Capítulo 2

31 7 4
                                    

Cap. 2

No quiero una discográfica. No quiero depender de nadie, simplemente no creo que sea una gran idea. Hace falta una sonrisa bonita, una voz dulce y carisma. Y no cuento con todo eso.

Camino enfurruñada como una niña pequeña chutando cada piedra que logro encontrar, no son muchas.

–Injusticia –mascullo, pero me aparto de la calle principal en cuanto veo a una persona uniformada. Llevo dos días sin llamar la atención, trataré de continuar así.

–Llegas tarde –se queja molesto, mirando su reloj.

Hoy viste más informal, de manera algo despreocupada.

–No especificaste una hora exacta –me encojo de hombros.

Con exagerado cuidado poso mi guitarra a mis pies.

–¿A quién le has robado eso? –molesta bufo. Ni siquiera sé lo que hago aquí.

–Es mía, tranquilo. Te devolveré el dinero.

Asiente crítico, no muy convencido. Con precaución la saco de la funda mostrándosela. Es azul, acústica, brillante. Fue el último regalo de mi madre.

–¿Sabes tocar algo más?

–¿Es relevante? –me fulmina con la mirada.

–Sí.

–Guitarra, piano y se marcar ritmos con la batería.

–Bien, tenemos que firmar un contrato pero antes quiero oírte cantar.

–¿No me has oído ya?

–Tengo que comprobar que no fue solo suerte.

–¿Qué canto?

–Lo que quieras.

–Nada... –musito, impidiendo que me escuche.

Se frota las sienes, desesperado.

–¿Qué estilos te gustan?

–Cualquiera.

–Canta "Titanium".

Sonrío, es una de mis favoritas. Me siento sobre un banco con el instrumento sobre las piernas. No necesito partituras, conozco los acordes de memoria, más de esta canción. Esta vez a penas se acerca nadie, puede que por respeto a Simon, parece alguien conocido. Quiza debería investigarle, pasaré por la biblioteca.

- "You shout it out
But I can't hear a word you say
I'm talking loud not saying much
I'm criticized but all your bullets we could see
Shoot me down but I get up

I'm bulletproof, nothing to lose
Fire away, Fire away
Ricochet, you take your aim
Fire away, fire away
Shoot me down but I won't fall
I am titanium
You shoot me down but I won't fall
I am titanium"

Continúo tocando hasta que alza una mano. Bufo, frustrada. Podía haberme dejado disfrutar un poco más de mi propia música.

–Suficiente, no me arrepentiré.

–Me gustaría pensar lo mismo –mascullo.

–¿Cuándo puedes firmar? –impaciente me analiza con la mirada, escaneándome. Su acción me molesta. Me aparto el pelo de la cara.

–No tengo ninguna buena razón.

–La cárcel –recuerda con una pequeña sonrisa.

–Soy menor –con confusión alza una ceja.

–¿Y tus tutores?

–En algún punto a... ¿veinte? Puede que treinta kilómetros de aquí.

Indiferente aparento una expresión angelical.

–¿Saben que estas aquí?

–¿Puede? –suspira.

–Está bien, no veremos de nuevo en tu domicilio cuando solucionemos unos puntos.

–No tengo –musito cruzando los dedos para que no me escuche. La acción obviamente no funciona, cosa que habría resultado rara.

–¿Qué? –exaltado se acerca. Resoplo retrocediendo de nuevo.

–¿A qué te refieres?

–¿Qué acabes de decir?

–¿Cuándo?

Exasperado cierra los ojos acariciándose la frente.

–Hace un momento –murmura molesto.

–Que toco la guitarra, el pia...

–No me refiero a eso, y lo sabes.

Suspiro, cansada. Supongo que no puedo seguir ocultándolo, es el momento. Espero que no me denuncie a Jack, ya veo su sonrisa arrogante.

–Vivo en la calle.

Horrorizado abre la boca, sin saber que decir.

–Pero... ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Desde cuándo?

Me pongo de pie, acomodando mis cosas sobre mi hombro. Tengo que irme ya. No me esperan en ningún lugar, pero no quiero continuar aquí. Simon me detiene, con una mirada amenazante.

–Tenemos mucho de lo que hablar.

***

Una hora. Una maldita hora discutiendo. Decir que dialogamos sería mentir, el gritó, yo le ignoré y terminé sentada en una oficina de los grandes edificios. ¿Cómo? Cuando lo descubra lo cuento.

Miro todo con una curiosidad insana, desde los suelos de madera brillante hasta la pared de cristal.

Una mesa cubre el espacio central con un sillón negro frente a él. Allí estoy yo, aburrida y sosteniendo mis manos la una junto a la otra. Puede que si juego con mis dedos el tiempo pase más rápido... nah. Resoplo frustrada, debería estar intentando ganarme la vida no aquí, en un despacho en un número que no reconozco.

–Bueno, creo que ya está todo arreglado, a partir de ahora vivirás un tiempo en un apartamento alquilado hasta que solucione los problemas con tu tutoría y contrato.

–Pero... ¡No quiero!

Hago un puchero aunque no logro nada.

–Ya lo he decidido. Una vez que los trámites hayan finalizado comenzaremos con tu carrera profesional. Por el momento es necesario que decidas si escribirás tus canciones y realices alguna cover en un canal de YouTube para darte a conocer.

–Pero...

–¡No hay peros!

–¿Quién te crees, mi padre? –siseo fulminándole con la mirada.

–No, tu manager, y harás o que yo te diga.

–Aun no he firmado nada –replico gritando.

–¡No tienes opción! –Respira hondo– te estoy dando una oportunidad. Mañana mandare a alguien a ayudarte con YouTube, busca a John fuera, él te llevara a tu apartamento.

Entrecierro los ojos pero no digo nada. Recojo mi orgullo y salgo azotando la puerta bien fuerte.

Bah, quizás no tanto.

MelómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora