Todo el caos inicia cuando Félix Graham comete el atrevimiento de besar a su mejor amiga por un estúpido juego.
¿Saben? Quizás todo no hubiera ídolos de mal en peor si Chloe no hubiera traído a un tercero en esta relación de dos: Luka Couffaine.
¿El...
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Mis piernas estaban flaqueando, me sentía más nerviosa de lo que me gustaría.En aquella salida a Trocadero poco había hablado con Felix, solamente para saludarlo y de ahí continué evitándolo; pero a estas alturas no era justo para él, incluso si me había besado solo por un juego, no podía mantenerlo apartado de su mejor amiga.
Una vez más me había reunido con ese grupo que, aunque no lo decían en voz alta, querían ver el desenlace de esta guerra fría, pisar sobre el perdedor y elogiar al ganador.
Si ahora huía, nadie se daría cuenta pues yo a qué a penas estaba en la puerta de aquel punto de encuentro, quizás estaba a tiempo.
—Chloe, viniste.— su voz hizo cosquillear mi piel por completo. Regresé mi mirada a él.
Su aspecto nunca me fue indiferente, sabía que era agraciado, aunque sus gestos eran rígidos su mirada era suave, tierna, incluso dulce. Cada vez que lo veía no podía evitar pensar en todos esos momentos que pasamos de más chicos, escondidos bajo la sábanas mientras él no ocultaba esa sonrisa cálida que pocos habían tenido la dicha de ver.
No me pude mover, y de mi boca no salió ni una sola palabra.
—¿Podemos hablar?
No es que no quisiera, es que no era capaz de hacerlo, y ni siquiera entendía porqué.
