Palabra clave: Caverna
Canción "bonus inspiración": 'When Doves Cry' (Prince)
Ésta va dedicada a una de mis novelas YA favoritas: Antihéroes
No había nada raro en la casa excavada en la roca.
Bueno, nada aparte de que se trataba de una casa excavada en una roca en mitad de una gran ciudad. La decoración era retro, pero para el grupo de adolescentes aquello era casi más habitual que encontrar casas decoradas contemporáneamente.
El grupo se extendió por el salón, tirando los sacos con sus pertenencias al suelo, pensando en la suerte que habían tenido de oír a la familia al marcharse.
La casa se iba a quedar libre un mes entero; nadie iba a ser capaz de entrar, se habían asegurado de ello.
Yeray se rio para sí ante el recuerdo de este comentario; para bien o para mal, tener que huir de tu casa antes de que te crezca tan siquiera el bigote por culpa de ser cómo eres te hacía un experto en ciertas cosas...
...especialmente cuando los dueños originales eran la clase de personas que nunca se habían tenido que preocupar por su propia seguridad y que, en el fondo, podían permitirse cierto nivel de pérdida monetaria.
Mientras él vagaba por sus propias contemplaciones sobre lo que el estilo de vida que su curiosa familia encontrada estaba obligada a llevar, el resto del grupo ya había convertido la cueva-casa en su personal hogar.
- ¿Es eso la jaula de un pájaro? –Alex era le menor del grupo, y señalaba con un dedo una maraña de metal que podía haber sido una jaula de pájaro, pero también un escurridor para espaguetis sin ningún problema.
- Podría ser... -Simone se acuclilló. El resto del grupo (Lana y Styr) observaron con algo de distancia, como si temieran que algo pudiera ir mal.
Simone se burló un poco de ambas.
- Vamos, que no son más que unos cuántos hierros mal puestos...
Al tocarlos, sin embargo, no pudo seguir pensando lo mismo; pues un ruido que recordaba demasiado al aletear de un pájaro herido llenó la estancia.
- Mejor nos vamos a dormir...
Los aleteos volvieron en mitad de la noche; la primera en despertar fue Lana, seguida de Simone, Styr y Alex.
Para cuándo Yeray abrió los ojos, no quedaban nadie en su improvisado dormitorio colectivo.
¿Tan tarde se me ha hecho...?
Compró el ostentoso reloj de pared del cuarto; aún eran las tres de la madrugada. Frunció el ceño; aquello no era normal...
...unos ruidos de utensilios de cocina llamaron su atención.
Agarrando una cañería que ya no recordaba dónde había conseguido, pero que ahora siempre iba a buen recaudo en su mochila (excepto a la hora de dormir, donde se convertía en el accesorio indispensable bajo todo cojín y/o almohada que usara, se dirigió a la cocina que habían localizado antes de irse a dormir propiamente.
Casi deja caer el objeto de golpe.
Allí, en la mesa de la cocina, estaba la familia que habían visto marchase en el coche.
Solo que eran mucho más jóvenes, los niños apenas unos infantes y poco más que unas marcas de edad que añadían interés al rostro se podían ver en los padres.
En centro de la mesa, cuatro palomas rodeadas de miembros y otros fragmentos de carne que igualmente parecían de procedencia humana.
La niña más pequeña, con una voz tierna a la que nadie sería capaz de decir no (salvo, quizá alguien en su propia franja de edad, víctima de la envidia de una cualidad tan práctica a la hora de tratar con adultos), se giró hacia él.
- Oh, otro más –hizo una pausa, mirándolo con tal fijación que Yeray casi podía sentir como lo desollaban vivo. –Y a ti te espera una vida larga... ¿Oh, estás llorando?
>>Mucho mejor.
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2p0okyTaletober21
RandomDurante el mes de Octubre de 2021 participé en un reto promovido por @EcosDeTinta en Twittah para escribir algo evocado por una palabra al día and...¡éste es el resultado! Además, como soy así, para cada historia usaba también una canción aleatorísi...