el poder de un dios

~fugaku uchiha~

Se suponía que la visita en la casa uchiha sería corta pero mikoto tenía otro plan para el matrimonio haruno. Ella hacia tiempo que conocía a mebuki y cuando supo que está era pareja de kasashi deseo con todo su corazon que ella estuviese bien, deseo que Kasashi no la dañará pero cuando un hombre es cruel y le gusta maltratar simplemente no cambia.

Mikoto uchiha la matriarca del clan había recibido hace minutos a los haruno con un hermoso y cálido abrazo, después de presentarse con el nuevo esposo de mebuki todos entraron a la casa para tomar el té.

“(que linda casa)” pensó Sakura al ver los muebles hermosos que está tenía en la sala además de la hermosa lámpara estilo araña que colgaba del techo.

“(es la lámpara de mis sueños)” pensó mebuki al ver la lámpara llena de piedras preciosas.

“(malditos uchihas presumidos)” pensó Izuna al ver los lujos y comodidades que poseían los uchiha.

El deseaba con todo el corazón comprarle una casa así a su esposa pero con el dinero que ganaban en la tienda de antigüedades le sería imposible comprarla.

“algun día te compraré una casa así cariño” murmuró creyendo que nadie lo había escuchado.

Sakura quien estaba detrás de él entendió lo que quiso decir, su madre había quedado sorprendida con la casa, internamente Sakura se pregunto si su madre le dejaría comprarle una casa como esa o incluso construirla.

Mientras mebuki, Izuna y mikoto comenzaron a charlar de manera tranquila, Sakura estaba al lado de su madre observando todo, cada detalle de la casa, era exactamente igual que en la visión que ella había tenido antes de llegar a este mundo.

“con que ella es la pequeña sakura, mebuki tenías razón ella es muy tierna, preciosa cuántos años tienes” pregunto la mujer dedicándole una cálida sonrisa a la pelirosa.

“cinco años y medio” le respondió mientras se sonrojaba.

La pequeña pelirrosa sentía que Mikoto era una mujer muy tierna y que era muy buena persona y que en verdad no merecía el corto pero doloroso futuro que le esperaba.

“esta tan grande...¿Y tus hijos mikoto?” pregunto mebuki mientras tomaba un sorbo a su tasa de te.

“deben este entrenando con fugaku cerca de aquí...si quieres ir, ve tesoro, el campo de entrenamiento está aquí nomas” le dijo la tierna mujer.

Sakura solo asintió, se levantó del sofá pero antes de irse miro a su madre.

“si pasa algo grita mi nombre y vendré enseguida madre” le dijo antes de hacer una reverencia hacia la dueña de la casa y salir por la puerta de entrada.

Mikoto quedó sorprendida por el amor y el cuidado que la pequeña había profesado en esas pocas pero simples palabras.

“desde que supo del embarazo ella se preocupa mucho por nosotros, es una buena niña” dijo mebuki acariciando su vientre.

“es tan tierna...ho mebuki no sabes como me alegro mucho el saber que ahora estás bien...se que tu quisiste mucho a kasashi pero....el no era un buen hombre”

“lo se y dónde sea que esté seguro está pagando caro por todo lo que nos hizo...mejor cambiemos de tema...me han dicho que tú hijo mayor Itachi es muy talentoso” dijo mebuki mientras cambiaba de tema, hablar de kasashi le dolía pues ella lo quería aunque no como antes, solo le tiene aprecio por el echo de que le dió una hija y nada más.

“si el es un joven muy talentoso, un prodigio” le respondió orgullosa la mujer.

“¿Cuánto tiempo se llevan Sasuke he itachi?” pregunto Izuna al sentirse algo excluido de la charla.