5. Beach.

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¡Hola mis bonitos lectores! ¿Alguién me extraño? Como ya saben mis pobres lectores regulares, cuando entro en hiatus de la nada es porque siempre pasa algo, pero mi vida personal ha dejado de ser un completo caos, así que acá estoy, lista para seguir retomando esta dinamica (es una suerte que se acepten trabajos atrasados en esto). Mil gracias a quienes se toman tiempo para leer.

¡Espero que les guste!

—¡Vamos rápido al mar! —Bones baja de la motocicleta, desabrochándose la jardinera y arrojando las prendas en la arena para zambullirse en la cristalina agua de California—

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—¡Vamos rápido al mar! —Bones baja de la motocicleta, desabrochándose la jardinera y arrojando las prendas en la arena para zambullirse en la cristalina agua de California—. ¡Vengan rápido!

—No hemos venido acá para divertirnos. —La imponente voz del líder de Fish Bone congela al resto de sus integrantes, se encuentran utilizando ropas ligeras, la brisa salada les golpea tenuemente las caras, es una sensación calurosa y agradable—. Hemos venido por mera formalidad.

—Pero jefe... —Kong gimotea, acunando a su flotador entre las manos—. Podríamos aprovechar de jugar ya que estamos acá. —Esa petición parece indignar al aludido de sobremanera, Shorter lo sabe porque ha tensado la mandíbula y formado espesas arrugas bajo los mechones dorados, le ha dicho acerca de lo peligroso que es amargarse desde tan joven, sin embargo, nunca lo escucha.

—Hemos venido a hacer presencia con las demás pandillas, no a holgazanear.

Están en Venice Beach.

En los Ángeles, bebé.

—Aunque tienes razón... —Hasta Alex se ve decepcionado, ha bajado de su motocicleta una carpa para resguardarse del sol—. Podríamos meternos al agua para matar el tiempo.

—¿Si alguno de nuestros contrincantes nos ve tonteando? Nos hará lucir débiles. —Ash se mantiene inflexible en la orilla de la playa, se encuentra usando un polo blanco y unos pescadores (más bien, jeans mal cortados) que resaltan todavía más su palidez fantasmal—. Se los prohíbo, esto es serio.

—¡Eiji! ¡Ven al agua! —Pero antes de que el jefe pueda reclamar...

—¡Voy!

Eiji se quita las prendas, dejando a Aslan absolutamente encandilado por la imagen de su flamante novio usando un delgado traje de baño, incluso la mandíbula se le ha caído, ¿lo culpan? El chico luce ridículamente bien, sus músculos de pertiguista relumbran bajo el resplandor veraniego en una oda al bronce, su pequeña cintura contrasta con esos tenues abdominales, incluso en es infantil traje de baño de Nori Nori, sus piernas son un deleite mortífero que resaltan su trasero torneado. Desprende una deliciosa mezcla entre obscenidad y ternura gracias a esos ojos de Bambi que destrozan los 200 puntos de IQ del jefe con suma facilidad.

Que Dios se apiade de sus hormonas.

—¿Eh? —Eiji se acerca, intensificando la cara de menso de Ash—. ¿Ustedes no van a entrar? Pero si el clima es bastante agradable. —El americano resalta su descaro al manosear cada centímetro de piel desnuda que encuentra, desde los huesos de su cadera hasta su ombligo, se concibe famélico, como si no hubiese bebido de este implacable motociclista desde hace una eternidad y la peor parte, es que Shorter lo entiende a la perfección.

Pretty savage [WongLung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora