Amenazas inminentes

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Adrien regresó al instituto después de su última sesión de fotos. El rodaje solo había durado una hora, pero para el rubio parecía que le llevó un día entero.

Su cabeza había daba vueltas todo el tiempo, pensamientos y recuerdos de la trampa de Henri a Iván arremolinándose en su mente. No podía deshacerse de la desagradable sensación que hormigueaba por todo su cuerpo al pensar en el chico castaño.

Tan pronto como entró, vio a Marinette sentada en un banco con Henri, ocupándose de su tobillo vendado. Ella miraba a su novio y sonrió como un ángel, sus ojos de zafiro brillando con gentileza.

Un destello de algo desconocido atravesó el corazón de Adrien, pero no se sintió como ira. Se sintió como... ¿celos?. Quería estar en el lugar de Henri, sentado junto a ella, que lo cuidara, que lo mirara con esa hermosa sonrisa y esos ojos brillantes.

- ¡Adrien!.

Él fue sacado de su confuso aturdimiento por el sonido de su nombre en sus labios. 

Marinette sonrió y le hizo señas para que se acercara a ella y Henri, quien lo miraban con expresión pétrea.

Adrien se acercó y comenzó a actuar su papel de amigo solidario.

- ¡Hola, chicos!. Henri, ¿Cómo está tu tobillo?.

- No sé.- dijo su contrario encogiéndose de hombros.- Hubo un... incidente en el almuerzo.

- ¿Qué tipo de incidente?.- Preguntó Adrien.

Los ojos de Marinette se entrecerraron.

- ¡Adrien, no lo creerías! ¡Alya le dijo a toda la clase que Henri estaba fingiendo su lesión en el tobillo!, que lo vio de pie en el pasillo. Luego, Kim le arrojó deliberadamente una pelota de fútbol de papel para que se parara ¡sobre sus dos pies!.

El estómago de Adrien se revolvió.

- ¿Y que pasó?.

- Bueno, aquí Henri se arriesgó a lesionarse para levantarse y atrapar el balón, para evitar que me cortaran la cara con el papel.- Ella le sonrió a su novio soñadora.- Fue tan valiente.

Adrien reprimió el impulso de fruncir el ceño con desaprobación.

- ¡Pero ahora Henri se ha lastimado más, y todo es porque nuestros supuestos amigos están actuando como un montón de niños pequeños inmaduros!.- Marinette cruzó los brazos sobre su pecho y resopló.- Quiero decir, soy la primera en saber que pueden ser desagradables a veces en cuanto a su trato con los demás... ¡pero no pensé que actuarían así con Henri!.

Los ojos verde esmeralda de Adrien se movieron de un lado a otro entre ella y Henri, antes de finalmente descansar en ella.

- Uh ... ¿Marinette? ¿Puedo hablar contigo? ¿En privado?.

Marinette se veía un poco confundida, pero de todas formas aceptó.

- Uhm... está bien. Supongo.- Se inclinó y besó a Henri suavemente en la mejilla.- Vuelvo enseguida.

Adrien sintió que ese sentimiento de celos lo picaba una vez más antes de llevar a Marinette a un rincón apartado donde estaba seguro de que Henri no podía oírlos.

- ¿De qué quieres hablar, Adrien?.- Le preguntó inocentemente.

Adrien respiró hondo antes de hablar.

- Marinette, no creo que debas confiar ciegamente en él.

Ella pareció un poco herida por esa declaración.

- ¿Qué? ¿Por qué no?.

Adrien hizo una mueca antes de continuar.

- No creo que él sea todo lo que parece.

UN LOBO DISFRAZADO DE OVEJA【MLB】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora