Amor Quebrantable (Sirius Black *joven* y tu) #1 TERMINADA

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Narra ______

- ¡Allí están, ustedes, ¿Dónde se habían metido?, todo su grupo ya había llegado - reprocho La profesora mcgonagall. Que por cierto nos odia.

Bueno, todos sabemos que no nos odia, le caemos muy bien, nos quiere pero casi siempre la sacamos de sus casillas. En especial Sirius.

- Oh, Minnie - se acerco a y paso su brazo por sus hombros - somos jóvenes Minnie, la vida es una y hay que vivirla - Mcgonagall cerro los ojos y negó

- Vamos, todos ustedes, a sus habitaciones. En especial tu Sr. Black, apresúrese en ir si es que no quiere terminar en la oficina de Dumbledore - advirtió

- ¿Bromea? Dumbledore y yo somos mejores amigos - aseguro divertido

- No creo que se le haga muy divertido, si lo expulsan - Sirius llevo la mano a su pecho fingiendo dolor.

- Pero, Minnie, ¡nunca me haría eso!, ¡el dolor que me invade es incontrolable, inunda mis pulmones, asfixiándome! ¡Muero, Minnie, mueroo ! - grito

- Sr Black, pronto a su habitación, ustedes tambien - señalo las escaleras y  - Sra. Lennox, espero que siga manteniendo sus notas aun pasando tiempo con su grupo de amigos - advirtió 

- Si, profesora Mcgonagall, mi vida social no intervendrá en mis estudios - asegure

- Bien - asintió con una muy pequeña sonrisa - Ahora, a sus habitaciones por favor - 

Mcgonagall, estaba en lo correcto, los exámenes estaban cerca, no podía darme el gusto de relajarme, no tan cerca de terminar el año.

- ¡_______! - llamo Remus, sacándome de mis pensamiento - ¿vienes? - estaban mas alto en la escaleras que yo.

- Si, si, voy - asentí acercándome a ellos.

Sirius se detuvo y  me espero - ¿estas bien? - pregunto sobando mi espalda

- Mhm - asegure

- ¿Segura? - voltee y deje un beso castro en sus labios

- Segura - 

°°°

- Por merlín, esto siempre es taaaaan cansado - me queje tirandome en la cama de Sirius.

- Tengo un regalo para ti - hablo y fruncí el ceño confundida - por navidad ... - 

- Pero ... Sirius ya me diste un regalo por navidad - 

- Mmm ... no, te di un regalo ... no por fiestas, este si es por fiestas - me extendió su mano - Pero, esta en tu habitación, ven ... - 

Antes de que entráramos a mi habitación, Sirius se detuvo.

- Debes cerrar los ojos - bufe - vamos, ciérralos, solo un rato - roso sus dedos por mis ojos para que los cerrara

- Bien, bien - accedí.

Escuche la puerta abrirse y luego a Sirius jalándome hacia adentro.

- A la cuenta de tres, los abres - informo detrás mío y con sus manos en mis hombros, asentí - 1 ... 2 ... - 

- Vamos - dije ansiosa

- 3 - abrí mis ojos casi de inmediato y espere a que mi vista se aclarara, pues había esta cerrando los ojos con mucha fuerza.

No fui capaz de articular algo cuando abrí mis ojos.

Al lado de mi cama, en una pequeña mesa había un hermoso toca discos, pero no como los de ahora, era uno clásico, con una gran corneta dorada, la caja tenía pequeña flores talladas a mano, me acerque y roce el toca discos con delicadeza pasando mis dedos por cada pequeña parte. La manivela, era pequeña y delicada y tenía las mismas flores talladas a mano que la caja, solo que un poco mas pequeñas.

- ¿Como...? - susurre - ¿Cuando?, ¿en que momento lo conseguiste? - pregunte a Sirius

- Lo compre el mismo día que el disco ... lo escondí y le pague a un niño de primero para que lo trajera aquí - negué con una sonrisa

- Estas loco, Black - susurre sobre sus labios poniendo mis brazos al rededor de su cuello.

- ¿Por ti?, como no tienes idea - deje un beso castro en sus labios, a lo que sonrío y me dirigí al pequeño librero, sacando el disco que me había regalado.

Con cuidado, puse el disco sobre plato de la caja y luego puse la aguja sobre el disco, tome la manivela, unos segundos después la música comenzó a sonar.

Bailar con Sirius siempre era perfecto, el estar con Sirius en general, su mano estaba en mi cintura y yo tenía mi cabeza sobre su pecho, mientras dábamos pequeños pasos a lo largo de la habitación. 

- Gracias, Sirius - dije por lo bajo, pero sabía que Sirius lo escucho pues luego dejo un beso en mi cabeza - Black ... - susurre

- ¿Mhm? - 

Me aleje de su pecho y puse mis manos en sus mejillas. Eran solo dos palabras, no era difícil decirlo, realmente no lo era ¿o si?, probablemente para miles de personas no era asi, tenían un significado, si, pero no les costaba tanto decirlo como a mí.

Sonreí nerviosa - Te amo, Sirius Black - dije con voz clara, algo que me sorprendió a mi misma, pues había planeado susurrarlo o decirlo en vos baja.

Los ojos de Sirius adquirieron un brillo, haciendo que sonría, puso un mechón de cabello detrás de mi oreja - Yo tambien, tambien te amo ______ Lennox - sonrío y unió nuestros labios en un beso lento - Tal vez ... podamos retomar lo del tren de esta tarde - 

- Tienes un problema con eso - dije con una sonrisa

- ¿Si? - volvió a preguntar sobre el tren, no dije nada y asentí.

Sirius puso sus manos en mis muslos y me cargo, para luego dejarme con delicadeza sobre mi cama.