Botado XVII

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Historia Original, personajes de propiedad de Masashi Kishimoto.

Aclaración: Infidelidad (como que últimamente todas tienen esto ¿no? XD), Sexo explícito, lenguaje soez. Me olvidé de decir: personajes con OoC (aunque lo habrán notado XD)

Botado

—¿¡Cómo quieres que mantenga la calma, maldita estúpida!? ¡Se está muriendo! ¡Oh por Dios!

Naruto escuchó los alaridos de Hinata antes de que pudiera despertar por completo. Aún le costaba respirar un poco, pero parecía que se habían dado cuenta que tenían que ponerle la inyección.

—Dame eso, Hinata.

—Hinata, creo que está respirando mejor...

—Oeri ego.

—¿Qué mierda? Suigetsu¿Qué le hiciste?

—Hola, si señorita. Se le inyectó una autoinyector de epinefrina en el muslo y parece estar recuperando los signos vitales normales.

Naruto gimió con el fuerte dolor de cabeza, ¿tal vez se había golpeado? No lo recordaba.

—Naruto, Naruto ¿Me oyes?— gimoteo Hinata cerca de él. Sintió su aliento golpeando en su mejilla.

— Hinata aléjate, comiste chocolate y puede ser alérgico. ¿No te dijo nada?

—No, no lo hizo—, ella sorbeó por la nariz, Naruto dejó de sentir su presencia cerca.

—Creo que está perdiendo el color azul...

—¿Alguien me puede explicar que pasó?—Naruto reconoció la voz de Toneri mientras movía lentamente la cabeza a un lado.

—Arece era aérico.

Naruto escuchó un poco de silencio, Suigetsu habló después. Parecía estar hablando por teléfono tal vez con la ambulancia o algo así.

—Si, señorita sé estas cosas. No sabemos cuáles eran sus alergias, pero él tenía un autoinyector de epinefrina. Cuando lo encontramos en la cocina había intentando agarrarlo y se desmayó a los segundos—. Hubo otro silencio que sólo se escuchaba el sollozó de Hinata—. Si, él parece estar respirando mejor y su ritmo cardíaco está subiendo.

Naruto sintió unos dedos en la yugular y gimió por el dolor en la garganta. El silencio volvió a propagarse, tanto que Naruto escuchó los pasos pesados llegar.

—¿Tengo que buscar la pala ancha?

—Shh, Jūgo. No es gracioso—, susurró Hinata y sorbeó por la nariz al final.

—Estan normales—, habló Suigetsu de nuevo y Naruto sintió que le sacaban los dedos de la garganta—. 60 por minuto y subiendo.

Naruto se esforzó en abrir los ojos y se asustó un poco cuando no pudo. Una mano mojada se cerró en la suya y él escuchó a Hinata mientras la voz de Suigetsu se alejaba.

— Tranquilo Naruto. Te llevaremos al hospital una vez que Suigetsu diga que es seguro trasladarte.

"Mierda" pensó que de seguro se había hinchado. Jamás le había agarrado tan fuerte y supo que esa galleta tenía chocolate y algo más, pero él no se había hecho el análisis de las alergias aunque su madre se lo había pedido mil veces. Naruto abrió la boca, intentando hablar y se frustró cuando no pudo decir nada.

—Creo que quiere decir algo...

—¿De verdad Gaara?— preguntó Toneri.

—No peleen por favor—, pidió Hinata su voz algo elevada—. ¿Quieres decir algo nene? Aprieta mí mano una vez si es Si y dos si es No—. Naruto apretó una vez—. ¡Oh! ¡Si! Quiere decirme algo. ¿Qué es?— le preguntó.

Él podría haber reído si la situación no fuera tan estresante.

—Hinata, no puede hablar—, dijo Gaara.

—Ay, es verdad. ¿Es sobre tu alergia?— Naruto apretó una vez—. ¿Qué? Mmm ¿Eres alérgico al chocolate?— Otra vez—. ¿Por qué no me lo dijiste? Te habría sacado las galletas.

—¿Le diste de mis galletas?— preguntó Jūgo con voz incrédula.

—No seas llorón bebis.

—¡Pero! ¡Son mis galletas!— gritó enojado.

— Jūgo casi se muere por un mordisco, no creo que se acerque más a tus galletas—, dijo Gaara riendo.

—Eso le pasa por comer mis galletas—, se jacto el otro.

—¿No tienes algo que hacer Jūgo?— preguntó Toneri.

—Si. Voy a guardar mis galletas.

Naruto escuchó los pasos pasar por cerca de él.

—¡Ey! ¡Esos son mis chocolates!— gritó Hinata soltando su mano.

—¡Le diste mis galletas! ¡Comparte!— gritó a su vez Jūgo.

—Oh, hay chocolates.

—¡Gaara no!— gritó Hinata—. ¡Sasori dame eso!— Naruto escuchó pasos apresurados y forcejeó—. ¡Son míos!

—¡Aleja eso de aquí!— gritó Toneri—. Se le caerá encima a tu Botado y lo mataran.

—¡Jūgo! Dame—, gruñó Hinata.

Las risas se escucharon en toda la habitación, pero Naruto supo que Hinata no estaba entre ellas. De repente las risas se cortaron.

— Sólo son chocolates Hina...

—¡Son míos! ¡Míos!— Naruto apretó las manos cuando escuchó la voz quebrada de Hinata.

—Dale eso Jūgo o te romperé los dedos—, dijo en voz baja y amenazante Toneri.

—Lo siento, peque. No comí ninguno—, juro Jūgo.

Hubo otro silencio mientras Hinata hacia ruidos con la nariz de nuevo.

—¡Lo iento!— gritó Sasori.

— Perdón Nana—, dijo Gaara segundos después.

Naruto sintió que la delgada y mojada mano de Hinata apretaba su mano de nuevo.

—Me lo regalo Naruto— dijo en voz baja ella.

El silencio se propagó de nuevo. A Naruto le habría gustado ver qué estaba pasando. Apretó la mano de Hinata de forma larga y constante para que supiera que él también sentía toda la maldita situación. Si él hubiera dicho de su alergia cuando le ofreció un chocolate, no habría terminado siendo todo una locura. Hinata acarició su mano con lentitud y él se relajó, sintiendo que el aire entraba mucho mejor.

Unos minutos después Suigetsu volvió a entrar a la cocina.

—Ya llegó la ambulancia ¿Sabes si tiene un Carnet de obra social o algo así?

—¿Lo tienes nene?— preguntó Hinata y él apretó su mano una vez—. Dijo que si ¿Está en tu mochila?— él volvió a apretar—. Busca ahí— pidió Hinata.

Naruto escuchó a los enfermeros entrar y pedir que despejaron la habitación. Hinata se quedó hasta último momento.

— Señorita, por favor necesitamos revisarlo.

Hinata apretó su mano.

—Lo siento tanto, nene.

Naruto también apretó la suya.

Continuará...

Botado (NaruHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora