Tom tomó un sorbo del licor, arrebatándote la botella de la mano, te dió un beso dejando que el licor recorra tu boca y caiga hacia tu garganta, su cuerpo presionado sobre el tuyo, ambos semi desnudos.
"No me gusta que tomes tanto..." Murmuró apretando tus muslos entre jadeos, sentías como su calor te llegaba a lo más íntimo.
"En tus labios es difícil dejarlo..." ronroneaste jugando con su cabello con una mano mientras que la otra exploraba su erección. Un pequeño gemido agudo hizo eco sobre tus pechos, Tom lamió con ternura tu pezón y se dedicó a masajear con su lengua, haciéndote arquear tu espalda mientras mordias tu labio inferior.
"Tom" te quejaste de deseo mientras apretabas lo suficiente su erección para que salga la punta por sobre su boxer, precum derramándose mientras acariciaba con la punta de tu dedo haciéndolo jadear de placer, él simplemente asintió y sacó tu ropa interior.
"Amo ver cómo te mojas para mí" metió un dedo, el del medio, dentro tuyo haciéndote gemir un poco más alto, sus movimientos eran lentos pero sus jadeos te hicieron ir hacia el éxtasis, hace tanto no te venías que mordiste su hombro dejando que corra tus jugos por sobre sus dedos. Te sorprendió lo rápido que te hizo venir.
Abriste los ojos de par en par notando que tu mano estaba metida por debajo de tus bragas, te sonrojaste al solo recordar que soñaste con aquel vecino, pero no solo eso, si no que TE VINISTE CON SOLO SOÑARLO.
Miraste el reloj de cama que marcaba las 4 de la mañana, te levantaste por un poco de agua, viniste y dejaste que el frío también te enfríe la cabeza. Después de unos minutos volviste a la cama a dormir.
Al día siguiente no te lo encontraste, agradeciste al cielo porque durante todo tu día laboral no parabas de escurrirte en tu silla volviendo a revivir aquel sueño mojado.
Un poco frustrada sexualmente, abriste la puerta de tu departamento, podías escuchar que Tom estaba peleando con su ex por el teléfono, tiraste las llaves y te preparaste algo de comer. Fuiste directo a tu terraza, abriste la puerta mirando las luces de los edificios y comenzaste a comer en silencio, te gustaba comer ahí porque sentarte en la mesa te parecía absurdo, por lo menos cuando estabas sola.
Tom, vestía un traje azul marino, su corbata desaliñada, unos cuantos botones desabotonados dejaban ver un poco de su pecho, se pasó la mano por el cabello bebiendo un sorbo de una botella de cerveza. Se veía triste, prendió un cigarrillo y fumó turnándose entre el alcohol y el cigarrillo.
"No doy más..." Murmuró hacía sí mismo "ya no siento nada por tí" trato de convencerse mirando hacia su celular, la foto de su ex y él sonriendo de par en par.
"A quien quieres mentir Tom... Basta ya" seguía hablando con sí mismo tirando la colilla y bebiendo un sorbo más, se dió vuelta para mirar las casas, el cielo, lo que sea para no pensar en ella, al apoyar la mano contra en barandal, sintió una pequeña molestia, noto la curita que le habías puesto el día anterior y sonrió.
"Capas..." Levantó la mano hacia su cara mirando su herida más de cerca, sacudió la cabeza negando, se dió vuelta y entró, se escuchó el noticiero de fondo por el resto de la noche. Entre el noticiero, tu sueño y ese *capas* que él había dicho, no pudiste pegar tus ojos en toda la noche.
La semana siguió así, el apareciendo de vez en cuando en el balcón mientras tú trabajabas y chismoseabas si decía algo más, pero no, Tom había dejado de hablarse en voz alta lo cual te frustraba, necesitabas saber qué pasaba. Algunas noches peleaban, algunas se escuchaban botellas chocar con otras y algunas era silencio total.
Llegó el sábado y como día extra caluroso dejaste las compras del súper para más tarde, agarraste el canasto de ropa sucia y fuiste hacia la habitación en común que tenía el departamento para lavar ropa, colocaste las de color por un lado y las blancas por el otro, traías una remera que solo te tapaba los pechos y un short, mientras se enjuagaba notaste que un lavarropas había terminado, pero no sabías de quién era. Tom entró por la puerta, traía una remera un poco sudada y unos pantalones que le llegaban por la rodilla, cuando abrió el lavarropas se sorprendió molesto "NO!! ¡OTRA VEZ NO! " Gritó enojado, te acercaste y notaste que su ropa se había teñido de rosa, el se dió vuelta a verte, todavía frunciendo el ceño. "La ropa blanca no se lava con la de color cariño" dijiste tentada y acariciarte su brazo, su piel caliente pero suave, sus músculos hicieron que lo dejes antes que te ruborizes. Sacaste la ropa de color y la metiste en un cesto, la ropa que quedó rosada la metiste a lavar con un poquito de lavandina, Tom seguía tus pasos tratando de memorizar pero más que nada miraba tus muslos, tu piel descubierta y las pequeñas gotas de sudor esparcidas por todo tu cuerpo.
![](https://img.wattpad.com/cover/291810267-288-k84275.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Eres todo lo que quiero y necesito
De TodoT/N es una programadora a la cual le gusta vivir sola, sin que le molesten. Lleva una vida tranquila hasta que alguien se muda al lado de su departamento. Tom es un profesor de inglés quien está a punto de divorciarse, lleva una vida bastante solita...