¿Él es tu novio?

3.5K 289 58
                                    

—¡¿Qué estás haciendo Rian?!— exclamé conteniendo la risa al ver a mi novio entrar por la ventana a mi antigua habitación —pudiste haber entrado perfectamente por la puerta, ya no tengo dieciséis— le recuerdo

—¿Qué tiene de divertido entonces?— ríe y finalmente logra entrar, lo recibí con un abrazo

—Te extrañé mucho papi— musité contra su pecho aún fundida en el abrazo

—Yo también, sabes lo mucho que detesto estar lejos de ti. ¿Te enojarías si me mudo al frente de tu apartamento? Oí que está libre— bromeó

—Ni te atrevas— apunté con el dedo

—Tú no me dices qué  hacer— fue dejando besos rápidos en mi cara mientras reía —yo te digo qué hacer— terminó la oración entre besos

—Eso no es cierto— traté de retarlo un poco

—¿No?— me tomó de la cintura y juntó nuestros cuerpos para bajar sus manos hasta la parte baja de mi espalda donde sus caricias fueron descendiendo —¿Estás segura de que no te digo qué hacer?— empieza a dejar besos sobre mi cuello a lo que mi boca liberó unos jadeos que no pude evitar

Fuimos interrumpidos por una llamada telefónica, Rian maldeció y yo simplemente tomé la llamada de mi compañera de habitación. En mi defensa, podría ser una emergencia.

—¿Todo bien Briana?— digo sin preámbulos

—Sí—contesta del otro lado —sólo quería saber si llegas a casa esta noche, ya es muy tarde—

—Me olvidé avisarte, una disculpa. Hoy dormiré en casa de mis padres—

—Perfecto, nunca te quedes fuera sin avisar, pensé que algo te podría haber pasado— hace una pausa —por cierto Annie, ¿Te molesta si mi novio se queda hoy?— pregunta algo tímida

Ni siquiera sabía que tenía novio

—No me molesta— reímos y nos despedimos

Me di cuenta que Rian escuchaba con atención la llamada y cuando terminó echó su cabeza hacía un lado como si no había estado oyendo

—¿Te he dicho qué eres el hombre más entrometido que conozco?— coloco mi dedo índice en mis mejillas haciéndome lucir pensativa

—No estaba escuchando tu llamada— niega rotundamente y yo finjo creerle —Annie...— toma mi rostro entre sus manos —¿Todas tus amigas tienen dinero verdad?— hice un gesto raro al escuchar la pregunta, Rian nunca se metía con mis amistades

—Pues si, todas tienen dinero excepto Briana—

—¿Qué tal Anisha?—

—¿Qué pasa con Anisha?—

—Es que el otro día fue al restaurante y me pidió trabajo, estuve algo confundido porque ya sabes, esa universidad en la que estudian— ladeo la cabeza — Tienes que guardar el secreto, me dijo que no te dijera— libera finalmente

—Ya tendrá sus razones, puedes darle trabajo, no me molestaría. Además confío en ambos— doy un pico en sus labios

—Gracias amor.

Pasamos la noche lluviosa en casa como era de esperarse, cuando amaneció Rian se ofreció a llevarme a la universidad y se despidió para irse a trabajar

En los pasillos vi al profesor que tanto me había fastidiado por culpa de mis amigas, traté rápidamente de fingir una llamada telefónica para evitar tener que saludarlo o algún momento incómodo, pero de todas formas no le importó

—Señorita Collins— saludó

—¿Recuerda mi nombre?— chisté

—Claro que lo hago, el de todos mis estudiantes y sobre todo LOS ESTUDIANTES PROBLEMAS— recalcó

—Creía que había olvidado ese asunto, ¿No es usted muy rencoroso?— pregunté sonriente aunque podría hacerse muy obvia la falsedad en esa sonrisa

—Al aula Collins— ordena y me vi obligada a obedecer, aunque no quisiese.

En clase divisé a mis amigas, lo más pronto que pude corrí a sentarme junto a ellas, antes que los asientos fueran ocupados.

Puse mis cosas en el asiento junto a Anisha pero ella las quitó casi de inmediato

—Lo siento Annie, este sitio está ocupado, pedo Brenda te guardó un lugar— dice con una sonrisa

Ignoré lo que había pasado y me senté junto a Brenda, quien estaba en medio de nosotras dos.

—¿Todo bien?— pregunta mi amiga, creo que mi cara refleja lo mucho que odio esta clase

—No sé si quiera seguir tomando esta tonta clase, con este tonto profesor que me odia casi tanto como yo a él...—  Brenda da palmaditas en mi hombro interrumpiendo por completo la rabia que llevaba en este momento.

Su nariz se arrugó y su cabeza sutilmente me indicó que mirara hacia atrás donde estaba el profesor Sorní cruzado de brazos escuchando atento nuestra conversación

—Veo que la señorita Collins siempre tiene algo que decir— pronuncia nulo de cualquier expresión facial —Cómo tiene tantos pensamientos ¿Qué tal un ensayo?, digo, para aprovechar esas ideas despampanantes que circulan en su cabeza—

—¿Sabe qué? Ya me harté, no le he hecho nada y no pienso seguir tomando esta materia, hasta luego SORÍN— estallo y digo su apellido mal a propósito. Salí del aula sin rumbo fijo pero com algo muy claro: no quería volver a verle la cara nunca más a ese profesor.

Entre mis pertenencias alborotadas que tomé al salir enojada del aula, mi celular empezó a sonar en muy mal momento: Briana

—¿Puedes venir un momento? Creo que hay un problema con alguna tubería, mi novio y yo estamos tratando de resolverlo—Briana y mi mamá parece que participan de una competencia llamada "la que llame más a Annie al día", hasta ahora están empatadas.

Fui rápido al apartamento, ciertamente había agua por todos los alrededores, el agua incluso dañó mis apuntes que había tirado en el sofá. Maldecí una y mil veces, definitivamente no era mi día.

Pude ver el novio de Briana quien estaba de espaldas tratando de descubrir de donde surgía el problema. Al verlo de espaldas se parecía mucho a.... No, eso no puede ser posible

—Amor creo que ya sé de donde viene el problema— volteó finalmente con una sonrisa victoriosa en su rostro hasta que me vio y su sonrisa desapareció en un santiamén

No puede ser, no puede ser

¿Estoy viendo bien?, ¿Será que necesito lentes?

—Briana, ¿él es tu novio?—

Your daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora