Tras una semana, las clases volvieron a la normalidad.
La policía aún rondaba por el campus investigando las pruebas. Habían interrogado a todos los alumnos que se encontraban en el laboratorio ese día. Bueno, a casi todos.
Hoy le tocaba a Abril. Estaba nerviosa. ¿Cómo no estarlo?
Andaba con rapidez por los jardines hasta llegar al edificio principal, el más grande y "lujoso". Era el edificio donde se encontraba la administración y la sala de información para los alumnos nuevos, así como donde se reunían los profesores, las pocas veces que les apetecía reunirse para decidir quién sabe qué cosas.
Abril llegó a la gran puerta azul que daba a la entrada del edificio. Una vez cruzó las puertas, se dirigió al punto de información.
—Ho...hola, ¿m...me puede decir d...dónde están los policías? —Dato: cuando estaba nerviosa, Abril tartamudeaba.— M...me han dicho que t...tengo que responder unas pr...preguntas.
—Sí, claro cielo. Sube esas escaleras de ahí, y gira a la izquierda. Es la tercera puerta a la derecha. —Le contestó la amable mujer con una sonrisa.
—G...Gracias.— Contestó, devolviéndosela.
Una puerta. Una barrera que la separaba de aquella gente. Barrera que no quería cruzar. No de nuevo.
De repente, la madera abriéndose. Una alta figura apareció en frente de ella. Una mujer que le sonrió.
—¿Tú eres Abril verdad? —A lo que ella sólo pudo responder asintiendo con la cabeza.— Pasa, te estaba esperando.
La chica tragó saliva, y siguió a la policía.
Cerró la puerta tras de sí, y al girarse pudo ver una salita. Pequeña. Dos sillones aparentemente cómodos y una mesita entre ellos.
—Por favor, siéntate —Dijo Ana con una sonrisa.
—G...Gracias.
—No tienes por qué estar nerviosa, no te voy a hacer nada ¿eh? —Intentó tranquilizarla notando su nerviosismo.
—G...Gracias. —Repitió Abril, no siendo capaz de decir otra cosa. Ana sonrió dulcemente.
—Bueno, voy a hacerte unas preguntas referentes al incidente del otro día. ¿Estás lista?
—Sí, lo estoy. —Afirmó tras un suspiro, increíblemente más segura mirando a la detective, con esa mirada fría característica suya.
—Em... vale. —Contestó sorprendida por su inesperable cambio de actitud.— Tú estabas allí cuando sucedió todo, ¿no es así?
—Sí, así es.
—¿Y qué puedes contarme de aquello?
—Bueno, yo estaba con Marta, mi compañera, haciendo los ejercicios que nos había mandado la profesora, cuando de repente, noté un olor extraño. Me di la vuelta, y lo vi.
—¿El humo?
—El fuego. —Mirada perdida. Apenas parpadeaba.
—Ya veo... Y, ¿viste a alguien rondando esa zona antes de percibir el olor del humo?
—Sí, Claudia estaba justo ahí. Por eso...
—¿Y no había nadie más?
—Bueno, creo recordar que alguien s...se acercó a ella unos m...minutos antes. —Contestó volviendo a la mirada inocente y al tartamudeo.
—¿Quién?
—¿Y...Y eso qué más da? E...Es decir, fue un accidente, ¿no? —Ana no respondió.— ¿N...no?
—Contesta a la pregunta, por favor.
—¿Acaso fue provocado? —Preguntó escandalizada.— S...Si lo fue necesito saberlo.
—Abril...
—P...Por favor. —La miró fijamente, rogándole con el verde de sus ojos. Un suspiro se hizo presente.
—Sí, lo fue. —De nuevo mirada perdida. Ningún movimiento por parte de sus pestañas.Tras un par de minutos, reaccionó de nuevo.
—¿S...saben quién pudo ser? —Dijo mirando de nuevo a la detective.
—Aún estamos investigando, pero por el momento no tenemos ningún sospechoso.
—Quiero ayudar.
* * *
Lo normal hubiera sido que la detective se negara. ¿Una alumna en una investigación de la policía? Es de locos.
O quizá no tanto.
Aún no sé bien qué fue lo que convenció a Ana. Puede que fuera esa mirada, como ya conoces, tan expresiva. Abril habla por los ojos. Puedes entender lo que siente tan sólo fijándote bien. Siendo observador. Aunque no siempre es así. En ciertas ocasiones es más difícil de lo que parece.
Como ya habrás descubierto, Abril es una chica bastante misteriosa. Vive en su mundo. Un mundo dentro de su mente. Perfecto o no, es suyo. Su realidad. Se refugia en sí misma cuando lo que le rodea no le gusta o la hace sentir incómoda. Aunque esto no tiene por qué ser malo.
Exacto, no tiene por qué...
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Alma en llamas.
Mystery / Thriller"—¿Cómo? —dijo en un susurro apenas audible.— ¿Cómo es posible que algo tan bello sea a la vez tan peligroso?..." // Esta es la historia de una misteriosa joven de unos 20 años. Sí, misteriosa es quizá la palabra que mejor la define. Descubre lo qu...