Una promesa lo cambia todo

II

Las clases de historia son algo realmente aburrido pero esa no era la verdadera razón por la cual Takemichi estaba tan distraído mirando la ventana, no era por su interés hacia los pájaros que anidaban en el árbol de la escuela sino el recuerdo de Kisaki con aquellos dos chicos, a la vez que constantemente miraba de reojo a Takuya, su razón de desear ser fuerte,  aquel chico delgado y delicado al cual salvo un día, aquel que le dijo que era un héroe genial.

— Maldita sea — sintió cierto arrepentimiento de haber rechazado la oferta de Kisaki pero qué más podía hacer? El se metió en ese problema con sus amigos y ahora juntos saldrían de eso, no importaba como solo tenía que salvarlos, dejar de ser un cobarde para hacer algo al respecto, no podía esconderse más — En qué piensas tanto?— la voz de Atsushi era inconfundible y más cuando estaba molesto, el pobre rubio se sobresaltó perdiendo el perfecto equilibrio de su asiento reclinado para caer al suelo dándose un golpe.

— Deja de pensarlo tanto Takemichi, de ser necesario todos lo protegeremos así que no te agobies tu solo está bien— Como siempre el pelirrojo lograba leerlo como un libro abierto, uno que relataba su preocupación por su primer amigo, hoy debe enfrentarse a algún sujeto en las peleas callejera y temía que saliera demasiado herido de aquello — No es eso, bueno si pero es mas complicado que solo eso— 

Suspiro y entonces escucho a Makoto mencionar: "no será por los tipos de ayer? Que hiciste ahora Takemichi?" causando que se sintiera ofendido, era cierto que se metía en problemas pero no era para que cualquier problema fuera culpa suya o al menos no siempre — Un poco, la verdad ni siquiera se nada de esa pandilla solo, conocía a uno de los chicos, es un viejo amigo — Y entonces fue como una llamada al "diccionario de pandillas", su amigo Yamaguchi entró  a la conversación de golpe y los llevó consigo ignorando que aún tenían unos minutos de clases para llevarlos a un salon vacio y hacerlos sentar, tendrían una clase sobre pandillas.

— Escuchen atentamente idiotas, comenzaremos con la más conocida de Shibuya: La Tokio Manji,  es liderada por el comandante Manjiro Sano "Mikey" y el subcomandante Ken Ryuji "Draken"; en Yokohama se halla Tenjiku, su presidente es Izana Kurokawa y su segundo al mando es Kakucho Hitto, dicen los rumores que son realmente brutales;en Shinjuku esta Brahaman, su líder es Senju Kawaragi y su mano derecha Takeomi Akashi, un ex-miembro de la generación original de los Black Dragons al igual que otros de sus miembros —

—Y los Black Dragon actuales?— Pregunto Makoto quien aunque en un inicio no prestaba atención al final termino algo curioso por el tema ganando un golpe de su amigo — Oye!!—

—A eso voy impaciente!!—Yamaguchi estaba algo cabreado de que lo interrumpieron, le gustaba sentirse importante al impartir sus conocimientos aunque simplemente fueran respecto a las pandillas, sinceramente le era más fácil aprenderse eso que los nombres de figuras importantes del periodo Sengoku — Los Black Dragons décima generación dominan la región de Kanto y su capitán es Taiju Shiba, la verdad me da bastante miedo y casi al final Rokuhara Tandai en Minato es liderada por South Terrano, quien también me da bastante miedo —

— Pero qué tiene que ve-? —Akkun no pudo terminar de hablar cuando Yamaguchi le lanzó una tiza a la cabeza haciendolo enojar y sobando su cabeza por el golpe, llego a una zona demasiado sensible — Hey!! y eso porque?!!—

— Por interrumpir! Aun no acabo!— Grito de vuelta con cierta molesta antes de seguir con su explicación que de hecho estaba ilustrada con un horriblemente mal hecho mapa de Tokio — La pandilla que vino ayer era Valhalla, su capitán es Shuji Hanma apodado como el Dios de la Muerte, y el subcapitán es Kisaki Tetta aunque en realidad lleva el título de estratega y con buenas razones, ese sujeto derrotó a los 300 de Moebius en tres días con menos de diez miembros en Valhalla aunque actualmente absorbieron a los ex-miembros de Moebius, pero ahora la duda es: Porque vino a buscar a Takemichi? No es parte de ninguna pandilla importante, tampoco tiene renombre, ni conoce a nadie de esas pandillas, o si? — Termino por interrogar invadiendo el espacio personal del ojiazul.

El rubio se puso nervioso, estaba seguro que lo matarían entre los cuatro si se enteraban de que una pandilla tan importante lo quiso reclutar y él los rechazó aun cuando necesitaban su ayuda, trago saliva e intentó inventar una escusa —Yo... conozco a Kisaki, una vez nos hicimos amigos y solo quería recuperar contacto—Era pésimo mintiendo.

—Takemichi.... nadie derriba a cincuenta tipos junto a sus compañeros parte de una de las pandillas más peligrosas de Tokyo solo para recuperar la comunicación, NADIE— Atsushi tenía razón, era ridículo pensar en que alguien hiciera tales cosas, sería como dominar el país solo para conquistar a una chica, ridículo en cualquier sentido, mas que amor era obsesión.

—Chicos vamos a llegar tarde...— Takuya lo salvó señalando al reloj, definitivamente ahora tenia aun mas ganas de salvarlo por salvarle la vida.

Más tarde esa tarde

Kiyomasa no tenía compasión por Takemichi, le estaba dando la más grande golpiza de su vida y el pobre chico solo podía aferrarse y resistir los golpes, todo por sus amigos pero el poder de la amistad que aparecía en los mangas no lograba ser de gran ayuda en esa situación, aunque no se arrepentiría de haber intervenido. Los gritos eran algo horrible para él y más en esa maldita e injusta pelea, tan solo a tres golpes Takuya parecía tambalear y estar perdiendo el conocimiento, pero como no hacerlo? el tipo al cual lo habían enfrentado era enorme y esa era una pelea claramente arreglada, llevando a Hanagaki a perder los estribos enfrentándose directamente a Kiyomasa hasta terminar en su actual situación.

No aguantaría mucho más, sus párpados se sentían pesados y cada parte de su cuerpo ardía por los golpes que recibía, gritando solo para mantenerse consciente hasta el final, lo único que evitó su desmayo tras un fuerte golpe en la nuca fue aquel grito — Takemichi suéltalo!! — no era ninguno de sus amigos, pero era conocido, parecía seguro y solo obedeció, sin saber bien el porque, solo lo hizo y sintió como alguien lo cargaba como si no pesara nada y vio no muy lejos a Kiyomasa siendo golpeado por el chico rubio de la otra vez, según entendía su nombre era Chifuyu, así lo llamo Kisaki. Ahora él huía al lado personas que no conocía sin contar que alguien les vio y quedó muy interesado.