// 5 //

11 2 0
                                    

— ¡Tres! ¡Tercera vez! ¿Qué acaso tú no escuchas?

Y ahí está otra vez. La milésima vez en la mañana que le llamaban la atención a Raquel por estar haciendo mal un paso. Estaban todas en presencia de los chicos, quienes tan solo observaban como las regañaban, o como "la" regañaban.

—Me esfuerzo...

—No parece... —murmuró una de las chicas, haciendo que otro par de ellas se rieran.

Ella solo hizo caso omiso a lo que murmuraban y trato de hacer de nuevo el paso. Con unos cuantos intentos más, al fin logró hacerlo bien, pero el coreógrafo la siguió presionando para que le salga perfecto.

Per-fec-to.

Uno de los defectos de Corea. Y de todo el mundo, de hecho. Todo debe ser perfecto para ser aceptado, si no lo eres, todos te odian, ¿Qué con eso?, en su mayoría idols, sienten mucha presión, y la presión los lleva a hacer cosas para cortar con el sufrimiento y responsabilidad.

Creo que ya sabemos de lo que estoy hablando.

Hoseok solo era fiel creyente de que la práctica hace al maestro, más no la presión e insistencia.

Aunque para algunas cosas en la vida, no es necesario tener práctica o experiencia...

¿Ejemplos? Digamos... Sonreír.

Algo descolocado, pero cosas simples como esas, las podemos hacer sin tener un solo conocimiento de ellas, y sin embargo, hacerlo a la perfección.

La vida tiene un lado alumbrado y otro oscuro, en donde nos damos cuenta que sin uno, no podemos estar en el otro. Al igual que el sol y la luna. Si no hubiera un "día", no podría existir una "noche", ya que de uno viene el otro, y si ninguno está, no existen.

Pero también tiene conocimiento de cosas que no ha experimentado. Como el amor.

Quizá ella no lo considera como tal, ya que sus experiencias no eran las mejores. Siempre que había llegado a enamorarse, había sido un amor muy roto, o al menos de parte del chico, ya que ella siempre ha querido dar todo de sí para que la supuesta relación que se formaba, durara.

¿Cuál era su problema? Se ilusionaba demasiado. Se imaginaba una vida al lado de esa persona, siendo felices por el resto de la eternidad, compartiendo la misma casa, teniendo miles de mascotas y por ahí un hijo.

Pensaba de más, mucho antes de que si quiera llegar a intentar algo. Y hablamos de esas dos veces en las que ella había sentido algo parecido al "amor", que había perdido la esperanza completamente en esa palabra. De hecho, ni siquiera sabía ya lo que era estar "enamorado".

¿En verdad la sensación era así de dolorosa y vacía? Si sí, prefería no volver a experimentarla nunca más. Ella creía que todo era bonito, ella creía que por una pelea todo ya estaba arruinado, ella no conocía realmente lo que significaba esa palabra, todo lo que se tenía que pasar para poder encontrar al fin esa felicidad con la que le gustaría permanecer siempre.

En su corta vida, había tenido tan solo dos amores. Uno de pequeña, y otro antes de entrar a trainee en BigHit. Ambos malos.

Bueno, el que experimentó de pequeña fue un amor más inocente, inexperto. Ambos niños se gustaban con tan solo 7 años de edad, pero el pequeño niñito no pudo elegir, y se mudó del lugar, dejando aquel tierno amor que había formado con ella.

Luego, fue uno a sus doce años. Le gustaba un chico de una de sus clases, y el chico no mostraba señales de si quiera saber de su existencia. El día de sus cumpleaños número trece, ella invitó a varios de sus compañeros de clase, incluido él.

Vᴜᴇʟᴠᴇ; J.HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora