Capítulo 63

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POV LUCÍA:

-¡Lucía Sandoval, por fin nos encontramos! -me quedé en silencio, agarré fuerte la mano de Ale

-¿No vas a saludar a una amiga? -dijo con soberbia.

-Tú y yo no somos nada, Soledad-

-Que poca educación -dijo acercándose hacia nosotras-. Ahora veo que lo que se dice por ahí se cumple, somos lo que comemos. -dijo mirando de arriba abajo despectivamente a Ale-. Pensaba que tenías más clase, Lucía, pero ya veo que no. Que lástima -dijo falsamente

-No seas hipócrita... -dije pero ni hizo caso a mi comentario

-Aunque pensándolo bien, siempre te gustaron los casos de caridad -dijo riendo

-Vayamos adentro, amor -le dije a Ale quien apretaba mi mano tan fuerte como yo la suya, ambas por la misma razón.

-Sí, será lo mejor-

-Te felicito, Rivera-dijo antes de que nos diera tiempo a girarnos para volver al gimnasio-, creía que eras estúpida pero ya veo que te las arreglas bien, dime, ¿ya conseguiste salir de pobre? Quiero decir, ¿cuánto te paga Lucía por meterte entre sus piernas? -Ale iba a ir hacia ella pero me dio tiempo a sujetarla, provocando la risa de Soledad- ¿No cambiaste nada? -la provocó

-Ale -hice que me mirara- déjalo, volvamos con las chicas -dije agarrándola de sus mejillas

-¿Viniste con el grupo de perdedoras? Patético-

-La voy a... -volví a sujetarla.

-Mi amor, por favor -le supliqué. Aunque estaba llena de rabia y de miedo en ese momento, antes de irme mire a Soledad-. Espero no volver a verte nunca más -le dije. Agarré la mano de Ale; cuando íbamos a entrar escuché a Soledad soltar una frase que hizo que me congelara.

-Pablo te manda saludos, -me frené- dijo que le era imposible venir hoy... -me giré hacia ella-. Está libre, lo sabes, ¿verdad? -en su boca había una sonrisa triunfal

-Te lo estás inventando, es todo mentira -grité

-Te mereces todo lo que te hizo -soltó. Miré a Ale, aunque su cara mostraba desconcierto sus ojos expresaban odio-. ¿Sabes lo que es reducción de condena? -dijo riendo

-Mientes-

-No, no miento -dijo calmada-. Ha sido un placer darte estas noticias, nos vemos -se fue riéndose

Las palabras de Soledad rondaban mi mente. Era imposible. No.

"Reducción de condena"

"Está libre"

"Reducción de condena"

"Esta libre"

Sabía que en cualquier momento iba a romperme, no sé si cuando bajara del coche o incluso aquí mismo al lado de Ale, pero ocurriría tarde o temprano.

Todo el camino de vuelta a casa fue en completo silencio, me quedé mirando a un punto fijo en la carretera, Ale de vez en cuando me miraba pero no decía nada. A pocos metros de llegar a mi casa empecé a notar el característico dolor de pecho que me daba antes de cada ataque de pánico

Ale frenó en frente de mi puerta, bajó del coche y me tendió la mano cuando abrió la puerta del vehículo

-¿Estas bien amor? -preguntó, en sus ojos podía ver preocupación. Bajé la mirada-. Lu, ¿te ocurre algo? -volvió a preguntar haciendo que la mirara-. Confía en mí, habla conmigo-

-Es... Estoy bien -dije intentando que mi voz sonara calmada

-¿Segura? -asentí sin ganas-. En ese caso, -agarró suavemente mis mejillas y depositó un beso en mis labios- buenas noches. Te quiero -me besó de nuevo

Cuestión de tiempo - Adaptación LUCIALE 🥰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora