Capítulo 3

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En la mañana del siguiente me encontraba sentada en la enorme sala donde solíamos desayunar en familia, eso estábamos haciendo de hecho, era suficientemente grande para todos y aún faltan personas por llenas la mesa, mi madre estaba sentada en una punta de la mesa y mi padre en otra, Ambos daban vibras fuertes, en público eran la misma imagen de la autoridad y elegancia las cuales van de la mano, nosotros en medio de ambos comíamos en silencio.

— El doctor me a dicho que todo está bien, pero que debo seguir guardando reposo y que... Es un varón— comunico mi madre y todos volteamos a verla yo fui la primera en hablar — Eso es maravilloso mami!— Adal asintió tomando de su vaso de jugo, no parecía muy feliz, mientras Abel empezó a hablar como una radio prendida sin botón de apagado — es una maravilla total, ya pensaste en nombres?, Que sea lindo, no le pongas algo como " Adal" ugh — todas reimos y Adal hizo una mueca de fastidió— lo observé atentamente unos segundos y el hizo contacto visual conmigo, antes tenía la manía de hacer cierta expresiones cuando algo no le gustaba, se que esto del nuevo hermano no es algo que le agrade, sus ojos se voltearon en otra dirección y yo me centre en mi plato.

— Mami!, Hoy vamos por el conejo?— Adelyz Hablo recordándole a mamá sobre el conejo, mamá termino su desayuno y dijo — Si querida, hoy iremos por el conejo, a la tienda de mascotas — entonces planeaban salir del castillo, Adal termino su desayuno y en silencio hizo una reverencia para luego retirarse,  Abel lo siguió luego de unos segundos y luego termine yo levantándome — he terminado, madre, padre, estaré en mi habitación — ellos asintieron y empecé a correr saliendo del gran salón, Adal estaba al final del castillo con la hija de la sirvienta de confianza de mamá , hablaban, pero muy cerca, como si susurraran algo, lo estaban haciendo pues no lograba escuchar ni el sonido de sus voces, me acerque un poco en silencio, parecía estar muy distraído para darse cuenta.

Era una niña que estaba confundida pero consciente de muchas cosas, como por ejemplo las relaciones sexuales, el pasillo estaba completamente "solo", estábamos solo nosotros tres, yo me escondi en la entrada del otro pasillo, lo que vi en ese entonces me sorprendió, dentro de mi inocencia, pensé que Adal estaba lastimando a la hija de la sirvienta Rose, sin embargo al detallar bien mis mejillas se pusieron tan rojas como unos tomates, juro que hasta sude,  La hija de la sirvienta Rose estaba con las piernas abiertas y Adal estaba tocándola por debajo de su falda, ella lo abrazaba y lo que parecían ser quejidos eran gemidos!, Me voltee para irme y la nana Rose venía en mi dirección, mierda!.

No sabía que hacer exactamente, la verdad era una situación jodida y estos dos idiotas no dejaban de decirse cosas obscenas el uno al otro, no se dan cuenta!?, Abrí la puerta del clóset que tenía cerca y entre allí, cerrandola de un puertazo fuerte, me acerque a la puerta — Mierda!— escuché a Adal maldecir y a   Edenia protestar — Súbete el cierre!— la escuché decir  — corre!— escuché a Adal, si descubrían que andaban juntos iban a estar en muchos problemas — Pero!— protesto Edenia — que te vayas, te buscaré luego ok?—  luego silencio y unos segundos después la voz de mi nana — Adal, todo bien?, Te veo... Sonrojado, tienes gripa?— yo suspiré aliviada, le salve el trasero al pervertido.

— No nana, estoy bien— me talle las mejillas repetidas veces pensando en salir del clóset — desde cuando usas perfume de mujer?— casi me da un infarto, Dios esa mujer no deja pasar ni una, silencio y luego Adal hablo — es... Me gusta el aroma dulce — mentiroso, mentiroso.

La nana se quedó callada y se fue, yo de inmediato salí del clóset en silencio caminando rápido en dirección al jardín por el pasillo secundario, entonces sentí un jalón — aw!— me queje y cuando voltee era Adal me sacudí rápidamente— no me toques con tus manos asquerosas! — proteste y el me observó, soltandome me habló — viste lo que pasó?— yo volví a sonrojarme y negué — no se de qué hablas — el alzó una ceja y sonrió algo raro — Eclisse.— pronunció mi nombre para luego ponerse serio — no puedes decir nada— yo le observé en silencio — si descubren lo que pasa con Edenia ella y Rose tendrán problemas — asentí levemente, es raro, Adal preocupándose por alguien más? — es complicado, pero siento cosas por ella y me preocupa— fruncí mi entrecejo — si te preocupara no la expondrías de esa manera— el pareció sorprendido y se quedó callado — eres un idiota — le dije arreglando mi pijama me voltee y empecé a caminar nuevamente— obviamente no diría nada  Edenia es una chica dulce, brillante y muy hermosa, con una luz única, desde que la conozco ha sido así, es protagonista hasta en Historias donde es solo un personaje secundario, siempre supe que Adal gustaba de ella, por como la miraba, cuando baje las escaleras saliendo al patio Edenia estaba ahí.

— Hey— ella me sonrió y yo le devolví la sonrisa, descalza camine por el pasto verde viéndola, parecía un poco disgustada, me senté en la banca y se sentó a mi lado, no soy muy buena hablando con los demás o dando consejos, entonces me quedé callada, ya sabía lo que venía — Adal y yo...— pude ver cómo sus mejillas se sonrojaban y lágrimas caían por sus mejillas, me alarme — Edenia, no llores — con la manga de mi pijama seque sus lágrimas — no puedo evitarlo— realmente no sabía que estaba pasando, hace rato parecía feliz mientras cogía en pleno pasillo, ahora está llorando, ella junto sus manos al frente y yo puse mi mano sobre la de ella — calma, cuéntame con calma — ella asintió, quizá no debería hablar de esto con ella, pero todo sea por el chisme.

Ella tomo aire profundo y abrió la boca para hablar— Adal y yo hemos estado saliendo a escondidas— que sorpresa, nótese el sarcasmo — y... Todo iba bien hasta que llegó Leya — abrí mis ojos como platos, Leya!?, Es la sirvienta más joven del castillo, pero aún así, es mayor que Adal por mucho, joder — Leya?, Porque? — Ella volvió a romper en llanto,  yo la tome entre mis brazos con cuidado, mi cara era un poema — Se acostó con ella— maldito seas mil veces Adal, no te basta con una plebeya si no dos, le diré a mi padre que le ponga un cinturón de castidad—  Edenia... No llores, escucha, tu... Tu sabes que — ella me interrumpió — que no es posible que terminemos juntos, lo sé, pero me prometió que sería la única a la que amaría — hice una mueca y hablé — el sexo a veces no tiene nada que ver con el amor, pero... Te entiendo, creo — claro que no, en ese momento ni sabía cómo era el amor fuera del maternal y familiar.

— Debí saberlo, todos saben cómo es Adal, es — la interrumpi — egoísta?, Malcriado?, Con falta de responsabilidad afectiva y mala actitud?, Si.— no se si creer lo que me dijo Adal, sentir algo por ella, lo veo difícil, Edenia merece una buena vida, un buen chico, alguien que sea capaz de retar a la ley por ella, no a alguien que no sabe ni que comer en la mañana — acaricie su cabello oscuro, la observé— es tan hermosa, su piel no es pálida, tiene un ligero acercamiento a la canela, haciendo de este un color hermoso, su rostro es perfilado y sus ojos verdes son achinados, su cabello es largo y negro, sus labios carnosos, parece una muñeca!, Tiene una hermosa cutis y no olvidemos lo dulce que es con todos nosotros, no tiene ni muchas caderas, ni mucho cuerpo, aún así parece un ángel — eres hermosa, no lo olvides y si Adal no lo ve, no ve lo que se pierde, pues al carajo — ella sonrió y se aparto para verme a los ojos tomando mis mejillas — Gracias Eclisse, eres mi mejor amiga —

Vaya que eso fue confuso, jamás había sido mejor amiga de nadie, ella me sonrió y me abrazo, yo correspondiente a ese abrazo estaba procesando toda esa conversación, acaricie su espalda — volverás a verte con el?— pregunté con mucha curiosidad, ella pensó y se aparto — Lo mejor sera... Dejarlo ir, no soy parte de su mundo, no es parte del mío — asentí como si eso fuera verdad, la verdad es que Adal podría retar a papá o hablar con mamá, ellos no se negarian si el hiciera las cosas de manera correcta, observé a Edenia, se veía tan triste, tan fingida, como si no pudiera darme cuenta de lo que realmente puede estar sintiendo justo ahora, decepcion, desamor, aceptación, aún así, sonreía, yo sonreí ampliamente y tome sus manos — no estás sola, tu si perteneces a mi mundo, tu te quedas en el mio, te quiero — ella sonrió y empezó a llorar de nuevo  tomando mis manos, sentí tanta pena, realmente mucha, como alguien tan brillante terminaba llorando por alguien tan opaco?.

Voltee hacia arriba vi a Adal observandonos desde arriba en las ventanas de los pasillos, alce mi mano y le saque el dedo de en medio diciéndole en silencio "Jodete ", Adal la pasará muy mal si sigue con esas actitudes.

Eclisse ↬⟨‹  H.N.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora