| MALA CONDUCTA - LEVI ACKERMAN |

3. Me atrapaste

Fue el primer pensamiento que cruzó por la cabeza de Levi al asimilar lo fácil que acepto T/N. Parecía demasiado segura, controlada y serena. Probablemente ella creía que encontrarían a Aurora de inmediato y que no tendría que cumplir su parte del trato.

—No te creo nada— afirmó, cruzándose de brazos.

—¿No crees que?— inquirió — ¿Que mi hermana me importa lo suficiente como para hacer lo que sea necesario para encontrarla? ¿O cuestionas mi ética y capacidad?— se alejó de el e inspecciono la cámara que estaba a un lado de el estudió — Jóvenes que se fugan de su hogar... ¿Por que escogiste ese tema para tu documental?

—Creo que es un problema creciente en muchas familias con fallas estructurales.

—¿Crees que podrías encontrar una solución?

—Ese no es mi trabajo.

—Entonces, ¿Cuál es tu trabajo?

—Enfocar el lente sobre un aspecto en específico de la sociedad y hacer que la gente piense en ello, que se den cuenta de los diferentes matices de la sociedad.

—Quieres que tú público piense en los jóvenes que se marchan, ¿Y luego que?

—En el mejor de los casos, hacer algo.

—¿Cómo que?

—Como ayudarlos — respondió — O mejor aún, aprender a reconocer las señales de advertencia que da un joven y hacer lo que sea necesario para evitar que un chico se vaya de casa. — T/N le miró con ojos centelleantes.

—¿Debería haber sabido que Aurora iba a irse?

—Nunca dije eso— se encogió de hombros.

—No se cómo puede alguien decir con certeza lo que pasa en la mente de alguien más.

—Todo depende de el enfoque.

—¿Cómo lo haces tú? Quiero decir, ¿Cómo obtienes información de los chicos sin ser rechazado?

—Me acercó a ellos sin prejuicios, sin lástima — repuso — Simplemente apunto con la cámara y ellos hablan.

—¿Así de fácil? ¿Enfocas la cámara y ellos hablan?

—Bueno, no siempre, pero han habido momentos en los que si. ¿Quieres ver?.

—Claro, me gustaría ver qué has grabado.

—Pensaba en una demostración en vivo— indicó.  La tomo del brazo y la llevo hacia el estudio de grabación y le puso un taburete delante — Siéntate.

—¿Y que más?

—Habla.

—¿Yo? ¿De qué?

En vez de responder directamente, le indico que debería sentarse. Reacia, sólo por un momento ella obedeció. El encendió la cámara y miro por el visor. Centro un primer plano de sus facciones, de sus labios, gruesos, sensuales y tentadores.

Recordó su sabor y la sensación que le provocaban.

Con las entrañas tensas, busco una toma a media distancia, de cintura para arriba apretó el botón de grabar y retrocedió para que no pudiera mirarlo a través de los focos que brillaban sobre ella, la zona detrás de la cámara estaba ensombrecida logrando así una iluminación armoniosa.

—¿Cuál es el objetivo de tu juego?— pregunto ella, recuperando el control de su apariencia.

—Hablame de ti.— ella parpadeo y le miró confundida.

—T/N Zackly, tengo veintisiete años, soltera y licenciada en artes políticas. Trabajo como enlace de prensa de mi padre, el senador Darius Zackly.

—Dije que me hables de ti, pareces un robot. — exclamó .