Conociéndote

Epílogo

Primaria, secundaria, en esas etapas de mi vida no me emocionaba conocer la palabra amor, mis compañeros solo lo enlazaban con una sola cosa, novios(as).

Mi madre me decía que no me confiara tanto en los hechos que la teoría de lo relacionado con las relaciones no servía, decía que sólo siguiera mis instintos, mi corazón y que pensara con la cabeza pues es allí donde uno encuentra la razón mientras que el corazón no pensaba con claridad y se engañaba solo. Tenía tanta razón en eso. Pero que podría hacer si en el momento que mi enamoramiento fue evolucionando la razón me abandonaba con cada tema que tenía que ver ella.

Aprendí muchas cosas acerca del amor y con él, aprendí que habrían muchas personas como Jane Bettson, distraídas, que no se dan cuenta cuando hay alguien que las ama con todo su ser, a su lado.

El amor nos hace tontos, cursis e ingenuos en algunos aspectos, pero es algo maravilloso porque te llena de alegría y energía, aún así, es inevitable salir herido.

"Te extrañaré" Juls me acompañaba al aeropuerto y era como la quinta vez que me decía lo mismo. "Solo serán seis meses Juls, cuida a Merlín por mi" Merlín era un lindo gatito blanco que sabía como y cuando consolarme, lastimosamente no podía llevarlo conmigo a mi viaje.

"Aún así no quita el hecho de que no te veremos por un tiempo, Jane prácticamente tomó más de su límite cuando le dijiste" si, y la pobre se quedó en casa de Rod junto con los demás, inconsciente mientras que yo estoy en camino a largarme del país. Luego de su extravagante boda y tener que ignorar muchos de los estados de las redes sociales de mis conocidos, Jane formó parte de la familia de Ivan y ya no la veía tan a menudo como antes, las charlas solo eran relacionadas a su vida matrimonial y lo mucho que esperaba no tener que discutir con el cabeza de mazorca, no lo dijo exactamente así pero se entiende.

"Pasajeros del vuelo 231 con destino a Canadá, dirigirse a la zona de abordado 12" nos dirigimos hacia allí hasta que al llegar, Juls me abrazó con fuerza, había estado yendo al gimnasio meses antes con la intención de mejorar su físico y vaya que lo logró. Miré por última vez el aeropuerto y seguí caminando pasando por el marco antimetales donde también mi maleta pasó por los rayos x, le di mi boleto a la señorita de amargada sonrisa parada en el ducto que me llevaría al avión y busqué mi asiento de número C5.

Respiré hondo, era una buena oportunidad para hacerme más conocida por las grandes industrias y recibiría un buen pago, pasaría seis meses alejada de mi primer y hasta ahora único amor, tendría nuevos aires, según pienso...tal vez pueda dejar atrás estos sentimientos con esta lejanía.

"¡Violett!" mi nombre sofocado por un grueso cristal había llegado a mis oídos de alguna manera dentro del avión, había pedido el asiento junto a la ventana y al voltear, ella estaba allí, con una expresión de angustia, tal vez frustración por no haber llegado a tiempo, también se veía del asco, se notaba que hacía poco había reaccionado. "Pffd jaja" me eché a reír al ver un pequeño cartel con su puño y letra con las palabras divierte y cuidate mucho; me heche a reír porque lo único que quería era que dijera que no me fuera. Pero luego de despedirme con un movimiento de mano y verla mostrar una brillante y contagiosa sonrisa, me di cuenta que nunca podía olvidar lo que siento por ella. "Idiota...así jamás podré superarte" murmure decaída, sentía como el avión avanzaba para luego elevarse y la voz del capitán nos indicaba que nos relajemos.

No podría.

Amo a alguien...

Que no siente lo mismo por mi.

Amo a alguien...

Que me considera su amiga y me alegro tener tal cercanía.

Amo a alguien...

Pero no luché por ella.

Me alegra haberte visto esos segundos de los que antes me arrepentía tanto, Jane Bettson, y fue un placer haberte conocido a lo largo de estos años...me enamoraste sin siquiera quererlo.

Gracias por dejarme ser tu amiga.