quiero que seas mi guía por unas horas.

- Lo que diga la señorita- hace una reverencia que me provoca una risa que tarda en cortarse.

Efímero || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora