Capítulo Primero

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Fuego. 

Por todas partes.

Gritos de terror. Gente corriendo tratando de escapar de las llamas.

Un alma pérdida.

Una joven. Inmóvil. Observando cómo la habitación se consumía. Preciosos ojos verdes abiertos como platos. Una sonrisa fugaz mostrándose en sus labios, rápidamente desapareciendo al sentir una mano agarrándola del brazo y tirando de ella hacia la salida.

Respiración agitada. Todo a su alrededor parecía ralentizarse.

Sus piernas corrían por sí solas arrastradas por el caos.

De repente, calma.

El sonido de una puerta cerrándose a sus espaldas. Un profundo silencio invadiendo el lugar, tan sólo interrumpido por un leve llanto.

Estaba asustada, aún en shock, pero consiguió reunir el valor suficiente para girarse y comprobar quién la había sacado de aquella horrible situación.

Una aliviada sonrisa.

-Hola enana -habló esa voz ronca que sólo él tenia. Casi como un acto reflejo, Abril se lanzó a sus brazos buscando consuelo.

-Ya está, ya pasó -susurró Lucas mientras acariciaba su hermoso pelo lleno de ceniza.

* * *

Bueno, creo que ya va siendo hora de explicarte lo sucedido.

Comencemos.

Abril es una chica de unos veinte años, estudiante de química en la Universidad de Murcia. Huérfana desde los diez años, vivió con su tío y su hermano pequeño hasta que tuvo edad suficiente para entrar en la Universidad.

Solitaria. Misteriosa. Tímida. Pero con un mundo interior que nadie conoce.

Nadie, excepto yo.

* * *

Aquel era un día como otro cualquiera.

Tocaba clase de química en el laboratorio, así que, como siempre, cada pareja de alumnos cogía los materiales necesarios y comenzaba por su cuenta las prácticas, bajo la supervisión de la profesora, por supuesto. Abril y su compañera se encontraban mezclando reactivos tal como se especificaba en su hoja de prácticas.

De repente, un olor extraño. Un olor familiar para Abril.

Se giró temiéndose lo peor, y allí estaba. Aquellos famosos colores rojizos reflejándose en sus ojos esmeralda.

Una mirada sin expresión. Una mirada fría contemplando las llamas...

El resto ya lo conoces.

* * *

El acontecimiento causó un gran revuelo en la Universidad. La sala de laboratorio aún se encontraba completamente calcinada.

Recuerdo aquel momento como si fuera ayer.

Sí, yo estaba allí.

Aunque no por gusto, claro. Es mi trabajo, por llamarlo de alguna manera.

Claudia se llamaba. Era encantadora. La típica chica a la que todos quieren.

O querían.

Tus sospechas son correctas.

Murió aquel día.

Era la que más cerca se encontraba de las llamas, y no consiguió escapar antes de la explosión.

Bajé para recoger su alma perdida, y fue entonces cuando la vi. Después de tanto tiempo, allí estaba. Estaba segura de que era ella. Esos ojos verdes la delataron. Nos observaba sin expresión alguna en la mirada.

La misma mirada de hace diez años.

* * *

Estoy segura de que ya has sabido deducir mi nombre. Y si no lo has hecho, deberías.

Así que creo que es momento de presentarme como Dios manda, aunque decir eso es algo irónico.

Bueno, nunca he tenido un nombre propio. A algunos les gusta llamarme "La Parca". A mí personalmente me gusta más "La Muerte". Es más directo.

Sí, ese es mi trabajo. Me llevo las almas perdidas de aquellos a los que se le va la vida...

Qué poético.

Aunque a veces es más difícil de lo que parece. Hay algunos que intentan evitarme cuando es evidente que ha llegado "su hora". En vano, la mayoría.

Por eso recuerdo tan claramente aquellos ojos esmeralda. Aquellos ojos que consiguieron resistirse. Fríos como el hielo, pero a la vez tan expresivos como los de cualquier persona medianamente feliz.

No era así, claro está.

Por aquel entonces tan solo era una cría de diez años. Nos miramos fijamente. Estuve a punto de llevarla conmigo. Pero al parecer no era su momento.

Bueno, ya te contaré esta historia más adelante.

No tengas prisa. 

No la hay.

Alma en llamas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora