La calma antes de la tormenta

803 53 47
                                    

Henri llamó a la puerta de la oficina del director, e ingresó sin siquiera molestarse en esperar el permiso para entrar en la habitación. Efectivamente, la madre de Lila todavía estaba allí, con los ojos un poco hinchados por el llanto, y también Marinette, sentada en la silla junto a ella. El director Damocles estaba en su escritorio, mirando a Henri con severidad.

- Mousier LeRoi estamos en medio de una reunión. Si tan solo esperara un segundo...

- ¡Ciertamente no lo haré! - respondió Henri desafiante.- ¡Con el debido respeto, Monsieur Damocles, mi Maribelle ya ha sufrido bastante por culpa de esa horrible chica! ¡No dejaré que vuelva a vivirlo!

- Ya ha empezado a hablarnos de Lila...

- ¡Y ahora ha terminado! - la interrumpió Henri.- ¡Nuestros compañeros de clase admitieron abiertamente que Lila trató de poner a todos en su contra! ¡Lo admitió! ¿Qué otro testimonio se necesita?

- Monsieur LeRoi, aunque tu intervención por Marinette es noble, creo que ella puede hablar por sí misma.

- ¡Soy su novio! ¡No quiero que se esfuerce! Estoy mostrando preocupación por Marinette, algo que nadie más aquí ha hecho durante meses, así que ¿por qué no intervenir?

- Monsieur Damocles, está bien.- dijo Marinette, levantándose.- Él tiene razón, probablemente he dicho suficiente.

- ¿Estás segura? - le preguntó el director.

Marinette abrió la boca para hablar, pero Henri la interrumpió.

- Ella dijo basta. Ahora vámonos, Maribelle.

Él tomó su mano y prácticamente la arrastró fuera de la oficina antes de que Damocles pudiera decir una palabra. Las pobladas cejas del director se juntaron, y su bigote cayó mientras sus labios fruncían el ceño.

Algo en la forma en que Henri había manejado esta situación, cómo acababa de irrumpir ahí y callar a todos como si él fuera el jefe de todo, simplemente lo molestó. Más aún, cómo Marinette acababa de aceptarlo, como si él dijera salta y ella preguntara qué tan alto.

Pero no podía concentrarse en eso ahora. Tenía asuntos más urgentes en este momento.

- Madame Rossi... entonces su hija está definitivamente expulsada.

La mujer agachó la cabeza avergonzada. Sabía que esto vendría, pero aun así no dejaba de ser desagradable. No obstante, ella asintió.

- Si entiendo.

- Y dado que faltó tanto a la escuela y sus compañeros de clase hicieron la mayoría de sus tareas, tendrá que retrasarse al menos un año.

 Ya veo.

- Ahora, dado a su... comportamiento hacia la señorita Dupain-Cheng, puedo recomendarle algunas muy buenas escuelas aquí en París que se especializan en corregir esa actitud.

- Eso no será necesario, Sr. Damocles.- dijo.- Después de hoy, enviaré a Lila de regreso a Italia para que viva con sus abuelos. Son muy autoritarios en la crianza de los hijos, que es exactamente lo que creo que Lila necesita. Sin embargo, agradezco la ayuda.

Damocles asintió.

- De nada, señora Rossi. Y lo siento mucho por todo. Debí haber investigado más a fondo sus correos electrónicos, debí haber verificado dos veces las cosas.

- No, no se culpe por eso.- dijo ella.- Debería haber llamado a la escuela antes. No debería haber creído las tácticas de distracción de Lila tan fácilmente. Realmente lamento mucho todo lo que mi hija les ha hecho a ustedes, a sus estudiantes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 26, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

UN LOBO DISFRAZADO DE OVEJA【MLB】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora