Eclisse ↬⟨‹ H.N.C

capítulo 4

𝐸𝑑𝑒𝑛𝑖𝑎 𝑅𝑜𝑠𝑒 𝑏𝑒𝑟𝑣𝑡𝑟𝑒𝑛𝑜𝑣𝑎

Mi nombre es Edenia, nací en la última noche del mes de febrero entre los pasillos del castillo, mi madre Rose Bervtrenova me dio a luz con 29 años de edad, mi padre nunca apareció, nunca lo conocí, fui criada por mi madre, la reina y las demás sirvientas del lugar.

Desde muy pequeña llame la atención de muchas personas, demostré mi inteligencia a corta edad, mis talentos, los reyes terminaron por pagar mi educación y actividades, crecí junto a los príncipes, Adal, Abel  tambien con las princesas Adella y Estella, soy un año mayor que las princesas, desde que tengo memoria Adal y yo tenemos una conexión de años, si contará las situación en las que termine siendo acorralada por el no terminaría nunca, sin embargo, nunca caí hasta hace un año.

Tenía dieciséis y estaba llegando al castillo, después de mis clases, recuerdo que llevaba mi uniforme aún, entre a la biblioteca principal, abriendo mi mochila empecé a devolver los libros que había tomado para mí dia de estudios, para luego empezar a buscar los de mi día a venir, habia uno que específico que necesitaba, era " El principito", el favorito de Adal, por alguna razón llegó a mi mente cuando recordé el título, el me obligaba a leerselo en el pasado, incluso llegó a sacarme de mi habitación y llevarme a la suya solo para que le leyera bajo el pretexto de que mi voz le daba mucha calma, así hasta que se dormía, como sea, es desagradable y extraño, me puse en las puntas de mis pies para tomar el libro, debía llevar un cuento para el evento de el dia del niño, como trabajo comunitario, nos enviaban esos días en específico a leerle cuentos a niños en hospitales o escuelas, no lo alcanzaba.

— ah!, Maldita sea!— Maldije con amargura, como están los libros infantiles tan arriba?, Donde carajos estaba la escalera en esos momentos?, Entonces sentí algo apegarse a mi espalda, me espante y me voltee, apegandome a la librería, era Adal, serio estaba ahí parado tenía el libro ahora en sus manos y me lo ofreció, yo estire mis manos para tomarlo, pero lo dejo caer a un lado, yo le observé confundida y luego hice el intento de agacharme para tomarlo, el me tomo de la barbilla y con delicadeza me hizo mirarlo — Adal, basta no juegues— en esos momentos nunca pensé en tener algo con el, lo veia como un hermano o eso trataba de meterme en la cabeza, me quedé quieta, el me miraba y sonrió — Hasta cuando vas a resistirte Edenia?, Porque me torturas? —  mis ojos se abrieron en su totalidad, que está diciendo?, Me quiere asesinar de un infarto?, Jadee intentando apartarlo, puse mi mano en su pecho y el la tomo presionandola contra el mismo — No estoy jugando Edenia— Desvie mi mirada muda, me había puesto nerviosa, estamos totalmente solos— ... Por favor déjame ir, nos meteras en problemas — El se rió levemente y me beso, proteste al inicio, pero justo en ese momento me di cuenta de que Adal no solo es un hermano para mí, correspondi a aquel beso y el me soltó para luego sujetarme apegandome a el.

Me besó con tanta pasión y ganas, que yo apenas podía procesar todo, Adal Bernadotte, el principe sin sentimientos, el rey del hielo, alguien que jure que nunca caería ante sus pies, aflojó la corbata de mi uniforme y luego mano sus manos a mis piernas, me alzó sosteniéndome de los muslos, apretaba y masajeaba los mismos mientras bajaba a mi cuello besando el mismo, jadee— Adal...~— le nombre totalmente rendida ante el, no sabía que pasaba en estos momentos, bueno, si, pero no mi actitud, porque?, Porque yo?, Porque justo ahora?, Solo se que me gusta lo que está haciendo, su perfume, Dios es el aroma que nunca me cansaría de oler,  es fuerte y muy masculino, propio de el.

— Edenia— me nombró un poco agitado y yo solo respondi con un tembloroso "uhm?" — No sabes cuánto me encantas, me matas...~ — dijo susurrando con su voz ronca yo aprete mis manos y con ellas su camisa, siento que el corazón se va a salir de mi pecho, que debo hacer?, Que quiere de mi?, El empezó a caminar conmigo en brazos, yo me alarme, vamos a salir de la biblioteca? — es... espera!— le pedí — No podemos salir de aquí, así no — el me miró y me encogí de hombros, siempre tan dominante, me bajo y me dijo — quítate las bragas, damelas— yo le observé atónita, en serio? — Ahora— yo asentí— pero...— el se arrodilló y separó mis piernas, metió sus manos debajo de mi falda y yo me tense, que vergüenza, el me observo y alzó mi falda — estás mojada, tan rápido?— yo ni le respondí, viendo a otro lado, empezó a bajarlas poco a poco, cuando estaban por mis rodillas, el acercó su mano y empezó a tocarme— uhm!— me exalte, que está haciendo? — Adal... Adal por favor aquí no...ah!~— gemi y tape mi boca, el sonrió y nego, siguió tocándome, estoy tan mojada, me siento extraña, está en mi primera vez en una situación así — Te gusta? — yo asentí mientras mis piernas temblaban, agitando mi respiración, de pronto se detuvo — Vámonos — me ordeno, termino de quitarme las bragas y me tomo de la mano, salimos a prisas del lugar.