Eien no yume/Panhteon: Ice heart

Sisu 6: Glacies symphoniæ.

Permíteme mostrarte una canción muy inusual, del cual su música es casi imposible de "apreciar" solo con los oídos, presta atención y podrás escuchar su presente melodía en el ambiente... es algunas veces suave y ligera al igual que una brisa, pero también se comporta como terrible tormenta de la que no puedes escapar estañado en soledad, solo puedes prepararte y mirar más allá del horizonte.

Oh... la historia del hombre siempre ha estado manchada de sangre, arrepentimiento y el dolor, sí, hemos aprendido mucho y sabemos tan poco sobre nuestra propia raza, mucho más sobre humanidad o la profundidad de lo que significa ser una persona. En hombre, el ser humano llamado persona.

Para Mikio fue como respirar y no solo eso, lo que hacía ahora no era llevado por el odio como tal, no, tal vez fue el instinto de supervivencia o quizá la fuerza histérica. Puede ser todo y al mismo tiempo nada, ya que lo que Mikio experimentaba no era nada más que un vacío en su corazón el cual sentía nuevamente ese tipo de dolor que no es físico.

Puesto su mente en blanco.

Mikio no podía decir nada y no porque no podía, solo no sentía la necesidad de hacerlo y solo seguía y seguía en este festival de puñetazos.

__ P...or favor... para...

Decía el que ahora ya no portaba la guadaña plateada.

Mikio no hizo caso a esas palabras y solo continuo hasta que otro momento de lucidez cruzo por su cabeza, mientras permanecía destrozándole cada parte del rostro a este ser que tenía su apariencia.

__ P...or favor... para...

Repetía este acorralado ser.

Nuevamente esto a Mikio no le causo ni cosquillas y en ese preámbulo solo separo sus dedos.

Al final solo se escuchó el extravagante grito de este ser cuando le fue arranco su ojo izquierdo para luego aplastarlo.

Este ser trataba de vomitar, pero no pida y solo le alcanzo para decir unas palabras mientras se retorcía del dolor.

__ No debería haber salido así... no debería... no debería...

__ Dime lo que sabes sobre el puente y no te destruiré.

Incluso para Mikio decir eso le sonaba a orden y no tanto a una amenaza.

__ Dime lo que sabes y tu otro ojo no sufrirá.

__ ¡No te diré nada! Un humano como tú ¡Jamás entendería!

Y Mikio tomándolo del cuello se acercó lentamente hasta llegar a poner sus dedos hasta ese ojo derecho y no quedo solo en hacer eso, porque en su mano izquierda balanceaba un enorme brillo metálico.

__ El más sorprendido debería ser yo, pero tú te vez más asustado.

Afirmaba Mikio y este otro solo le respondió de forma entrecortada mostrando absoluto terror.

__ E..so...no...eso...no...

__ Esta guadaña me es familiar, pero su color...

__ No...no...no... todo menos eso.

Para Mikio ver ese tipo de expresión le causo algo más que un mero suspiro.

Por otro lado, este ser apenas si podía hilar palabras.

__ Si no dejas... esa... guadaña... si... no... la... dejas...

__ Solo veo el miedo, pero hay algo más.

__ Eso... no... eso... no... yo... no te dejare... ¡No te dejare!

__ ¿Qué sabes de mí?