el poder de un dios

~años después~

La felicidad suele ser efímera, un día lo tienes todo y al otro nada, pierdes aquello que te hacía feliz, a quien amabas con toda el alma y cuando ya no tienes nada más por que luchar, llega alguien que cambia tu vida completamente, alguien que pone tu mundo patas arriba.

Tres años han pasado desde la última vez que mebuki había visto a su ahora ex esposo cruzar aquel portal junto con esas criaturas que le habían parecido aterradoras.

Ahora sola junto con su pequeña hija Mebuki logro salir adelante, hace un año atrás, tuvo la suerte conocer a un hombre que valía la pena, a un hombre que les podía dar a las haruno lo que deseaban, una verdadera familia, después de que Sakura investigará que clase de hombre era, la pelirrosa le dió luz verde a su madre para poder estar con el.

“¿estas lista mami?” pregunto nuestra deidad con la apariencia de una niña de cinco años, Sakura estaba vestida con un hermoso vestido rosa pastel y unos zapatos negros y con un lazo color rojo como adorno sobre su pequeña cabecita.

“si, estoy lista” dijo mebuki con su vestido tradicional de matrimonio el cual era de color blanco con un estampado de flores.

Después de que kasashi “desapareciera” misteriosamente el hokage decidió por pedido de mebuki anular su matrimonio y después de estar sola durante uno par de años mebuki decidió volver a casarse con aquel hombre que le había conquistado el corazon.

El sujeto pertenecia al clan hyuga, su nombre era Izuna, el hombre pertenecia a la segunda rama de dicho clan y para poder casarse con mebuki tuvo que pedir permiso al líder del clan el cual no le tomo mucha importancia y le dió su permiso con la condición de que abandonará el clan a lo que Izuna acepto con gusto.

Después de ver qué ese hombre había abandonado todo por mebuki, Sakura quedó contenta con el matrimonio pues al fin mebuki tendría a su lado a alguien que vale la pena, a alguien que la amara de verdad.

Su madre al fin tendría a un hombre que la cuidara, amará y respetará por el resto de su vida.

*sakura*

“te vez muy bonita mama” dije mientras tomaba su mano.

“gracias mi tesoro...se que para ti esto es algo confuso pero te prometo que no importa que me case, yo siempre estaré a tu lado y te cuidare y amare con todo mi corazon” me dijo mientras me daba un cálido beso en la mejilla.

“lo se mami, se que jamás me abandonaras” le dije mientras caminaba hasta la puerta para luego darme la vuelta y mirarla, estire mi mano y ella la tomo, así juntas salimos pues teníamos una meta que cumplir, hoy mi mamá se vuelve a casar y no tenemos que tardar o el novio se pondrá de los pelos creyendo que lo dejaron plantado.

*Narradora*

Las horas pasaron muy rápido, la fiesta era hermosa y los invitados no paraba de sonreír y disfrutar de la ceremonia, cuando la boda termino la gente se retiró del lugar sonrientes y dándoles los mejores deseos a la pareja.

Cuando la boda inicio, Izuna había quedado mudo, anonadado por la belleza de su mujer, el vestido de novia era entallado al cuerpo lo cual había lucir su hermosa figura, kasashi tuvo mucha suerte al casarse con mebuki, lastima que no la supo valorar pero como toda historia debe tener un final feliz y el final feliz para mebuki era Izuna hyuga.

“estas hermosa mi vida” le había dicho el ojiperla a una sonrojada Mebuki.

“muchas gracias cariño, tú te vez muy guapo” le comento la mujer devolviéndole el amable comentario a su ahora esposo.

Está era la primera vez en años que un hombre le decía algo tan lindo como eso, era la primera vez en años que un hombre la hacía sentir hermosa y amada, como toda una jovensuela mebuki sintió mariposas en el estómago propio de los nervios por s segunda boda y por los sentimiento que día a día aumentaba por izuna.

Ahora la pequeña Sakura no tenía duda alguna, Izuna era el hombre indicado para su madre.

“hola pequeña, te estás divirtiendo en la fiesta” le pregunto Izuna a Sakura quien tenía la mirada puesta en su madre quien bailaba felizmente con sus amigas.

Durante toda la ceremonia Sakura estuvo sentada observando la felicidad en la mirada de mebuki.

“si, no está nada mal...mamá se ve muy feliz” le dijo sin mirarlo.

“hay algunas cosas que quería aclararte, se bien como era tu padre y...bueno yo prometo que jamás seré así, ni con tu madre ni contigo...me gustaría que entiendas que para mí eres como si fueras mi hija...las quiero mucho a las dos...prometo que las cuidare con mi vida de ser necesario” dijo izuna, Sakura sabía que el hombre estaba siendo sincero pues ella tenía una extraña sensación en el estómago cuándo alguien le mentía.

“no necesito que me lo prometas...solo cumple con tu palabra de hacerla feliz, se que mi madre no te ha dicho como es que Kasashi desapareció pero te advierto que si le haces daño a mi mamá, te reuniras con él antes de que digas la palabra ramen” le dijo la pelirrosa mirándolo a los ojos, sorprendiendo a Izuna por lo que había dicho.

“asi que tú hiciste desaparecer a tu padre bueno no te puedo juzgar, yo hubiese echo lo mismo en tu lugar... eres muy interesante niña... Y tranquila no quiero terminar como el, asi que jamás haré algo como para dañarlas” me dijo.

“eso espero, sino ya sabes cómo será tu final”dijo Sakura de una manera muy fria para luego levantarse de la silla he ir junto a su madre para bailar con ella en este día tan hermoso y feliz de su vida.

“(pobre pequeña, me preguntó ¿que clases de cosas sufrió por culpa de ese cerdo?)” pensó el hombre mientras vía a las pelirrosas sonreír.

Hay un dicho que dice que lo que es basura para uno, para otro es oro y en este caso las haruno eran oro puro para Izuna.