Toxic [ Wanda Maximoff ]

2.- Somebody Is watching

Lea's POV:

Llegamos a la cocina una vez más para tomar un refrigerio.

- Come algo mientras, yo iré a tomar un baño. Tú deberías hacer lo mismo después. Apestas. - bromeó Natasha.

- No eres mi madre, no me digas que hacer.- respondí burlona mientras sacaba cosas para prepararme mi comida.

- Si, tal vez no sea tu madre, pero ya estás haciendo lo que te pedí ¿No? - hizo un gesto con la cabeza para referirse a lo que estaba haciendo.

En un intento de golpear el hombro de Natasha, los trastes empezaron a ladearse. ¡Iban a caer sobre mí!
Por instinto no ocupé mis poderes, solo me cubrí con el brazo la cara esperando el impacto. Pero no pasó.
Los trastes estaban flotando con un aura roja a su alrededor. Volvieron a acomodarse. Volteé para ver a Wanda.

- Oh, Wanda muchas gracias, eso estuvo muy cerca.- la abracé.

- Cariño, tienes que ser más cuidadosa. ¿Éstas bien? ¿No te lastimaste?  - preguntó poniendo sus manos suavemente en mis mejillas y quitando los cabellos de mi cara.

- Estoy bien. -

- Y yo soy la que actúa como mamá...- dijo Natasha. Le gruñi levemente después de eso. - Bueno, yo me voy, tengo una cita con el agua y el jabón, cuida a tu fiera, Wandita. -

Conozco las risas de Wanda, y la risa que ella soltó después de que Nat se fuera no fue una risa muy genuina que digamos... Creo que era una risa con algo de sarcasmo.

- Wanda... ¿Tú estás bien? -

- Claro, amor. ¿Por qué no lo estaría?-

Tiene razón. Lo más probable es que esté revolviendo las cosas en mi cabeza.

- No es nada. ¿Me ayudas a preparar mi comida? Después igual iré a ducharme y estaré lista para practicar contigo.-

- Está bien, te ayudaré. - ahí estaba, la sonrisa linda y tierna. Esa sonrisa en la que apenas puedo ver sus dientes asomar. - Por cierto, también te ayude a limpiar tu cuarto. Era un desastre. - dijo y arrugó su naricita. Es tan linda cuando hace eso. Se ve tan tierna. Solo me dan tantas ganas de amarla más y más.

- Jaja, está bien. Muchas gracias por eso. Ahora sí... Vamos a preparar la comida.-

Nuestra comida resultó ser un éxito. Consistió en macarrones con queso, ensalada, y algo de carne con muchas especias que no sabía que eran pero que Wanda agregaba, sabe lo que hace... Debo admitirlo, tiene un talento asombroso en la cocina.

- Ésto es muy delicioso. - dije con la comida aún en la boca.

- ¿De verdad? Esperaba que te gustara. Lo hice con amor, específicamente para ti. -

- Serías una excelente chef si no fueras una vengadora.- dije, y algo debió hacerle gracia porque empezó a reir. - ¿Que pasa? ¿De que nos reímos?-

- De que comes como bebé. Tienes comida al rededor de tu boca y ni siquiera lo notas. Ven, déjame limpiarlo. -

- Si, mami.- dije burlona. Wanda tomó una servilleta y comenzó a limpiar los restos de comida que estaban en mi boca y en mi mejilla.

De pronto puso su dedo índice bajo mi barbilla alzando mi rostro para que la viera directo a los ojos.

- Hmm... Esas palabras se supone que debes decirlas en otras situaciones.- 

- Ah ¿Si?¿ En cuáles, señorita Maximmoff ?- me acerqué más a ella.

- Lo descubrirás una de estas noches... - estábamos tan cerca que podríamos comernos en ese instante. - Pero ahora tienes que terminar tu comida, después a lo nuestro.-

Noté como su acento se hizo más fuerte al decir las primeras palabras, algo que me dió escalofríos, pero al mismo tiempo envió una onda de calor por todo mi cuerpo. Sonaba tan sexy.
Espero que con "lo nuestro" se refiera a lo de el entrenamiento, si no, si se refiere a lo "nuestro" que yo creo, no se, creo que aún no estoy lista para ello. O tal vez si. Sonará tonto, pero a mi edad no he tenido relaciones con nadie. Si a caso, he llegado a nada más que una simple caricia. Nunca pasé a la siguiente base.  Creo que es porque nunca estuve tan interesada en esas personas tanto como ahora con Wanda. Tal vez es porque simplemente no estaba lista o el sexo no era una prioridad. Prefiero creer que esas son las posibles razones.
Todo se dará en su momento, a su tiempo, sea con quién sea, pero por primera vez, creo que lo quiero, y lo quiero con Wanda. Y no hablo solamente de un simple revolcón, no es solo el deseo de llegar al orgasmo, hablo de caricias, besos... Creo que la gente lo llama "Hacer el amor", pero para mí eso suena algo muy cursi.

- Listo. He terminado ¿Y tú? - preguntó.

- Igual, estoy algo llena. -

- Si. Permíteme tu plato, los voy a lavar, adelantate a tu habitación y toma una ducha, yo limpio aquí y mientras tú me esperas para seguir practicando, ¿De acuerdo?. -

- De acuerdo. Antes de que me vaya, dame un beso. - pedí sonriente.

- No tienes que pedirlo dos veces, amor.-,  Wanda tomó mis manos y me dió un beso que duró al menos 3 segundos. - Listo. Ve.

Salí con mis cosas de ahí y me dirigí a mi cuarto. A pesar de que las cosas van bien entre todos aquí, aún siento que algo no está encajando. Algo no me convence, y se siente como si me estuvieran vigilando constantemente. Por lo menos estar con Wanda un rato me ayudó a olvidar esa sensación.

Llegué a mi cuarto y tal como Wanda había dicho, estaba arreglado. Se que aveces puedo ser un desastre con todo, pero no es mi culpa, intenta lidiar con muchas cosas al mismo tiempo sin que algo salga de control. Una vengadora no debería preocuparse tanto por su cabello, su cuarto o su ciclo menstrual... ¿Verdad?
Tal vez haya gente que no esté de acuerdo conmigo, y está bien.

Dejé mis cosas en un rincón de mi cuarto y tomé mi toalla. Me metí al baño y volví a verme en el espejo. Soy yo, simplemente yo, con algo de brillo por el poco sudor que aún quedaba en mi cara pero se había secado mientras comía. Podía ver cosas que me gustaban en mi, y luego, si miraba con atención por un determinado tiempo mi rostro ya no me parecía mío. Ahí es donde empezaban a salir las cosas que me desagradaban. Al final de eso, di el mismo suspiro de siempre. Empecé a quitarme la ropa y a dejarla en el cesto de ropa sucia que tenía ahí dentro. Cuando estaba por quitarme el top, sentí otra vez esa sensación, ese ruido ensordecedor, los escalofríos tomaron lugar en mi cuerpo. Una brisa de aire caliente sopló por mi cuello, seguido de una sensación como si alguien acariciara mi cabello. Me giré rápido para saber que había sido, pero todo aquello se había marchado. ¿Que fue eso? ¿Se supone que tengo que rezar ahora o qué? ¿Acaso creo en Dios? Bueno, sea lo que sea, la naturaleza, el universo, Buda o yo que sé debería saber que fue eso... Incluso mi madre debería saberlo. Este tipo de cosas eran su especialidad.