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Memorias de una noche

¡Warning +16!

Créditos de la imagen a su respectivo autor.

Quien lo diría... yo la chica más inocente de toda la escuela, Athanasia Alger Obelia de segundo de Preparatoria y presidenta de el grupo estudiantil, un romance con el más desastroso de toda la escuela, Lucas Meyer de tercero de preparatoria, uno de los chicos más codiciados por todo el colegio.

No lo niego, se siente tan bien, sus manos rozando por mi tersa piel... sus ojos iguales a un rubí mirarme con amor y deseo en cada encuentro, mirada que nos damos, sus labios chocar con intensidad contra los míos y su ronca voz que me susurra siempre lo linda que me veo.

—¡Atthy!

—¿Eh? ¿Pasa algo Jenny?

—Un grupo de chicos te están esperando en la puerta... ¡Atthy! ¡Reacciona! ¿Cuántos chicos se te han declarado en esta semana?

—Alrededor de cinco... ¿Y eso que tiene que ver?

—¿Ninguno te ha interesado? ¡Oh, vamos! ¡Vive tu adolescencia!

'Ya la estoy viviendo, oh... mi querida Jenny si supieras...'

—Sabes que no me interesa ningún romance con ellos...

—¡Ya se! Hoy iremos con Helena a una "discoteca", ¿Te animas?

—No lo se... sabes que mi papá no me dejara ir, es un esceptico a esas cosas.

—¡Yo lo convenceré! Una pequeña mentira a mi tío no hará nada malo.

Suspiro agotada—Bien... vámonos, tendré que lidiar con esos chicos.

—Son de otras escuelas...

El acoso era complicado para mí, este no era un verdadero deseo de ser vista siempre, era muy molesto, chicos y chicas siempre me perseguían constantemente, hasta mis papas tuvieron que poner cámaras de seguridad y rejillas porque habían logrado desafiar la seguridad algunas personas dementes.

—¡Mira ahí esta Lucas!

Voltee instintivamente al escuchar su nombre, encontrándome con esos ojos tan fascinantes para mi, y que sin perder tiempo se acerco a mi, poniéndome nerviosa, el era el único capaz de causar estas sensaciones en mi... mi corazón latía tan rápido, sentía que el aire se marchaba de mi ser.

—Presidenta Athanasia....

Esa voz... que deleita mis oídos... tan excitante. ¡Que estoy pensando! Donde quedo esa Athanasia mucho más inocente, oh... ya sabía porque no debía leer todos esos libros eróticos, mi error.

—Meyer, ¿Ya se va?

Quise mantenerme lo mas normal, pero no podía... mucho menos ante la reacción burlona que hiso, una sonrisa apareció en su rostro, logrando llamar la atención de chicas y chicos que estaban y pasaban por ahí, ¡Lucas sonriendo! Muchas jovencitas decían blasfemias detrás mío por ser la causante de esa faceta tan demostrativa.

Lucas tiro unos libros por accidente, haciendo que ambos nos agacháramos a recogerlos, se acerco lo suficiente a mi oído para susurrarme.

—Nos vemos en la noche...

No tarde mucho para que mi ultimo aliento se escapara de mi boca, ¡¿E-en la noche?!, es cierto de los distintos encuentros íntimos que hemos tenido, pero nada ha sido mas allá de lo que a mi me da miedo. El se marcho, sin más, dejando suspiros por doquier, yo estaba más que tiesa, algo me decía que debía mentirle por primera vez en mucho tiempo a mi papas para poder ir a esa tal discoteca.