Los siguientes días pensé que ella iba a seguir normal, a esto me refiero a que no tomaría alguna actitud extraña por lo que pasó pues para mí había sido algo totalmente normal y hasta podría repetirse. Eso pensé hasta que un día mientras desayunaba con mi familia ella ayudaba a su madre a terminar de servir, como de costumbre claro esta, sin embargo ella siempre Solía servir del lado donde yo siempre me siento, no lo hizo, así fue por al menos cuatro días en los que me evitaba y bajaba la cara.
Pensé que no tenía que molestarme después de todo era una simple plebeya y nada más que eso sin embargo...— !Ya llegó Edenia¡ , Uhh un chico la trajo — voltee a ver a mis hermanas hablar, ¿un chico?, Fui directamente a asomarme en la ventana, estaban allí, seguramente es de su edad no es tan alto, ellos reían, maldita sea no puedo escuchar que dicen, mi expresión era un poema, ¿me estaba evitando por ese pedazo de nada?,¿ Ese plebeyo estúpido me esta robando la atención de Edenia?, Todo se jodió cuando ese imbecil beso a Edenia, no en la boca claro, pero si en ambas mejillas y por último en su frente, ¿quién carajos se cree?, Yo negué enojado, como alma que se llevo el diablo mi enojo me arrastró a las afueras del castillo la entrada donde estaban ellos charlado plácidamente, como si no pudiera ver lo que están haciendo, al llegar observé con seriedad al chico el cual se quedó callado en cuando notó mi presencia.
— Nia...— dijo el intimidado, mis ojos azules casi perforaban su estúpida cabeza, yo mantuve mi expresión severa, Edenia volteo viéndome con una gran expresión de confusión, ¿que?, ¿se está haciendo la estúpida?— ¿que sucede Adal?— pregunto y yo observé al chico, luego a ella entonces decidí hablar — Entra al castillo. Ahora— ella frunció el ceño y pareció vacilarme, voltee a ver al joven en frente de mi, parecía asustado — Largo.— el sabe quién soy sin embargo no se quién es el, su estúpida identidad no debería importarme hasta ahora, lo aplastare, el asintió. A paso rápido se alejó dejándonos solos, salió del territorio como lo queria.
— Pense que sabías que estaba prohibido traer extraños— escuché a Edenia reír, la observe y mi entrecejo se frunció — debes estar jugando, ¿no?, ¿Desde cuándo?, Además, solo me trajo a la entrada. No sea ridículo príncipe— Principe?, Ella avanzo y empezó a caminar yo estire mi mano y la tome del cabello, de la parte de arriba de su cabeza jalandola hacia mí me acerque a su oído — yo pongo las reglas, estas hablando con tu futuro Rey, asiente y acepta sirvienta.— ella chillo al inicio intentando soltarse, cuando la solte y se volteó para verme su expresión era diferente, ahora se veía... ¿Afligida?, ¿Quería llorar?.
— Eres un imbecil — me dijo así, sin más, de verdad me sentia impresionado, retado quizás, una sonrisa torcida se formó en mi rostro y la tome del brazo con fuerza jalandola empecé a caminar, si seguiamos hablando así aquí nos verían mis hermanas, no las veo, pero se que escuchan y ven todo aquí — sueltame!— protesto ella intentando soltarse de mi agarre yo la observe y negué, seguí caminando hasta llegar al área del jardín privado de Eclisse, la solte pero luego volví a tomar un agarre más agresivo tomándola del cabello y el cuello, sin ejercer mucha fuerza claro, solo para someterla — ¿que soy un que?— le pregunté y ella me veía con... ¿Miedo?, Sonreí nuevamente — no se te olvidé quien eres y a quien perteneces— y empezó a llorar.
Empecé a ver lágrimas caer por su rostro, lágrimas salir de sus ojos y su bello rostro deformarse por una expresión de pura tristeza, aun así, se ve tan hermosa llorando, la solté y luego la jale hacia mi abrazándola — déjame en paz, ya obtuviste lo que querías — dijo entre sollozos, la había humillado no era para menos, ahora me sentía como un jodido idiota. Pero ella causó todo esto, sabe muy bien que odio que me anden vacilando o retando, nada bueno sale cuando eso pasa. — lo siento — me disculpé pero ella negó separándose — !no, no lo sientes, nunca lamentas nada, no mientas y ya déjame en paz¡— dijo mientras lloraba, se volteó y literalmente se fue corriendo. Me quedé ahí parado sin saber que exactamente hacer o sentir, solo sabía que lo había jodido todo.
ESTÁS LEYENDO
Eclisse ↬⟨‹ H.N.C
RandomEn la penumbra de la oscura noche en medio de aquel grande salón sus ojos violetas penetraban los míos, con un brillo tan expresivo acompañado de su lenguaje facial, está llena de ira, esta devastada, se siente traicionada, no sabía que decirle exa...