I

139 17 0
                                    

Años más tarde

Takemichi Hanagaki había formado su propia pandilla aunque no eran algo realmente genial y recientemente había acabado convirtiéndose en simples esclavos de cierto miembro molesto de la famosa ToMan siendo que ahora buscaban una forma de escapar pero algo más los distrajo, alguien llego, un chico golpeado que pertenecía al tercer año de su academia, la verdad fue confuso el solo verlo y escuchar como le rogaba a Takemichi que fuera a con los sujetos que estaban abajo, que lo buscaban en el patio de la academia, el joven no lo entendía pero terminó accediendo a bajar y fue hasta que al llegar con un rubio de lentes.

— Takemichi!!! no que serias el mejor héroe delincuente?!! Parece que has olvidado nuestra promesa — El chico de lentes sonreía mientras los otros dos solo reían con algo de burla al ver las cicatrices del ojiazul, cicatrices provocadas por las peleas callejeras, siendo rápidamente callados por Kisaki con una sola mirada, era claro que le tenían respeto.

En un inicio lograba reconocerlo, al menos no a primera vista pero al verlo a los ojos lo entendió reconociendo lo que un dia fueron unos ojitos llorosos detrás de unas gafas — Kisaki? Eres tu? — No podía creer que aquel niño que un día salvó de unos bravucones por su sueño infantil ahora estaba frente a el con otros dos sujetos aterradores que habían golpeado hasta el cansancio a los pandilleros que había en su academia, realmente fue algo impresionante — Wow... te ves.. muy cambiando...—

— Y lamentablemente tu sigues igual Takemichi, porque no vamos a hablar?— Sonrió y al momento que el otro rubio asintió en respuesta se despidió de sus compañeros con un gesto, así se fueron los dos a hablar caminando por un parque — Y bien? Que paso héroe? Esperaba algo diferente al reencontrarnos— En el fondo esas palabras hirieron el orgullo del ojiazul, el también esperaba algo diferente en esa etapa de su vida pero no había sido posible — Bueno.. no es tan fácil ser fuerte y menos ser un.. gran héroe.. pero porque no mejor me cuentas qué fue eso que paso en la academia?— Nada fue fácil, al igual que siempre seguía siendo un mocoso débil con delirios de grandeza aunque con el reciente golpe de la realidad era consciente de ello, prefería cambiar el tema

Sonrió de lado decidiendo dejar ese tema de lado, al parecer aquel héroe delincuente no estaba en una buena situación. Así decidió sentarse en una banca y hacer que el ojiazul lo hiciera también — Claro, aunque es una larga historia pero dudo que te moleste saltarte una clase no?~ —

Tiempo atrás

Kisaki había derrotado a varias pandillas no muy importantes de Nagoya en base a su intelecto y algunos peones con delirios de grandeza, después de todo, allí había sido transferido debido a que su padre quería mudarse a "un lugar más tranquilo" pero Kisaki no había encontrado aquello "tan" tranquilo y un día "no tan tranquilo" conoció a Hanma, el era diferente a todos los peones que usaba, era increíble, fuerte y arriesgado, dispuesto a todo con tal de divertirse, aunque obviamente jamás se lo diría, no le daría el gusto de deleitarse con un halago.

Pronto volvió a Shibuya para volver a vivir con su madre pero eso era lo de menos, ahora estaba más cerca de Hanma y juntos derrotaron a Moebius, que estaba aburriendo a Hanma desde que se unió nuevamente en busca de simple adrenalina. Esto provocó que terminaran ganando mucha fama, fama que causó que un día cualquiera en su academia llegara un chico rubio de otra escuela a enfrentarse con él, un tal Chifuyu que se fue al verlo con la apariencia "decente" que usaba estando en la academia. Aunque cuando iba de vuelta a su guarida con Hanma volvió a ver al rubio peleando con varios idiotas que estaban jugando sucio contra él, así que decidió ir a apoyarlo, quien lo diría, se hicieron amigos de un momento para otro.

La pequeña pandilla ahora se reunía a diario en el ex-escondite de Moebius y finalmente después de mucho tiempo en que Hanma y Chifuyu ganaron toda la confianza de Kisaki y este les contó sus verdaderas razones para desear volver a Shibuya a ser el mejor delincuente.

— Entonces viniste solo por un chico que te animo a ser un delincuente, lo que te llevo manipular a las pandillas de Osaka y Nagoya para hacer que tu madre te trajera de vuelta por el "peligro" que tu mismo formaste y ahora venciste a otra pandilla solo para establecer un estatus y cumplir el sueño de ese chico? — Chifuyu apenas entendía todo lo dicho, le parecía algo incomprensible pero bueno, Kisaki era un poco obsesivo cuando quería algo, pero a ese punto? empezaba a creer que estaba enamorado del chico ese — Eres gay?—

— No!!! Bueno si soy gay pero no por el!! Simplemente quería cumplir mi promesa, da igual, solo vamos, yo se que él será muy útil.. lo se — No pudo evitar sonreír recordando a su primer amigo y pensar en cómo podía haber cambiado, perdido en sus pensamientos que no noto las miradas de confusión que compartían sus compañeros.

Presente

— Todo es por ti... aceptaras? —

Takemichi quedó sorprendido ante todo, no sabía qué pensar al respecto y tampoco estaba seguro de aceptar la oferta de su amigo de unirse a su pandilla, actualmente con el nombre de Vallhala, no quería meter a Kisaki en sus actuales problemas, no podía, no se sentía capaz.

— Aprecio mucho tu oferta Kisaki pero ahora estoy con mis amigos, no somos geniales como ustedes pero creo que quizá estamos bien así, yo no quiero que pierdas todo lo que lograste por mi — Sonrió alegremente dándole un muy suave golpe en el pecho al de lentes y tras aquello le desordeno el cabello y se dirigió a la salida pero una presión en su pecho lo hizo parar volteando a mirarlo — Etto... Kisaki yo... podemos ser amigos verdad? Que no seamos parte de la misma pandilla no significa que no podamos ser amigos, yo espero que podamos salir un día con tus amigos y los míos, nos vemos! — Asi se despidió con una sonrisa brillante y magullada como la de aquel dia

— Claro que si— Kisaki sonrió levemente y miró al chico retirarse, de alguna forma sentía que algo no andaba bien con Takemichi así que decidió investigar más a respecto, no se rendiría tan fácil en su deseo de obtener a su héroe.

Una promesa lo cambia todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora