Secreto 10- Mi intruso en las citas.

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Mi cuerpo truena de dolor, el entrenamiento ha sido excesivo y siento que en cualquier segundo voy a caer contra el suelo y quedarme allí de forma indefinida. Aun jugando de lateral izquierdo, a veces tengo que cubrir otras posiciones porque los novatos que se unieron de primer año todavía no se enteran de qué tienen qué hacer.

Siendo sincero, añoro el momento en que empiecen los exámenes finales para los de último curso y luego los de admisión a la Universidad, en esa fecha ya no tendremos que estar en el club, somos liberados de las actividades para estudiar apropiadamente.

— Andrés— la voz de Lio llamándome me hace detener, normalmente él suele irse antes que todos para llegar al tren a tiempo y esperar por su novio. Todavía no me creo que Lio, el anti relaciones, esté en un noviazgo estable desde hace cuatro meses.

— ¿Qué haces por aquí?— pregunto, esperando por él hasta que pasa su brazo por mis hombros.

Tenemos que ser un cuadro de lo más gracioso, mi cabello es un reguero de rizos sin forma de color castaño, normalmente mi piel está sonrojada por las quemaduras del sol al entrenar y por eso se ha llenado de pecas. Entre eso y teniendo los ojos del mismo color, pareciera que somos hermanos.

— Bran salió al mediodía de la escuela y le pedí que fuera directo a casa, así que no tengo apuro— me dice sonriente.

La primera vez que les vi de la mano en el festival de la escuela, me pareció increíblemente gracioso el no haberme dado cuenta antes de que Lio era homosexual, pensando en retrospectiva, era obvio.

Sin embargo, el chiste del año lo hice cuando me enteré que luego de dos semanas saliendo, Lio todavía no conocía el nombre de Bran, aun cuando habían intercambiado números e ido a un par de citas.

— Entonces le haces caso a tus amigos cuando tu novio te planta— me burlo en un jocoso tono enojado y él me presiona su gran mano en la cabeza, despeinándome.

— No me molestes, bravucón— reprocha y yo me río.

— Te noto feliz— puntualizo, es una observación bastante inferior, Lio está destellante desde que está con Bran.

— Me siento feliz— asegura y una punzada de celos me pesa dentro, él se da cuenta del cambio en mi expresión, soy realmente malo disimulando- ¿Algo de lo que quieras hablar?

— No lo sé— suspiro, lo que me causa Lio es más bien una envidia sana. Él lleva cuatro meses saliendo con Bran y refulge de alegría, yo tengo una relación de dos años y a veces me pregunto si vale la pena.

— Sabes que puedes decirme cualquier cosa. Yo te escucharé— lo sé, Lio es una de las personas emocionalmente más responsables y estables que conozco, sé que no me juzgaría.

— Es Ángela— confieso— Las cosas no están bien. Por momentos ella vuelve a ser esa chica animada y sonriente que era y yo me siento genial, pero entonces algo pasa y ella solo…se transforma. Hay ocasiones en que me siento su mascota más que su novio, soy el adorno de sus post, quien la acompaña cuando hay salida de parejas con sus amigas, pero nada más. Yo hago mi esfuerzo por seguir juntos, pero es que dejando la ausencia de sexo de lado, la invito a donde sea y ella insiste en llevar a Kabil.

— ¿Kabil? ¿Ese no es el chico tres años mayor que es su mejor amigo?— pregunta Lio, ellos dos no se conocen, pero he hablado tanto de Kabil que es obvio que le suene familiar.

— Ese mismo— aseguro— Hoy mismo, por ejemplo, la invité a ir a por un café, quizás el cine, una cena, lo que sea, me dijo que le consultaría a Kabil si tiene tiempo para ir los tres o sino lo reprogramábamos.

— Wow— sé que Lio está intentando opinar lo menos posible para evitar un problema, pero tampoco soy tonto, lo que él piensa yo ya lo he meditado— Quizás deberías hablar con ella.

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