Alcohol de más

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Tom fue a un bar a despejar su mente, todo el día estuvo repitiendo lo que habían hecho la noche anterior ustedes dos, la suavidad de tu cuerpo, lo dispuesta que estabas a él, lo apretada que te sentías pero también se mezclaba imágenes de su ex, la primera vez que la vio, su primera cita, la forma en que se reía cuando algo de verdad le daba gracia y como todo de a poco se fue desvaneciendo para ella. Tenía a dos mujeres completamente opuestas en su mente y no sabía bien por quién jugársela. Traía una remera, una campera con capucha y una campera de cuero, era bastante tarde y sabía que hacía frío. Al día siguiente no trabajaba ya que era feriado así que pidió unas cervezas, unas cuantas chicas se le acercaron, la mayoría solo prostitutas buscando trabajo pero él rechazaba a todas, no quería saber nada de mujeres, comenzó a beber whisky, el olor le recordaba a tu cuerpo, con cada sorbo resonaba in gemido tuyo en su mente, o simplemente las veces que acariciabas su cabello o como podías caminar tranquila por su casa usando su camisa. Ya había bebido de más, habías ganado por el momento, cuando camino hacia la puerta se chocó contra otro hombre quien enojado se dió vuelta a mirarlo.

"QUE TE PASA IMBÉCIL" le gritó, a Tom le daba vuelta la cabeza y con furia comenzó a pelear con el hombre, se desquitó la ira que tenía guardada desde que se mudo, contra su ex, contra su trabajo, contra la soledad y contra el hecho de que sabía que no era suficiente, para nada ni para nadie. Dejo que el hombre lo golpee un poco más hasta que el bartender los separó.

Tom deambulaba por la ciudad, con moretones y sangre en sus puños y en su nariz, su cuerpo solo lo llevo al departamento, subió las escaleras tambaleándose, haciendo mucho ruido.

Te despertaste por sus gritos, te entró el pánico y corriste a la puerta, cuando la abriste Tom estaba en el piso, con sangre suya y del hombre con quién peleó, te quedaste helada.

"Maldita puerta ABRETE!" Se levantó dando vueltas y volvió a caer.

"Tom.... Tom que te paso?" Lo ayudaste a levantarse mirando más de cerca sus heridas, entraste a su departamento con él caminando mientras sostenía casi todo su peso contra ti. Lo dejaste con cuidado en el sofá y buscaste el kit de emergencias "que has hecho" murmuraste mientras le limpiabas la sangre. "Nada" te miro de cerca, se quejo de dolor y trato de besarte. "No... primero me debes una explicación, pero antes necesito saber que te paso?" Curaste el resto de sus heridas mientras quitabas sus sacos y la remera dejando al descubierto un gran moretón al costado, en sus costillas. 

"Tom..." llamaste a urgencias y lo acompañaste.

Le hicieron unos cuantos estudios, "al parecer bebió bastante, tiene un alto nivel de alcohol en la sangre, no tiene heridas graves pero los moretones le van a doler, eso sí, tuvo suerte que no le rompieran la costilla, tendrá que reposar por dos semanas" te miro el doctor asumiendo que eras la novia "si doctor" asentiste y fuiste a verlo, estaba acostado en la camilla y eso provocó que se llenarán de lágrimas tus ojos, recordaste a tu padre de la misma manera, oh como lo extrañabas, te acercaste ya casi llorando y acariciaste su mejilla. "Lo siento" Tom te miro triste, los medicamentos habían hecho efecto así que ya estaba más sobrio y recordaba lo que pasó.

"No quiero que lo vuelvas a hacer" lo miraste enojada y te metiste al baño, lloraste incontrolablemente, te había agarrado un ataque de pánico, recordabas las últimas palabras que te había dicho tu padre antes de fallecer, no podías ver nada, las lágrimas no paraba de salir. Tom abrió la puerta con cuidado y se agachó dándote un abrazo, iba a aprovechar que le dolía poco para así darte el abrazo que merecías.

"tranquila, todo va a estar bien, escucha mi voz, no estás sola acá estoy si? Tranquila, respira conmigo si? Inhala ... 1,2,3,4... sostén la respiración 1,2,3,4... exhala... 1,2,3,4" de a poco pudiste calmarte, su voz era tan dulce y te aferraste a su pecho. "No lo hagas más, por favor Tom, no lo hagas más, no me dejes" el trauma volvió a apoderarse, temblabas dentro de sus brazos y él comenzó a acariciar lentamente tu pelo asegurándose que no te iba a dejar y que nada iba a pasar.

Eres todo lo que quiero y necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora