🥀 Hotter Than Hell | Peter Criss

Imposible de olvidar

Estaban cantando aproximadamente la sexta o séptima canción. Las chicas gritaban eufóricas al verlo a él y a los demás moverse tan atrevidamente mientras tocaban, y sudar de forma tan sexi haciendo que el maquillaje corra por sus rostros. 

Peter estaba concentrado en lo que hacía siguiendo el ritmo y dejándose llevar por los dos guitarristas y el bajista que tenía enfrente, con los cuales bromeaba numerosas veces durante el concierto.

De pronto la vió entre el público. Parpadeó un par de veces para asegurarse de que sus ojos no lo estuvieran engañando, pero sí, era ella.

Se impactó de que la chica tuviera la valentía de irlo a ver a un concierto después de todo lo que ocurrió entre ellos. Peter no estaba enfadado de verla, simplemente le molestó su presencia en ese show. Mientras los chicos lanzaban sus plumillas al público, el baterista tenía sus ojos puestos en ella. No entendía qué hacía ahí yendo a verlo, aunque en realidad no comprendía si iba por él o por la banda, la chica adoraba la música de Kiss, siempre la volvió loca, pero cada vez que ella se aparecía en un concierto de la agrupación, las cosas no terminaban bien, y eso le preocupaba al músico.

Hailey sonreía como si de una travesura se tratara, o al menos él lo veía así. Siempre era lo mismo con ella, terminaban, volvían, terminaban, volvían, y así era constantemente. La última vez que rompieron, la chica se fue sin una explicación lógica, diciéndole a Peter que no significó nada para él y que sólo fue una aventura, una aventura en la cual Peter en realidad sentía que las cosas iban por buen camino, y cayó en sus redes como un idiota porque en realidad estaba enamorado de ella.

Aún tenía sentimientos por Hailey, pero lo trató de cubrir con su enojo. Ella lo conocía lo bastante bien como para saber que no estaba enojado, pero sí lo suficientemente molesto como para armar un escándalo delante de todos.

Al término del show, sin ningún tipo de pena y aún manteniendo su sonrisa pícara, alcanzó a los chicos en el backstage. Estaba preciosa, igual que siempre. Las ondas de su cabello y su bien cuidado cuerpo lo hacía perder los estribos. Trató de disimular lo encantando que estaba de volver a ver esos ojos cafés que combinan a la perfección con su tono de labial y sus mejillas enrojecidas. Se veía hermosa, pero no se lo iba a decir.

La tomó del brazo sacándola hacia afuera del camerino, no quería los demás escucharan sus conversaciones, aunque, los chicos ya sabían que cuando ambos se veían de seguro habría una discusión.

— Ni siquiera te preguntaré lo que haces aquí, sólo quiero que te largues ahora mismo —dijo molesto

— Vamos George... sabes lo que te conviene —sonó seductora y él negó con la cabeza exasperado por la carudez de la chica

— Tienes el descaro de venir aquí a joderme la noche, ¿Qué es lo que quieres, Hailey?, ¿no te bastó con los millones que me sacaste durante meses mientras sólo fingías amarme?

— El dinero es lo que menos me importa ahora

— Sí claro —sonó sarcástico— Si hiciste lo que quisiste a mi lado por meses

El ruido de las groupies acercándose los interrumpió, corrían como locas hacia él, pero por fortuna los de seguridad las detuvieron, una que otra chica se les escapó, pero el resto de la banda al ver el semejante alboroto, salieron en su ayuda yéndose con las groupies alejándolas de Peter.

— ¿Podemos charlar en otro lugar? Aquí hay demasiadas de tus putas, y detesto que sean tan entrometidas

Peter río al recordar que meses atrás ella era una de esas chicas que lo perseguían en todo momento.

— Con tal de que te largues correría a todos de aquí para que me digas lo que quieres decirme y te vayas a la mierda lo más rápido posible

Fueron a un camerino vacío sin ningún tipo de lujo y Hailey se quejó de ello, quería ser invitada a tomar un trago refinado de los que estaba acostumbrada, pero parecía que sólo tenía que soltar todas las palabras que tenía para su ex novio, si se podía llamar así. Él estaba impaciente, cruzado de brazos contra la puerta, la miró mientras se sentaba en el sofá cruzando sus piernas de la manera más sensual posible. Lo invitó a sentarse pero se negó en una primer instancia. Se acercó a uno de los bancos altos que estaban cerca de los espejos y se dedicó a mirarla desde ahí.